Cuesta arriba obtener el servicio adecuado
Puerto Rico Hoy Toda una hazaña la búsqueda de ayuda en el gobierno
Evelyn Otero, esperó durante una hora para que su número de turno apareciera en la pantalla digital de la oficina de servicio al cliente de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) de Bayamón.
Tras un mes sin electricidad, la mujer de 57 años y operada hace seis meses por padecer de cáncer en los ovarios, deseaba reconectar el servicio.
“Me llegó ayer (anteayer) un cheque de una fundación contra el cáncer y yo logré reunir $80. A ver si me ponen la luz”, dijo esperanzada.
La mujer había hecho un turno en la fila reservada a personas con impedimento, la misma en la que se atendía a envejecientes y embarazadas.
“Tengo dolor, pero puedo esperar”, comentó.
Cuando la llamaron, doña Evelyn recibió la noticia inesperada.
“Tiene que ir al banco para que le cambien el cheque y luego regresar”, le comentó el empleado de la AEE desde el otro lado de la ventanilla mientras en la sala aún aguardaban decenas de clientes de la corporación pública.
Mientras escuchaba al empleado de- cir que la AEE “no coge cheques así”, doña Evelyn guardó en un sobre su cheque y la factura de la luz resignada a quedarse sin el servicio un tiempo más y sabiendo que debía volver otra vez a la oficina que sería mudada a otro lugar, según anunciaban unos letreros.
Cuando El Nuevo Día se acercó a doña Evelyn para preguntarle sobre el resultado de su gestión, el empleado le pidió nuevamente el cheque y le preguntó si estaba a su nombre.
El trabajador regresó acompañado por otro empleado y con la noticia de que le aceptaban el cheque de $200. Fue así que de inmediato la mujer firmó el pagaré y volvió a presentar su identificación.
Sin embargo, de los $280 que tenía doña Evelyn, le cobraron $30 para reactivar el servicio energético.
La mujer firmó un documento en el que se comprometía a pagar a plazos los $225 que aun adeudaba.
Tras recoger su tarjeta de identificación y toda la evidencia médica que llevó para justificar su demora en pagar, doña Evelyn preguntó al empleado: “¿Y me ponen la luz hoy mismo jueves?”
“No. Entre el viernes y el lunes”, respondió el funcionario.
Ya en un aparte con este diario, la mujer definió el trato del empleado como “bueno”.
Pero confesó que esperaba que la reconexión se produjera el mismo día “como la luz es tan cara y tienen tantos empleados ...”