Demagogia
La demagogia, acto de utilizar políticas alarmistas para llegar al poder, es inherente en la historia de la Humanidad. La aparición de los hermanos Graco, Tiberio y Cayo, en Roma en los años 133 y 123 A.C., presagiaba la decadencia del imperio. Demagogos como Hitler en Alemania, Mussolini en Italia, Saddam Hussein en Irak, Jim Jones en Guyana y David Koresh en Waco Texas resultaron fatales para la Humanidad. En Estados Unidos Adam Clayton Power y Joe McCarthy empañaron la historia de la nación. Puerto Rico no es la excepción, pero nos llama la atención las gestiones y aspiraciones que surgen ante la renuncia del representante a la Cámara Eduardo Ferrer Ríos, el cual será nombrado el 14 de agosto de 2013. Aquí el Movimiento de Integración Dominicana (MID), a través de su presidente, Roberto Acosta, solicitó que dicho escaño sea ocupado por un miembro de dicha nacionalidad en Puerto Rico. Su insólita petición se basa en el factor numérico únicamente. No tiene sentido ni lógica.
Los hermanos dominicanos que han llegado a Puerto Rico lo han hecho por voluntad propia, han sido recibidos con los brazos abiertos y han hecho buenas aportaciones. Pero no han venido aquí para crear un estado dentro del estado, sino para integrarse a este pueblo. Esa fue la actitud del exrepresentante Fernando Tonos, dominicano que ganó un escaño en buena lid dentro del PPD. Cuando falló, fue removido utilizando criterios legales y no nacionalidad.
El señor José Rodríguez, uno de los líderes dominicanos, censuró a los fiscales del caso de la “mucama”, solicitando que el gobernador los despidiera. Recomendamos mesura al señor Rodríguez. Recuerde que, como dijo el prócer cubano José Martí, “nuestro vino es amargo, pero es nuestro”.
En resumen, reclamar un escaño por número de residentes es una petición demagógica como lo es la de aquellos políticos de los partidos tradicionales que no reaccionan ante este hecho por temor a perder votos. Recuerden que el mayor aliado que tiene la demagogia es el silencio.