AMOR EN LAS DOS MITADES
La relación de Natalia Meléndez y el alero nacional Álex Galindo trasciende del hogar a la cancha
LLEVAN UNOS tres años y medio de sólida relación, cimentada por el baloncesto y los medios de comunicación. Nadie pensaría que todo comenzó con una ‘mentirita piadosa’.
Cuando apenas empezaban a conocerse, el actual alero de la selección masculina, Alex Galindo, le hizo un pase de fantasía a la exbaloncelista nacional, Natalia Meléndez, quien le lleva ventaja de siete años de edad, pero la verdad salió a relucir inadvertidamente.
Meléndez, quien se ha convertido en sobresaliente comentarista y reportera deportiva con espacio en el Canal 6 y las transmisiones del Baloncesto Superior Nacional (BSN), conducía un debate televisivo sobre la selección de varones junto al analista José ‘Fufi’ Santori, cuando en la pantalla apareció la fecha de nacimiento del mayagüezano Galindo: 6 de mayo de 1985.
Otra exjugadora local que al presente es abogada y agente de jugadores en Nueva York, Jessica Villaplana, le aclaró las dudas a su amiga con los datos oficiales de Galindo en los récords de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). La verdad era esclarecida, y un romance quedaba establecido.
“Eso fue como que una breve guerra. Mala mía, sé que no te gusta hablar de eso, pero así empezó todo”, le dijo Meléndez a su amado en un ameno intercambio con El Nuevo Día en la placentera residencia de la pareja en la Urbanización Summit Hills.
“En realidad empezó con los medios y porque aquí todo el mundo se conoce. Todo el mundo sabe quién es todo el mundo. Empezamos como panas, admirando el trabajo que hacíamos uno y el otro. Yo estaba trabajando ya en femenino, él estaba jugando afuera y cuando llegó a Puerto Rico, fue un ‘click’ instantáneo y desde ahí no nos hemos separado nunca”, agregó la entusiasta excanastera.
Galindo, por su parte, subrayó que “los medios nos acercaron y desde que nos conocimos, ‘clickeamos’... no pasa un día sin hablar. Es que primero que nada somos amigos y eso ayuda en la cuestión de ser pareja”.
En ninguna pareja hay armonía perfecta, mucho menos cuando dos baloncelistas van a tirar a una cancha. “Siempre hay competencia. En la temporada cuando yo iba a tirar tem- prano, ella me reboteaba y siempre terminábamos...”, empezó a contar Galindo, cuando su esposa hizo una aclaración. “Los 500 pases que le hago, 500 después de cada juego, y después jugamos. Yo no sé perder, salimos peleando”, admitió Meléndez.
Galindo, sin embargo, destacó que de 10 competencias de pareja, a lo sumo Meléndez ha ganado dos. “Es bien competitiva pero siempre terminamos bien y es algo que nos ayuda en nuestra relación”, aseguró el jugador, pero su orgullosa pareja replicó a carcajadas que “sabes que lo grabé y está en todas las redes sociales”.
CERO ABURRIMIENTO
Aunque comparten a diario el mismo ambiente, parece que no les crea dificultad ni aburrimiento.
“Lo que Alex está viviendo ahora, ya yo lo viví: estar en equipos profesionales, estar en la selección nacional, bregar con la presión que se brega cuando tienes al país en los hombros y todo el mundo está pendiente, aunque lo de ellos es a otra escala totalmente diferente porque todos sabemos que al baloncesto femenino mucha gente no lo sigue. Pero cuando sales de aquí es distin-
Em‘ pezamos como panas, admirando el trabajo que hacíamos uno y el otro. Yo estaba trabajando ya en femenino, él estaba jugando afuera y cuando llegó a Puerto Rico, fue un ‘click’ instantáneo. Desde ahí no nos hemos separado nunca” NATALIA MELÉNDEZ exjugadora y esposa de Álex Galindo