Hallazgo de asbesto trastoca logística de clases
El Recinto de Río Piedras asignará nuevos salones a miles de estudiantes ante el cierre de Estudios Generales
descubrimiento de asbesto en un edificio de la Facultad de Estudios Generales llevó a las autoridades del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico a elaborar un plan de contingencia para reubicar las clases de más de 6,000 estudiantes, muchos de ellos de nuevo ingreso, justo al inicio del primer semestre del nuevo año académico.
La administración debe revelar hoy la logística de la reubicación de las 562 secciones académicas que tenían salones asignados en el edificio de Estudios Generales, Domingo Marrero Navarro. Esta estructura fue clausurada ayer por orden de la Junta de Calidad Ambiental (JCA), tras detectarse días atrás la presencia de material con contenido de asbesto en el plafón de una de las oficinas del segundo piso.
La rectora Ethel Ríos explicó que el plan de contingencia incluye identificar cuáles salones de otros edificios del campus pueden acomodar 482 secciones de clases como tal, cada una de las cuales puede tener hasta 30 estudiantes. Otras 80 secciones son talleres y laboratorios.
El recinto riopiedrense recibirá mañana a un total de 15,427 estudiantes. Cerca de la mitad debía tomar clases en el edificio con material de asbesto.
“Empezamos el proceso de identificar los salones donde podemos reubicar las secciones. Hemos recibido la cooperación de los decanos de las facultades y de la decana auxiliar de la facultad (de Estudios Generales), que con su equipo, están identificando los salones”, dijo.
“No podemos dar una respuesta hoy (ayer) hasta que termine el ejercicio”, agregó la rectora.
Según Ríos, hoy domingo la adminis- tración anunciará a la matrícula universitaria la fecha del inicio de los cursos de Estudios Generales.
Ríos no pudo precisar si dichos cursos iniciarán mañana mismo o se retrasarán para el miércoles o el próximo lunes 19 de agosto.
“Mañana (hoy domingo) tomaremos las decisiones”, apuntó Ríos. Dejó claro que las clases que tienen asignados sa- lones en edificios distintos de Estudios Generales empezarán mañana lunes 12 de agosto, según previsto. El personal no docente de la facultad de Estudios Generales, alrededor de 100 personas, será reubicado a un lugar aún no anunciado. EL SÚBITO CIERRE
La orden de cierre, por parte de la JCA, llegó a la manos de la administración del recinto universitario este pasado viernes a las 7:45p.m, según Ríos. La agencia ambiental ordenó clausurar toda la estructura como medida cautelar, en lo que se investiga si el material encontrado con asbesto, que es perjudicial para la salud, emigró a otras áreas del edificio construido en la década de 1970.
“La JCA tomó esta determinación para prevenir exposiciones del personal y los estudiantes. Estamos haciendo una investigación previa para cuando el personal y los estudiantes entren a ese edificio sientan que sus vidas están seguras”, sostuvo la presidenta de la agencia, Laura Vélez.
Se descubrió el asbesto durante una remodelación pequeña a una oficina del segundo nivel de Estudios Generales.
La administración universitaria, indicó Ríos, notificó el hallazgo a la JCA el pasado miércoles 7 de agosto. Ello provocó la movilización al lugar de peritos ambientales del recinto y del Área de Calidad de Aire de la JCA.
Ríos precisó que el día después de notificar a la JCA, el jueves 8, el recinto realizó pruebas para detectar asbesto en todo el edificio.
Sin embargo, como los resultados no habían llegado, la JCA emitió la orden del cierre.
“En ausencia de la información, del análisis de la muestra, se tomaron medidas para proteger a los humanos que transitan por allí”, señaló la rectora.
Precisamente, personal de seguridad del recinto cerró ayer los accesos del edificio blanco con cintas amarillas y grandes vallas.
Ayer mismo el recinto también inició el proceso de aislar y encapsular las áreas en las que se hizo el hallazgo inicial del asbesto.
“El área de la oficina y gran parte del segundo piso se va a aislar con madera y una compañía va a sellar por dentro las puertas y ventanas”, explicó Ríos. Lo mismo harán en los pisos 3 y 4 del mismo edificio.
“El perímetro va estar bien demarcado con avisos para que nadie pueda entrar al edificio y podamos cumplir con la orden que emitió la JCA”, expuso la rectora.
Previo a esta clausura, temprano en la mañana de ayer, este diario vio a empleados que sacaban escritorios y sillas de algunas oficinas del segundo piso. “Esto es de ahora para ahora”, dijo una empleada que no se identificó. LISTOS LOS RESULTADOS
Ríos precisó que los resultados del muestreo del edificio están listos pero no quiso divulgarlos hasta que el consultor del recinto, SAQ Environmental Engineering. emita el análisis.
Sobre este particular, la JCA advirtió que en la medida en que tenga los resultados podrán decidir la fecha de la reapertura. Ríos está esperanzada en que así sea. “Tenemos la esperanza de que una vez se aislen las áreas y se complete el análisis de las muestras se puedan liberar algunas áreas del edificio aunque no todas”, apuntó Ríos.
Mientras se da este proceso, la administración universitaria tiene en sus manos una ardua tarea de cumplir con otras recomendaciones que le solicitó la JCA, tal como revisar y actualizar el plan del recinto para el manejo y mantenimiento de materiales que contienen asbesto. ESTUDIANTES PREOCUPADOS
Hasta ayer, los pocos alumnos que estaban en los predios del recinto riopiedrense desconocían sobre el cierre de Estudios Generales. Una sorprendida fue Belmari Ríos, quien mañana inicia su segundo año en literatura en inglés en la Facultad de Humanidades.
De las cinco clases que ella tiene este semestre, por lo menos tres se iban a impartir en Estudios Generales.
“Me estoy enterando por ti”, sostuvo la joven de 19 años y residente de Toa Alta. “Me preocupa que me atrase en las clases y mira que peleé en el proceso de matrícula para poder cogerlas ”, contó la joven. ASBESTO EN EDUCACIÓN
El edificio de Estudios Generales no es el único en el que se ha encontrado asbesto.
La rectora informó que este verano el recinto cerró la biblioteca de la Facultad de Educación porque identificaron asbesto en un área.
“La cerramos completa para evitar la exposición de empleados y estudiantes. Se están adelantando los trabajos para remover el material impactado y volverla abrir”, apuntó.
Según Ríos, cabe la posibilidad de que otros edificios construidos antes de 1980 también contengan el peligroso material. La rectora no los identificó, pero apuntó que se ha ido removiendo material con contenido de asbesto según lo han encontrado.