Visionario del chocolate
Esta semana se cumplen 199 años desde el nacimiento de Henri Nestlé
Es un nombre que se asocia de inmediato con chocolate suizo, o quizás café. Pero el hombre detrás del nombre del poderoso consorcio Nestlé, era en realidad un farmacéutico alemán, que tuvo muy poco que ver con el chocolate y nada con el café, y cuyo apellido original tampoco era exactamente como se le conoce hoy.
La historia de la que es hoy día una de las más exitosas y prósperas empresas del mundo, se remonta al siglo XIX, cuando nació de la mano de la creatividad e inventiva de Heinrich Nestle, y logró impulsarse con la fórmula para alimentar bebés.
Nestlé nació Fráncfort el 10 de agosto de 1814, hijo de un cristalero y parte de una numerosa familia radicada en una región del suroeste de Alemania conocida por sus frondosos bosques. El emblema de la compañía y su apellido, evocan esa vida en Suabia, pues representa un nido de pajarillos, que a su vez es el significado de la palabra “Nestle” en el dialecto suabo.
En lugar de continuar en el negocia de la cristalería se hizo aprendiz de farmacéutico, y mientras estaba viviendo en el área de Vevey, Suiza, decidió cambiar su nombre a Henri Nestlé, para que resultara más familiar a los habitantes de esa zona francófona. Para entonces, ya era reconocido como un químico con licencia para hacer experimentos, medicinas y recetas.
Nestlé tuvo su primera empresa en la producción de semillas de canola y otras nueces, cuyo aceite se usaba entonces como combustible de lámparas. También incursionó en la producción de licores, vinagre y agua carbonatada y fertilizantes.
Pero el gran salto llegó en algún momento luego de su matrimonio en 1860, cuando consiguió elaborar una fórmula para bebés a partir de la mezcla de leche de vaca, cereales y azúcar, y que podía sustituir la leche materna. Curiosamente, Nestlé y su esposa no tuvieron hijos (aunque adoptaron una niña). Sin embargo, Nestlé era el 11mo de 14 hermanos, muchos de los cuales murieron antes de llegar a la adultez, por lo que seguía no era ajeno al drama de la elevada tasa de mortalidad en los niños y niñas de la época. EL MOMENTO DE LA CREACIÓN
En 1866 Nestlé fundó su compañía para producir el producto que había inventado. En 1867, probó con éxito su “harina lacteada” con un bebé prematuro cuya madre había quedado moribunda tras el parto, y sobrevivió, lo que acrecentó su fama. También en ese año, tuvo su conexión con el chocolate, a través de un vecino, un fabricante de velas llamado Daniel Peter que se había unido al negocio de chocolates de su suagro. La colaboración de estos vecinos hizo posible mezclar el chocolate con la leche en polvo y dio origen a las barras de chocolate comercial.
En 1874 Nestlé vendió la empresa a sus asociados, por el monto de un millón de francos, y al año siguiente se retiró a vivir en una villa, donde murió en 1890 de un infarto.
La empresa, por su parte, bajo el mismo nombre y con el símbolo del pequeño nido, continuó creciendo. Tuvo grandes avances con productos como la leche condensada y el café instantáneo, y terminó convirtiéndose en la industria de alimentos más grande del mundo.
En cuanto a su famoso chocolate suizo, cabe destacar que todo el cacao con el que se hace procede de otras naciones, mayormente de África. El chocolate, de hecho, es una palabra que tiene su origen en los antiguos pueblos de México y Centroamérica, donde se consumía mucho antes que se conociera en Europa, a donde llegó de la mano de Cristóbal Colón, de regreso de su cuarto viaje a América.