Dormir en PALACIO
Desde el momento en que el visitante entra por la puerta se da cuenta de que está en un sitio especial. La enorme rotonda sostenida por pilares de mármol, el majestuoso candelabro, los espejos de bordes ornamentados, las mullidas butacas, los cristales, las alfombras; todo ello da cuenta de que, en efecto, llegamos a un sitio muy especial.
De hecho, no hace falta llegar al vestíbulo del hotel para ir comprendiendo que esta es una área especial. A muy pocos minutos de allí están situados varios de los puntales de la cultura madrileña, como los museos de El Prado, Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza; grandes restaurantes; así como varias de las zonas más importantes de Madrid, tales como la Gran Vía, el Paseo de la Castellana y el barrio de Salamanca. Por algo le dicen a esta zona el Triángulo de oro.
Hemos llegado al Ritz, emblemático hotel de lujo de 5 estrellas de la capital española. Un palacio barroco construido en 1910 a instancias del rey Alfonso XIII, cuando este se percató de que no había un lugar adecuado para alojar a sus invitados de otras casas reales europeas cuando lo visitaban en Madrid. El edificio, estilo belle époque, luego se habilitó para la hostelería, pero el lujo y el exquisito servicio permanecieron.
Para mantener los estándares de calidad que le dieron vida, el Ritz es objeto de una restauración constante. Tiene 167 habitaciones y todas son diferentes. Y a fin de mantenerlas siempre en óptimas condiciones, el hotel cuenta con dos empleados por habitación. Personalidades como Mata Hari, Ava Gardner, Evita Perón, Yves St. Laurent, Carolina Herrera y Bill Gates se han hospedado en ellas.
Y sin embargo, pese a todo ese lujo, que pudiese hacer pensar que este es un lugar “frío” o excesivamente pendiente de rígidos protocolos, este es un lugar cálido.
“Es un hotel con alma”, comenta Inma Casado, la atenta gerente de comunicaciones y ventas del Ritz. Aquí hay un auténtico deseo de servir, de hacer que el huésped se sienta cómodo y relajado. Y orgullo de pertenecer a esta histórica hospedería. (www.ritz.es).
EN EL CORAZÓN DE LA ELEGANCIA
Situado en pleno barrio de Salamanca, y rodeado por las calles de Serrano, Goya, Velázquez y el Paseo de la Castellana -centros del comercio y los negocios de alta categoría en Madrid- el hotel Gran Meliá Fénix es un verdadero templo de la hostelería.
La impresionante bóveda que cubre su señorial “hall”, de carácter palaciego; su espectacular barra o “Dry Bar”, que se precia de servir los mejores cocteles de toda la ciudad; su agradable terraza al aire libre; sus habitaciones que, nuevamente, parecen más las de un palacio; y su proximidad con los Paseos del Prado y Recoletos, así como la Plaza Cibeles, son algunos de los elementos que conforman la personalidad única de este hotel.
Miembro de la exclusiva asociación The Leading Hotels of the World, el Fénix ha alojado a figuras tales como los Beatles (en su única visita a España, en el apogeo de su fama), Cary Grant, Bill Clinton y David Beckham.
La Suite Presidencial, situada en el penthouse del hotel, es algo único en toda la ciudad. Se trata de un lujoso apartamento desde cuyas terrazas se aprecian espléndidas vistas de Madrid, particularmente hacia el Paseo de la Castellana y la Plaza Colón.
Clásico y moderno a la misma vez, es un hotel que representa la máxima excelencia hostelera en Madrid. (www.melia.com).
UNA JOYA CITADINA
Ubicado en la calle que lleva su mismo nombre, muy cerca de la Plaza Colón y del Paseo de la Castellana, se encuentra el Hotel Orfila, un primoroso palacete del siglo XIX de 20 habitaciones y 12 suites en el que el lujo, la tranquilidad y el excelente servicio se dan la mano.
Cada una de sus estancias -sus habitaciones, su restaurante, su sala del té, su jardín- transmite una impresión de elegancia y paz que acoge al viajero agradablemente.
Su restaurante, El Jardín de Orfila, es igualmente un oasis en la ciudad, donde se pueden degustar exquisitos platos de la cocina internacional. (www.hotelorfila.com).