Familiares recuerdan a Carmen Paredes
Visitaron ayer el camposanto y le llevaron rosas blancas
DOS ENORMES y aromáticos arreglos florales, repletos de rosas blancas, fueron colocados ayer sobre la tumba de Carmen Paredes Cintrón.
En un acto de recordación tras el asesinato de la mujer de 46 años ocurrido el 14 de julio del 2012 en su hogar en Guaynabo, sus familiares visitaron el Cementerio La Piedad, en Cupey, donde fueron sepultados sus restos.
Un empleado de mantenimiento del camposanto, que pidió no ser identificado, contó que la madre, el hermano, las hijas y otros allegados de la familia visitaron la tumba en horas de la mañana de ayer y, durante aproximadamente hora y media, evocaron el primer aniversario de su muerte llorando y rezando por la fémina.
“Vinieron en varios carros y estuvieron un rato largo ahí”, sostuvo el empleado del cementerio.
Entre los arreglos florales destacaba una tarjeta sellada en un sobre transparente que leía “You Wonderful Daughter” (Tu, hija maravillosa) aparentemente dejada por Aracelis Cintrón, madre de Carmen, a su hija, a quien cariñosamente llamaba “Carmuchi”.
Paredes, quien al momento de los hechos estaba casada con Pablo Casellas Toro, hijo del juez federal Salvador Casellas, era madre de dos hijas adolescentes, María José y Carolina, entonces de 15 y 17 años.
Trabajaba como ejecutiva de venta y mercadeo de la empresa Assurance Solutions y, según han contado varios allegados a la familia, al momento del asesinato la pareja enfrentaba problemas matrimoniales y alegadamente tenían intenciones de divorciarse.
Tras su asesinato, fue su hermano, Joseph Paredes, quien acudió al Instituto de Ciencias Forenses con un poder escrito emitido por Casellas autorizándolo a identificar y reclamar su cuerpo. Posteriormente, fue velada en la funeraria Puerto Rico Memorial, de San- turce en una ceremonia privada a la cual sólo tuvieron acceso familiares cercanos de la mujer.
Casellas Toro fue acusado por el asesinato de Paredes Cintrón. Enfrenta juicio por asesinato en primer grado, destrucción de evidencia, dar declaraciones falsas y violación a la Ley de Armas, asuntos que se ventilan en el Tribunal de Bayamón.
Hace varios meses la jueza Vivian Duriez rechazó su pedido de supresión de evidencia. Parte de la evidencia que protestó la defensa de Casellas –a cargo de los abogados Arturo Negrón, Harry Padilla y Juan Ramón Acevedo- fue la ocupación de varias armas de fuego de Casellas Toro, entre las que había dos con igual calibre de los casquillos recuperados cerca del cuerpo.