Aumenta la explotación financiera
La práctica ilícita se ha convertido en el tercer patrón de abuso contra envejecientes en la Isla
A MUCHOS ANCIANOS se les quiere y respeta. A otros, por desgracia, se les maltrata, y ahora, se les estafa.
El abuso contra el envejeciente que tiene el efecto de afectar su condición económica se conoce en el argot técnico como “explotación financiera” y de acuerdo con la procuradora del Pensionado y Tercera Edad (OPPTE), Concepción Silva, esta se ha convertido en la tercera querella que con mayor frecuencia recibe su oficina.
El número de querellas puede alcanzar el millar por año, según con datos divulgados por OPPTE anteriormente. La situación también comienza a reflejarse en la carga de los jueces, donde cada vez más se radican más casos por este tipo de práctica.
“Aquí no hay estrata social”, dijo Silva a El Nuevo Día.
Explicó que la dependencia recibe querellas de todo tipo y donde los perpetradores están decididos a quitar “lo poco o lo mucho que queda” en las cuentas de depósito o cualquier otro tipo de ingreso o cojín financiero que posea el envejeciente.
Y tampoco, según la funcionaria, parece haber grandes distinciones en el perfil de quienes incurren en la práctica ilícita. Por lo general, hijos, familiares cercanos y vecinos de la víctima protagonizan el incidente. Pero Silva advierte y subraya que también hay abogados y cuidadores inescrupulosos que perpetran el daño.
El comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), Rafael Blanco, indicó que desde hace unos tres años se exige a las instituciones financieras en Puerto Rico adoptar un protocolo para identificar a posibles víctimas. Pero reconoció que la iniciativa necesita fortalecerse, algo que se propone hacer próximamente junto a la OPPTE.
Mientras la OPPTE y la OCIF se mueven en esa dirección, la clave es atajar la práctica cuanto antes. Por ello, Silva y Blanco instan a la ciudadanía a adoptarlas con celeridad.