Histórica la fibra perjudicial
El asbesto es la muerte silenciosa por su efecto a largo plazo
POR BRUNYMARIE VELÁZQUEZ
prolongada al asbesto puede ser mortal.
Algunos le llaman la muerte silenciosa, por lo que especialistas recalcan la importancia de visitar a un neumólogo si se cree haber sufrido una exposición prolongada a este mineral fibroso que por años fue utilizado en Puerto Rico para construir edificios y como aislante térmico en las estructuras.
“El problema con esta fibra es que es insoluble y, cuando se inhalan, las partículas viajan hasta la parte más profunda del sistema respiratorio”, explicó el neumólogo Mark Anthony Vergara.
Inhalar fibras de asbesto puede producir dificultad para respirar, cáncer del pulmón, o mesotelioma, que es otra forma de cáncer asociado a la exposición al asbesto, según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos (ATSDR).
El neumólogo explicó que es importante considerar el tiempo de exposición que la persona tenga al asbesto. “Puede ser por meses o años”, dijo.
“Hay varias representaciones clínicas de un paciente al asbesto y puede dar varias cosas, cada una de ellas tiene una presentación clínica en un marco de tiempo específico. Se puede desarrollar lo que se llaman placas pleurales, que son depósitos de calcio en las membranas que cubren los pulmones, cuando se observa eso en el paciente no tiene una implicación clínica inmediata pero revela que el paciente tuvo exposición al asbesto en el pasado y hay que vigilarlo clínicamente”, explicó Vergara.
Según el médico, el asbesto puede causar cáncer del pulmón que se puede manifestar 20 o 30 años después de la exposición prolongada.
“El hecho de que la persona haya sido expuesta a asbesto no significa que puedes desarrollar cáncer pulmonar pero en aquellos que fumaron y tuvieron una exposición concurente al asbesto, el riesgo aumenta dos o tres veces de desarrollar el cáncer”, sostuvo Vergara.
El neumólogo hizo hincapié en que hay un tipo de cáncer que es causado únicamente por la exposición de asbesto y se llama mesotelioma, que es un cáncer maligno en las membranas que cubren el pulmón.
“La mortalidad de ese cáncer es de 90% y se puede evitar si se determina con tiempo que la persona tuvo una exposición prolongada a la fibra”, aseguró Vergara. Explicó que la incidencia de este tipo de cáncer va de siete a 40 casos por cada millón de habitantes y va en aumento si se compara con la década pasada.
Por otra parte, José Font, director de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) para la región del Caribe, explicó que “la mera presencia de asbesto no representa un problema de salud pública. Sí lo es cuando se convierte en asbesto friable, que quiere decir que libera fibra al aire”.
El director de la EPA informó que la agencia no tiene un inventario de los edificios con asbesto en Puerto Rico, pero que toda persona que vaya a trabajar en un edificio que tenga asbesto tiene que notificar a la Junta de Calidad Ambiental (JCA) y la EPA de inmediato.
“Si alguien que va a trabajar en un edificio que podría causar la sospecha de tener asbesto, tiene que notificarlo para tomar muestras y si se confirma la presencia hay que tomar medidas para evitar que se comience a esparcir”, sos- tuvo el director de la EPA.
Laura Vélez, presidenta de la Junta Calidad Ambiental (JCA), dijo que la peligrosidad del asbesto está en que antes del año 1977 las estructuras se construían con material con contenido de asbesto.
¿Cómo se remueve el asbesto? Vélez explicó que en caso de que haya que demoler una estructura hay que solicitar un permiso a la JCA. Personal certificado tiene que realizar el trabajo, ya que el material con contenido de asbesto no se puede disponer en cualquier lugar.
La exposición al asbesto ocurre generalmente al respirar aire contaminado en lugares de trabajo que usan o manufacturan asbesto. También se encuentra asbesto en el aire de viviendas que están siendo destruidas o renovadas, según define la ATSDR.
En Estados Unidos, la EPA inició la prohibición del asbesto en el 1989 en forma escalonada hasta erradicarlo en 1997. Pero mediante una apelación judicial de la industria se revirtió la medida, la cual no fue apelada ante la Corte Suprema por la primera administración George W. Bush.