Coamo, un baño de deleites
El auge del cine de Coamo motivó una visita a este pueblo en el sur puertorriqueño, conocido por sus aguas termales, campos de golf y el medio maratón San Blas.
El cine urbano, conocido como el Teatro Hollywood desde su fundación en la década de 1940, fue remodelado completamente con alta tecnología de sonido y un proyector digital, único en Puerto Rico, describe Héctor Matos, gerente de la instalación, dedicado a la figura del pionero productor cinematográfico puertorriqueño Amílcar Tirado Santiago,
Matos nos acompaña por la amplia sala, donde también se realizan obras teatrales, hasta llegar al cuarto donde se proyectan las películas. En el lugar, hay un moderno proyector de una gran resolución de 8 millones de pixeles. Seguido, muestra la película en cartelera. A diferencia de otros tiempos, cuando las copias de las películas llegaban en un gran rollo fílmico, ahora las películas vienen es un disco duro compacto digital. La sala está preparada con un potente equipo de audio.
En septiembre estrenarán una ristra de películas puertorriqueñas como ¡Qué joyita!, Por amor en el caserío y Mi verano con Amanda, adelanta matos en la entrada del cine donde hay mesas y el típico mostrador con dulces, refrigerios y pop corn.
El cine abre a diario desde las 4:00 p.m. Los domingos la primera tanda comienza a la 2:00 p.m. El costo de los boletos es de $4.50 (adultos), $3 (niños), $2.25 (seniors). Las personas mayores de 65 años entran gratis. T: (787) 803-5656.
En el mismo centro del pueblo, ubica la plaza pública donde se realizan actividades, como el festival gastronómico, que se celebra los últimos viernes de cada mes. A pasos, en la Calle José Quintón, se encuentra el Museo Histórico Ramón Rivera Bermúdez.
La casa, con un estilo neoclásico europeo, era el hogar de don Florencio Santiago, alcalde del pueblo para la época de la Guerra Hispanoamericana. En
Paseo por la Ciudad de las Aguas Termales, y cuna del internacionalmente reconocido Medio Maratón de San Blas
la actualidad, el lugar tiene cuatro salas. La principal exhibe los antiguos muebles de los dueños de la majestuosa residencia. En el lugar, también hay un piano que perteneció al compositor y cantante nacido en Coamo, Bobby Capó. El museo abre de lunes a sábado, pero se puede coordinar con cita previa visitas domingueras. T: (787) 825-1150.
PISCINAS TERMALES
Otro lugar popular en Coamo –palabra de origen taíno que significa lugar llano y ex- tenso– son las piscinas de aguas termales.
Restauradas hace dos años, las nuevas piscinas cuentan con un área recreativa con mesas, una tienda donde se consiguen recordatorios y un salón para relajarse con masajes, desde $1, por minuto. Aquí llegan, en su gran mayoría, personas retiradas, en busca de recreación y bienestar.
Por años se ha dicho que las aguas contienen minerales que alivian las condiciones musculares. Arnaldo Rivera, supervisor de las piscinas, asegura que fue aliviado de do- lores de artritis. Para ello comentó que los pasos para ingresar a las piscinas y sacarles provecho.
El circuito consiste en ducharse con agua fría y entrar a la primera piscina, que es la más grande, por 10 a 15 minutos. Al completar el tiempo, sales unos minutos, antes de ingresar a la segunda piscina que es la más caliente.
No obstante, las aguas termales que llegan del Río Coamo son las mismas, detalla Rivera. “Al ser más grande es menos caliente y vas preparando el cuerpo”, dice.
Según información suministrada por el municipio, geólogos han confirmado que en esta zona hubo un volcán que se extinguió pero dejó piedras calientes. Entonces, supuestamente el agua se filtra por grietas que hay en el río lo que provoca las altas temperaturas. Las piscinas están ubicadas en la carretera 546 km 1.7, al lado de los Baños de Coamo -que se encuentran en remodelación- y el Campo de Golf- abren todos los días de 6 a.m. a 9 p.m. T: (787) 825-1150.
EL MIRADOR
Finalmente, salimos hacia el restaurante El Mirador en el Cerro Picó. Desde aquí, se ve toda la ciudad. En lo alto, hay una base de observación con una cruz y una bandera puertorriqueña. Antes de este tope, se ubica el restaurante que abrió hace dos meses.
El lugar forma parte de las empresas municipales, al igual que el cine y las piscinas termales, por lo que es administrado y operado por jóvenes.
“Se siente bien que la gente venga y admire nuestra comida. Cuando se sientan a comer, sobran las gracias”, dice el chef ejecutivo Javier Rodríguez, de 22 años, quien comenta que en más de una ocasión las personas se sorprenden con la juventud de quienes manejan el restaurante de la empresa municipal.
Algunos de los platos populares en el restaurante, con vista panorámica de 360 grados, son El Cerro, un aperitivo para compartir con frituras como carne frita, chicharrones de pollo, alitas y palitos de queso.
Además, el lugar se ha vuelto popular por las pastas. “Hacemos las salsas a diario. Llevan crema espesa, queso parmesano rallado al momento y hierbas frescas. Somos el último restaurante en esta ruta. Así que, tenemos que tener un buen sabor”, dice Rodríguez, quien desde las mesas en el exterior del restaurante identifica barrios de Coamo y pueblos a la distancia como Santa Isabel y Ai- bonito. Puro verdor a vuelta redonda.
Los jueves tienen promoción de alitas a 5 x $1, entre 7:00 a 9:00 p.m. Los viernes la cena de dos, con una botella de vino español y postre cuesta $40. Los domingos el especial son las pastas. “Todas salen a $10”, dice el chef, quien destaca a su equipo de trabajo, Javier Santana y Steven Feliciano.
El restaurante está ubicado en la carretera 155, en el Cerro Picó. Al ser en la cima de la montaña, el acceso es empinado y poco accesible para personas mayores o con alguna dificultad para caminar. Abre de jueves a domingo. T: (787) 825-1000.