“Todavía aletea y pica”
José Miguel Class celebró ayer sesenta años de carrera con el cariño de su público y aseguró sentirse bien de salud
UNO CANTABA, otro después, la gente atendía, disfrutaba, bailaba y sonreía, porque la música hace eso. Pero cuando se anunció que José Miguel Class “El Gallito de Manatí” estaba por entrar a la tarima, todos los que estaban en las esquinas y en los quioscos acudieron con rapidez a la tarima. Había que verlo y escucharlo cerca.
Con ese calor, el público festejó junto al intérprete sus 60 años de carrera artística en el Parque Ecuestre de Trujillo Alto. Fue una celebración que empezó en la mañana en nombre de “El Gallito” y en la que participaron Tavín Pumarejo, Awilda “La Mimosa”, entre otros, hasta las 5:00 p.m.
“Es muy lindo. Agradezco al público, a todas las personas que... es que no quiero lastimar a nadie. Todas las personas que de una forma u otra le hacen homenajes a uno. Son muchos agradecimientos”, nos contó José Miguel en un aparte antes de encontrarse con el público.
Sesenta años conjugan aprendizajes, felicidad, dolores, escollos y éxitos, y repasarlos le dibuja una sonrisa. “Siempre miro el presente. Lo que quedó atrás, quedó atrás como gratos recuerdos que no me hacen llorar sino que me hacen sentir alegrías de los éxitos que he tenido en mi vida artística”, expuso quien tiene una discografía que se compone de 161 producciones que grabó, como dijo or- gulloso, en 12 géneros.
En broma contaba que las efemérides siguen porque asegura que cumple “16 años” (cumplirá 75 en septiembre) y que además celebra 41 años con su esposa Dony Nazario.
El cantante padece de insuficiencia renal por lo que debe recibir diálisis tres veces a la semana. Pero proclama enérgico que quiere continuar sin freno su trayecto en la canción. “Yo me siento muy bien. Estoy recibiendo diálisis lunes, miércoles y viernes, pero siempre digo que no canto con los riñones. Yo canto con mi garganta”, reiteró quien continúa activo con sus presentaciones en y fuera de Puerto Rico. “Donde único no puedo ir es a países como España, Italia, que me llamaron, Colombia, porque el Medicare no cubre allá”, afirmó quien no demoró en abrazar a Benito Rosario, su amigo querido.
DÉCADAS Y PÚBLICO
“Para mí ha sido tan grande que me hayan reconocido los 60 años de historia musical”, dijo Class desde la tarima tras cantar Yo soy el Gallo y agradecerles a sus fieles que llegaran a la cita. Más tarde, en la parte protocolaria del homenaje que contó con Kenneth Figueroa, en representación del alcalde de Trujillo Alto, José Cruz Cruz, y el senador Pedro Rodríguez, se recordó que el Gallo es de Manatí, y también de Puerto Rico.
Milagros Díaz y Yolanda Luciano ejemplificaron con sus miradas la ilusión que siente un
fanático por el cantante que, de veras, le gusta. “Mi esposo me enamoró con las canciones del Gallito”, dijo Yolanda de su historia con su marido, El Zorro Camionero, que casualmente había cantado antes en tarima.
“El Gallito todavía aletea y pica”, aseguró Edwin Quiñones, quien interpreta al personaje Don Gume, uno de los organizadores del evento junto a Roberto Rivera, Sandro de Puerto Rico, y Luis Maldonado. “Exhortamos a que la gente patrocine la película Yo soy el Gallo y los CDs y que lo contraten porque el problema de él no es de la garganta, es de los riñones, pero el puede cantar”, sostuvo Rivera mientras Quiñones señaló que no hay que esperar a que la gente muera para rendirle homenaje. “Vamos a hacerlo en vida para que lo disfrute”.
Vicente Guzmán, representante de El Gallito, quien también tomaría la tarima con sus intrépidos actos como El Hombre Indestructible, recuerda que un artista quiere ver “su gente, que lo quieren”. “Él se siente contento y te digo sinceramente , veo que se le mojan sus ojos cuando ve a su gente”.
Con los brazos abiertos, El Gallito exclamó que seguiría cantando para complacer al público. Esa tónica, la de seguir, tiene visos de continuar largo rato.