Una mano amiga se extiende desde el residencial
Proveen almuerzoa diario a unos 150 necesitados
POR 5 AÑOS, Rafael Nieves de Gracia, de 54 años, fue deambulante. Dormía en autos con cristales rotos, sin ingresos para comer e imposibilitado -según élde hacer muchos trabajos por una condición en la piel y otra cardiaca.
Todo eso cambió hace unos años, al conseguir del gobierno un apartamento y cupones de alimentos por la ayuda del Concilio de la Comunidad del residencial Luis Llorens Torres, una entidad que existe hace 26 años y, entre otros servicios, provee almuerzos diarios a 150 deambulantes, adictos, encamados y necesitados del residencial. El Concilio realizaba ayer una colecta de alimentos por el propio residencial. Saldrían con un equipo de sonido por el complejo de vivienda para recoger comida de los propios vecinos. “Esto está bien, ayudan a la gente a conseguir apartamentos, almuerzos, algunos beneficios”, indicó Ángel Luis Lacén, de 62 años, quien todos los días busca comida en el concilio y ayer degustaba el menú de pollo guisado, vegetales, ensalada de coditos y flan. “Deberían tener más ayuda del gobierno”.
“El servicio aquí es excelente e indispensable. Los empleados son bien amables con el público y el servicio muy bueno. Dan almuerzo todos los días gra- ciasa Violeta”, dijo Nieves de Gracia.
La Violeta de la que habla es Violeta Figueroa Rodríguez, de 74 años, fundadora del concilio y vecina del caserío desde su creación hace 60 años. “Esto es un sitio para la comunidad ayudarse los unos a los otros, que no todo sea del gobierno”, dijo sonriente la recién ope- rada septuagenaria. Además de comida, dijo la mujer, el centro da otras ayudas como camas a personas enfermas, ropa a necesitados y ubica a adictos en centros de tratamiento. “Necesitamos ayuda para que esto no se nos caiga”, dijo la mujer.
Para ayudar al centro puede llamar al 787-630-6826.