Oposición contundente
HASTA HACE un poco más de un mes, el nombre de HIMA-San Pablo era desconocido en España. Pero a raíz de la oferta del conglomerado por tres de los seis hospitales a privatizarse en Madrid, HIMA es sinónimo de loas, pero también de rechazo y hasta xenofobia.
El rostro de Joaquín Rodríguez, principal oficial ejecutivo de HIMA, refleja alegría por los elogios de los oficiales madrileños a la propuesta del Grupo.
“Hay voluntarios en cantidades industriales... Me han dicho que con esto sienten orgullo patrio”, bromea Rodríguez. Asevera que desde el anuncio de la oferta, amigos y empleados se han mostrado dispuestos a colaborar. Y destaca que lo mismo ha sucedido con muchos españoles. Algunos, incluso, le presentan sus credenciales con miras a obtener un empleo.
En contraste, cuando Negocios le cuestiona acerca de la creciente oposición sindical y política al proceso de privatización, Rodríguez frunce el ceño y respira con cierto pesar. “Han dicho de todo... Hasta nos han acusado de tener dinero en las Islas Caimán... Pero nada de eso es cierto”.
Rodríguez aclara que el rechazo no es a su empresa sino al intento privatizador puesto en marcha por el gobierno madrileño y ve la oposición como parte del proceso.
HIMA sufre en España lo que padeció, Aerostar Holdings, la empresa mexico-estadounidense que hace menos de un año ganó la operación del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín.
Contra los tres licitadores (HIMA, Ribera Salud y Sanitas) y el gobierno madrileño, ha habido de todo: pancartas, pegatinas, cuentas de Twitter, páginas en Facebook, protestas multitudinarias.
“La marea blanca” está compuesta por partidos opositores, médicos, enfermeras, trabajadores, sindicatos y buena parte de la ciudadanía. Y a juzgar por la paralización provisional en un tribunal, acontecida hace unos días, se trata de una fuerza creciente y con suficiente convocatoria como para haber detenido las principales vías madrilenas en par de ocasiones durante el mes pasado.
Rodríguez no se amilana. Dice que en España ya se dieron procesos privatizadores en otras comunidades como Valencia. Asegura, también, que una vez se complete el proceso, el modelo de HIMA estará a la disposición de la ciudad.
La próxima movida, adelanta, sería en Castilla-La Mancha, donde cree que también necesitarán operadores de hospitales privados. operaciones consistentes y sin muchos alardes.
“Un negocio está para hacer dinero, pero este negocio de la salud es una responsabilidad pública. Si se hace dinero, pues bien, pero hay que prestar el servicio primero”.
Por ello, indica que aún cuando la incursión en los hospitales madrileños no deje dinero a borbotones, la experiencia de integrar conocimientos sanitarios y de administración terminará beneficiando a Madrid y a Puerto Rico. “Prefiero ganar un 2% todos los años a 20% en uno solo”, indica.
De acuerdo con la consejería madrileña, HIMA operará, por espacio de una década, los hospitales universitarios Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes e Infanta Cristina. También operará el hospital del Tajo. Los dos últimos hospitales se ofertaron en un solo bloque. El contrato requiere además gestionar los centros de servicio vinculados a estos hospitales.
Las tres instalaciones que operaría HIMA -y por las cuales pagará arrendamiento- cuentan con unas 628 camas. Partiendo de las cifras oficiales en los pliegos del concurso, el Grupo atendería casi el 46% de los pacientes acogidos al sistema sanitario público madrileño.
Las operaciones de HIMA en Puerto Rico rondan unas 1,159 camas y emplean unas 5,350 personas. La facultad médica ronda 1,200 profesionales.
En España y de entrada, HIMA aumentará el número de camas en por lo menos un centenar durante la vida del contrato y extenderá los horarios de servicio.
A manera de ejemplo, la propuesta contempla aumentar en 20 camas la unidad de paliativos del Infanta Sofía. Esta unidad sirve a pacientes en etapa terminal o cuya condición es tan crónica que impide su manejo adecuado en el hogar.
A cambio de la ampliación en infraestructura y servicios, la consejería pagará a HIMA unos $574 per cápita servida en el Infanta Sofía y otros $631 per cápita en los hospitales Infanta Cristina y del Tajo. En promedio, la oferta que HIMA puso en la mesa es 5% menos que la cápita media estimada por el gobierno madrileño.
“Me parece que en Parla y en Aranjuez, podemos hacer muchas cosas porque son comunidades cercanas”, explica el empresario.
Si la transacción se concreta en España, al cabo de unos tres años, la cartera de HIMA en el exterior representaría entre 8% y 10% de los ingresos totales de la empresa.
Cuestionado por el empeño puesto en el plan, Rodríguez se muestra confiado en que saldrán airosos, pero también está consciente de la gran oposición política, profesional y sindical que se ha gestado en contra de la privatización de los hospitales.
Pero a lo largo de 25 años, HIMA no se ha hecho de un nombre por azar.
Entre suspiros, pausas y hasta bromas, el empresario relata las frustraciones y alegrías que le ha dejado la gestión hospitalaria.
Rodríguez lleva unos diez años intentando convencer al gobierno de Puerto Rico para que amplíe sus programas de residencia para médicos en hospitales privados.
Ello, según Rodríguez, ayudaría a corregir el vacío que provocó la venta de hospitales y centros de diagnóstico bajo la administración de Pedro Rosselló.
Dice que al presente, se gradúan unos cinco cirujanos por año en Puerto Rico. Por ello, un programa de residencias en hospitales privados podría ampliar el número de egresados en esa especialidad y otras.
De acuerdo con Rodríguez, uno de los beneficios agregados de la concesión en España podría ser crear una experiencia formativa tanto para médicos españoles como para galenos puertorriqueños.
La pugna con MMM
El empresario también ha librado múltiples batallas con aseguradores privados en la negociación de tarifas y pago de reclamaciones. Ahora, la disputa que libra con Medicare y Mucho Más (MMM), por el supuesto interés del asegurador en tener mayor inherencia en el tratamiento al paciente, le costará unos $90 millones al año en facturación.
Pero Rodríguez asegura que no cejará, tanto por principios y protocolo médico como por el impacto en la caja registradora. “Espero llegar a un acuerdo, pero yo no pienso rendirme”, subraya.
El “trauma” de crecimiento
De todos, el peor dolor de crecimiento que ha experimentado HIMA fue la compra de los hospitales San Pablo, en Bayamón y Fajardo, por unos $120 millones en el 2005. “Fue un proceso casi traumático”, relata Rodríguez. “Hubo una oposición bien fuerte”.
Dice que todo iba bien hasta que la clase médica de ese hospital internalizó que sería HIMA el que compraría los hospitales y no a la inversa. Entonces, comenzaron las quejas y objeciones.
“Allí, los dueños de esos hospitales no compraron un equipo en años. Sacaron un montón de chavos y los médicos no se quejaron. Cuando lle- gamos, los equipos eran viejos de botar”, recuerda.
A esas tempestades, se le hizo frente con inversiones sustantivas y buena gestión, explica Rodríguez. En San Pablo, eso significó más de $10 millones de inversión solo en compra de equipos.
La experiencia con San Pablo sirve ahora de aliciente, pues Rodríguez está convencido de que HIMA podrá ayudar a Madrid a cumplir el objetivo de ahorrar un 20% en su presupuesto de salud y señala que su plan procurará replicar en la gestión sanitaria el interés y profundidad que España ha conferido al cuidado de la salud por décadas.
“En España solo se habla de dos cosas: el fútbol y la crisis”, reconoce. Pero a sus ojos, tanto en Puerto Rico como en España, crisis es oportunidad.
Negocios le cuestiona acerca de múltiples temas. Los riesgos de hacer negocios en una divisa más costosa o la posibilidad de pérdidas por utilización excesiva de servicios.
“No entiendo qué quieres decirme. Yo no lo veo así. Es una oportunidad y soy optimista”, responde.
“Inicialmente no fuimos bien recibidos en San Pablo, pero eventualmente nos ganamos la gente”, indica Rodríguez. “Creo que no va a ser problema ganarnos a la gente en España”.
HIMA, por disposición contractual, tendrá que retener los trabajadores sanitarios, pero el objetivo de Rodríguez es que el equipo directivo también cuente con el talento local.
“Cuando vean que el oficial ejecutivo que hemos identificado será un español no se van a sentir fuera del entorno en que siempre han estado”, explica el empresario al dejar entrever que el éxito de HIMA en Madrid será también de los españoles.
Por los últimos cinco años, nos hemos comportado como una compañía pública con la idea de iniciar ese proceso” JOAQUÍN RODRÍGUEZ CEO DE HIMA-SAN PABLO