Para atrapar ÁCAROS
Investigadores crean una trampa que controlaría las plagas
Investigadores estadounidenses crearon una nueva trampa para ácaros que podría ayudar a detectarlos antes de que se produzca una invasión.
Un equipo del departamento de Entomología de la Universidad Rutgers de New Jersey comparó su nueva creación con el dispositivo que actualmente lidera el mercado, una trampa de plástico con los bordes más estrechos.
En el laboratorio, los investigadores observaron que su artefacto tenía 77% de probabilidad de capturar ácaros, mientras que la trampa comercial solo tenía 23%.
También probaron los dispositivos en apartamentos de una sola habitación o estudios ocupados por una sola persona mayor. En este escenario, el plato canino atrapó casi tres veces más ácaros en 28 días que la otra trampa.
Además, cebos químicos conocidos por atraer ácaros hicieron que la trampa fuera más efectiva.
Los científicos habían descubierto previamente que la combinación de nonanal (un químico utilizado en perfumes), octenol (un alcohol presente en el aliento y el sudor humanos), aceite de menta y aceite de cilantro egipcio atraía a los pequeños insectos.
Añadieron esta mezcla a una de sus trampas y vieron que era más efectiva –tanto en el laboratorio como en un apartamento habitado– que otra sin los químicos.
También se sabe que el dióxido de carbono atrae a los insectos. Pero resulta costoso pegar cilindros de CO2 a las trampas, además de que existe el riesgo de fugas.
Por esta razón, los investigadores compararon la efectividad de latas de CO2 con levadura y azúcar. Esta combinación crea una reacción de fermentación que libera CO2 de forma mucho más económica que una lata de gas. Estos descubrimientos suponen buenas noticias para quienes sufren la visita no deseada de los ácaros. Una trampa mejor diseñada puede permitir detectar la presencia de estos antes de que se conviertan en plaga.
“Si solo tienes 10 o 20 ácaros en tu casa, es muy difícil verlos. Cuando la gente se da cuenta de que tiene ácaros, a menudo ya son miles, o cientos de miles. Es más fácil erradicarlos cuando son pocos", explica Narinderpal Singh, autor del estudio publicado en Journal of Economic Entomology.