El Nuevo Día

Servicio de calidad

Busca la forma de mejorar las destrezas de interacció­n con el público

- POR LIZ SANDRA SANTIAGO lsrivera@elnuevodia.com

Cuando entras al mundo laboral en alguna industria que brinda servicios, resulta obligatori­o que aprendas a manejar las destrezas adecuadas para que la interacció­n con el público sea exitosa.

“Muchas veces cuando se recluta personal no se entiende que ese individuo que va a atender al cliente es la compañía. Es un fenómeno de percepción. Por eso cuando nos dan un mal servicio nos molestamos y no pensamos en el individuo que nos atendió, sino en la compañía”, menciona Chamir Highley, doctora en filosofía, consultora y conferenci­ante de Etiqueta de Negocios.

La experta señala que no importa la posición que ocupes en una empresa, todo empleado debe saber ofrecer un servicio de excelencia, dejándose llevar por reglas básicas de interacció­n con el público.

“Uno tiene siete segundos para causar una primera impresión exitosa. Es mi responsabi­lidad como compañía adiestrar correctame­nte a esa persona que va a interactua­r con el cliente. En esos siete segundos la otra persona entiende si ese empleado es creíble o no. Nuestra credibilid­ad depende de la percepción y por eso es muy importante proyectar una imagen profesiona­l”, menciona.

La doctora Highley resalta la importanci­a de tratar al cliente con amabilidad pero imperando siempre el respeto. Ese acercamien­to debe ser profesiona­l y cálido, nunca utilices palabras de “suma confianza” como “mi amor”, “mami”, “cielo”, entre otras. Tampoco recurras a jerga o frases coloquiale­s.

“La gente lo hace por querer ser amables, por familiarid­ad. Pero puede ser amable sin necesidad de todo eso, porque entra en un grado de informalid­ad que puede pesar en su contra. Las malas palabras tampoco son permitidas”, menciona.

En su libro Sobrevive en la

Jungla Corporativ­a, Highley recomienda tratar a los clientes de manera formal, refiriéndo­se a ellos por sus títulos -como doctora, licenciado, señora, entre otros- además de evitar a toda costa tutearlos.

“No importa si el cliente es más joven que tú. Usted es una forma respetuosa de tratarlo además de que mantiene una distancia profesiona­l entre ustedes. ¿Qué, qué? ¿Cómo? Prefiere decir: ‘Disculpe. Me podría repetir, por favor’. ‘Sería tan amable de…”, añade.

Para mantener la buena interacció­n con el público también es necesario silenciar todo equipo electrónic­o que pueda interrumpi­r continuame­nte tu conversaci­ón con el cliente.

Otro consejo que ofrece la doctora Highley es siempre reconocer la presencia de tu cliente prospecto y brindarle un saludo respetuoso, lo que a la vez le comunica tu clara intención de servirle. Establece un ambiente positivo.

Nunca abandones a tu cliente. Si su requerimie­nto es difícil de cumplir, busca la ayuda de otros compañeros, de ser necesario, para poder brindar un servicio de calidad.

“Si el servicio que realizamos no fue de excelencia, tenemos que buscar la forma de otorgársel­o a nuestro cliente. Hay que dar la milla extra. Queremos establecer la reputación de un buen servicio en la mente de nuestro cliente. Que regrese a nosotros una y otra vez. Si ya no contamos con el producto, debemos ofrecerle otras alternativ­as al cliente”, recomienda Highley.

La experta añade que éstas no sólo son destrezas que te permiten causar una buena impresión en el campo profesiona­l, sino que también son muy útiles en la vida personal, pues cuando las practicas constantem­ente te ayudan a crear una atmósfera de respeto con quienes te rodean.

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