“Mangar” la arquitectura…
El formato “cómic” ha tomado por asalto el espacio del libro tradicional. He visto cualquier cosa convertida en cómic, y creo que eso es bueno. No sólo se replantea el acto de leer, sino que el cómic atrae otros temas de otra forma para lectores que buscan pensar de otra manera, es decir, más allá de la letra, y asumir otros lenguajes que la saquen de quicio: me refiero al lenguaje visual. Eso, amig@s, es ya es un montón de cambio.
El tour de force de Jimenez Lai en su Citizens of No Place, es convertir en una aventura visual y narrativa el proceso arquitectónico y urbanístico mediante historias gráficas basadas en imágenes que conciertan las técnicas del “manga”, el dibujo mecánico y la ilustración científica. La mezcla de dibujo lineal — espolvoreado con fotocopias— con técnicas de collage, y el uso del blanco y negro para dar a los relatos un airecillo medio “gótico”, nos ofrece una arquitectura y una urbe que nos resultan ajenas, extrañas, necesitadas de nuestra urgente intervención.
Los juegos de escala son aquí esenciales porque, al lado de un edificio o de una ciudad, nosotros —quienes construimos esos edificios y ordenamos esas ciudades— somos apenas laboriosas hormigas. De muchas formas, somos llamados a aceptar nuestra modesta existencia y a cuestionar nuestro afán de grandeza. Las diez partes que componen esta novela están muy atadas a nuestra relación real con edificio y ciudad pero, gracias a la forma de expresión, nos desfamiliariza lo familiar y terminamos viendo nuestro entorno de otra forma. (LRC)