Escaparate de lujo
PLACENTERA, VIVA E INTENSA COMO SIEMPRE, LA CAPITAL ESPAÑOLA OFRECE SU MEJOR CARA PARA EL TURISMO DE ALTA CATEGORÍA
Madrid. La sola mención de su nombre es capaz de evocar imágenes imperecederas. Una guitarra que rasga el silencio. El bravo repicar de tacones sobre un tablao. Un Quijote que se enfrenta a los gigantes de su imaginación. Buen vino, buenas tapas, buena marcha, como le llaman allá a irse de fiesta por esas calles de la vida.
La capital de España es historia viva, sede cultural, cuna de tradiciones. Y es también uno de los grandes centros turísticos del mundo, con una oferta en constante renovación. Ocho millones de visitantes al año así lo atestiguan; para muchos de ellos, no es la primera vez que van. Vuelven por el placer del redescubrimiento. Porque hay que volver.
Lo que quizá no se menciona tan frecuentemente es el hecho de que Madrid no solo es un lugar donde se vive bien y se trata bien al viajero, sino que es además un destino perfecto para el turismo de alta categoría.
Tomemos como ejemplo algunos de sus hoteles emblemáticos, como el Ritz, creado específicamente para atender a la realeza y sus invitados, y donde los príncipes Rainiero y Grace de Mónaco celebraron su luna de miel; el Gran Meliá Fénix, situado en el exclusivo barrio de Salamanca y hogar de un bar que ha sido llamado “el Vaticano de los cocteles” en Madrid; o el primoroso Hotel Orfila, un palacete donde se alojó el rey Simeón de Bulgaria durante sus años de exilio en España.
O vayamos de compras por la calle Serrano, en el barrio Salamanca, donde firmas de prestigio como Loewe, Adolfo Domínguez y Carolina Herrera tienen sus tiendas-insignia; por los barrios de Chueca, Malasaña y Triball, donde a la multitud de tiendas que hay se le une una interesante movida nocturna; y por Las Rozas Village, a las afueras de la ciudad, que más que un mero centro de outlets es un destino en sí mismo.
Únale a ello un panorama artístico y cultural de primer orden -cuyo signo más vibrante hoy día es la muestra de una de las mejores exposiciones de la obra de Salvador Dalí que se hayan presentado hasta la fecha- y podrá ir haciéndose la idea de todo lo que Madrid tiene para ofrecer.
Una ciudad para gustos exigentes. Un verdadero escaparate de lujo.