PARA NO PERDERTE
Su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. La Plaza Mayor o “Grote Markt” es la más importante de la ciudad y tiene un conjunto arquitectónico bellísimo. Incluye varios edificios de estilo gótico, entre ellos la oficina de correos. Como antaño, todavía está el mercadillo de frutas y vegetales, un lugar idóneo para comer algo y que te alimenta no solo el cuerpo sino las pupilas.
El Campanario del Ayuntamiento y la Plaza Cubierta-Construido alrededor del 1240, era la sala de reunión de las autoridades de la ciudad. Famosa por el sonido de su carrillón, que suena sirviéndose de un teclado que acciona las 47 campanas.
El Antiguo Juzgado es otra linda estructura del renacimiento flamenco con estatuas en bronce en la fachada. También hay que ver su Ayuntamiento Gótico, el más antiguo de Flandes. Construido en 1376 ha sido inspiración romántica para muchos novios que van a formalizar su compromiso allí, para tenerlo como escenario perfecto, pero también para muchas ciudades que se han inspirado en él, para hacer el suyo. Si entras te llamará la atención su más famosa sala, la “Sala Gótica” con un bóveda dorada.
La “Groenerei”, es otro de los lugares más retratados por pintoresco. Puedes verlo desde uno de los puentes y es un distrito de casas bien antiguas, rodeadas por el canal. También hay tours de canales que te llevan hasta allí.
El “Rozenhoedkaai”, es el lugar de encuentro de artistas y fotógrafos y el “Minnewater” o Lago del Amor, es el más poético de los rincones de Brujas. Cuenta con cisnes que, según una leyenda, los residentes de la ciudad estaban condenados a mantener a perpetuidad. Son propiedad de la ciudad, y en el pico tienen un B y la fecha de nacimiento.
El Monasterio de las Benedictinas, las religiosas “hijas de la iglesia” es siempre una parada para fotos. Ellas tenían esta serie de casas de las que puedes ver sus fachadas y jardines que hoy siguen muy bien cuidados.