El Nuevo Día

Veran no para leer

CONOCE OPCIONES DE LECTURAS PARA GRANDES Y CHICOS

- POR CARMEN GRACIELA DÍAZ Especial El Nuevo Día

Para muchos, la lectura y el verano son la combinació­n insuperabl­e. Unos, por otra parte, se olvidan de ese placer entre playa, piscina, cine y viajes. Pero digamos que los libros siempre esperan ser leídos para, en respuesta, regalarles a los lectores mundos, curiosidad, posibilida­des, conocimien­to y sensibilid­ad.

Entonces, cuando consideram­os que el verano puede ser la posibilida­d para que lectores jóvenes o con poca experienci­a se animen a leer, la esperanza nace porque realmente el mercado ofrece opciones para los diversos gustos, experienci­as y trasfondos. “Es un buen momento para leer porque generalmen­te baja la actividad”, señala el librero de la librería La Tertulia en Río Piedras, Alfredo Torres, sobre la época en la que muchos gozan de vacaciones o más tiempo libre.

Al atender un público compuesto usualmente de estudiante­s y profesores, el escritor y librero de Librería Mágica en Río Piedras, Luis Negrón, resalta que el verano es la ocasión para buscar las lecturas que no están asignadas en un curso, las añoradas, las que les gustan de veras que entre premuras y rutinas se postergan. “Para mí es hermoso ver estudiante­s que todo el semestre estaban locos por lecturas atrasadas, leyendo a veces cosas que no desean leer, y aun cuando tienen el tiempo libre a donde van es a la librería para buscar un buen libro o algo que uno les recomiende”, comparte.

Para adultos o chicos, Torres aconseja que la clave es leer lo que uno disfrute. “Creo que uno va moldeando un gusto por la lectura, pero el criterio es leer dentro del tema que le guste, identifica­r lo mejor”, recomienda.

De acuerdo con Marilyn Cruz, gerente de Aparicio Distributo­rs, librería especializ­ada en literatura infantil que ubica en Bayamón, hay quienes se olvidan de la lectura en esta época pero los que tienen la tradición siempre buscan una opción para leer. “Nosotros tratamos de buscar el interés del niño, si le gustan los botes, las princesas, los dinosaurio­s, los piratas, pues vamos por esa línea. Es mucho más fácil complacer al niño por lo que le guste, o les ll atención desde un prin comenta quien recuerd para los lectores más peq vienen libros con brillo, y hasta olores que los atr

EL HÁBITO QUE SE C

Cada hogar sigue sus dinámicas y reglas, pero mento de leer, digamos necesario es la iniciativa unos y otros amolden el h las circunstan­cias de su v verano y siempre, hay ej de sobra.

“En los matrimonio­s h que comparten libros y d la lectura, y la lectura form te de la actividad de esa fa dice Negrón quien asegu aunque algunos entiend en Puerto Rico no se le en otras partes, quienes l muy entusiasta­s. Agreg también ha visto así com padres que pese a que lectores les inculcan a su esa actividad y los llev librería.

De modo que para que ños se animen a leer dur verano, el asunto tiene q moverse desde temprano vidas. “De grandes es ma

lame la ncipio”, da que, queños, textura raen.

CREA

propias al moque lo a y que hábito a vida. En jemplos he visto discuten ma parfamilia”, ura que, dan que e como een son ga que mo hay no son us hijos an a la e los nirante el que proo en sus as difícil pero si uno empieza desde que son niños la pueden ver como algo que es tan divertido como un juego electrónic­o o sentarse frente a un televisor”, explica Negrón de esa responsabi­lidad que, a su juicio requiere paciencia e insistenci­a.

El escritor comparte como idea que con su hija solía discutir libros: “Le recomendab­a algunos y leía libros que eran para ella como Harry Potter que, si no hubiese sido por ella, no los hubiese leído”.

La clave es buscar, leer, reconocer lo que nos gusta y darles opciones a los más jóvenes. Cruz comenta que, entre las posibilida­des disponible­s en el mercado, hay líneas como Latinbooks que llevan clásicos de la literatura como Romeo y Julieta o

Cantar de Mio Cid a la novela gráfica con un vocabulari­o accesible y con el apoyo de imágenes que atraen.

Si bien es cierto que leer compite con medios tecnológic­os de entretenim­iento que son “pasivos e irreflexiv­os”, como señala Torres, el librero asegura que la lectura en los niños les abre horizontes nuevos, otras posibilida­des sea en relatos históricos o modernos, en inglés o español. La voluntad, como tantas cosas en la vida, se necesita en este y otros escenarios.

EN VERANO Y SIEMPRE

Entre las ventajas de la lectura -la veraniega, pero claro, la que se hace en primavera, otoño o invierno- es que el libro de ficción o no ficción, en carpeta dura o blanda, en papel o electrónic­o se puede llevar a cualquier parte. “Hay gente que se va de viaje y van corriendo a la librería y se llevan libros, te recomienda­n algo para leer, eso pasa”, cuenta Negrón mientras que Torres recuerda que la lectura sigue siendo una actividad más económica que otras (en promedio puede costar $15 o $20 y puede durar una semana si es un lector rápido, dice).

Del ejercicio de la lectura siempre se pueden derivar ventajas, conocimien­to y ocio, y ante eso, lo mejor es no demorar más en buscar un libro. “La lectura te potencia la imaginació­n, te permite mejorar tu formación, tu vocabulari­o, la comunicaci­ón. Es un estímulo para el cerebro y para salirse de la rutina y la mediocrida­d”.

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