DOMINGO Sin riesgo por asbesto en el 300 de la UPR Bayamón
Fue revisado luego de una llamada de alerta a la JCA
LA JUNTA de Calidad Ambiental (JCA) descartó ayer la presencia de material expuesto con asbesto en un edificio del recinto de Bayamón de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Hace unos días, corrió la voz de que el Edificio 300 de dicho recinto, que comprende de salones de Educación Física y Humanidades, podría contener material expuesto con asbesto tal como ocurrió en la facultad de Estudios Generales del recinto de Río Piedras.
El recinto riopedrense cerró hace una semana el edificio Domingo Marrero Navarro de Estudios Generales, el cual atiende 6,000 estudiantes, tras detectarse el peligroso particulado en un plafón de una oficina del segundo piso.
En el caso de Bayamón, la JCA recibió en estos días una llamada confidencial de posible exposición de asbesto tras cambiarse una vieja loseta del piso del Edificio 300 donde unos 1,000 estudiantes toman cursos a diario. Ese edificio se construyó para la década de 1970.
Sin embargo, Laura Vélez, presidenta de la JCA, confirmó ayer que las pruebas del aire que hicieron las autoridades universitarias no revelaron exposición de partículas de asbesto en el área.
“Preliminarmente, los resultados de los laboratorios están por debajo del límite y eso es bueno porque no hay un nivel que sea de preocupación. No hay peligro en ese edificio”, aseguró Vélez.
La funcionaria explicó que a pesar de estos resultados, el personal que hizo el muestreo solicitó repetir una prueba en un área en particular del edificio para confirmar que el resultado sea negativo como inicialmente reveló.
El asbesto no representa una amenaza para las personas si está encapsulado. El problema se genera cuando el material está expuesto y se liberan sus partículas. Si las personas inhalan dichas partículas pueden sufrir enfermedades respiratorias y hasta cáncer.
El rector interino del recinto de Bayamón, Orlando González, indicó a este diario que inició una investigación de los sucesos que levantaron la alerta.
No obstante, explicó que a finales de julio una persona del recinto, que no ha sido identificada, solicitó hacer un trabajo en uno de los pasillos del Edificio 300. En dicho pasillo, según González, había una loseta de vinilo despegada y alguien la cambió por otra nueva, posiblemente pensando que no necesitaba
autorización para realizar dicho trabajo. Días después, otra persona, cuya entidad tampoco dijo conocer, se percató del cambio de loseta y llamó a la JCA.
“El asunto es que nadie pudo recordar las instrucciones que se dieron hace años que cuando hubiera un daño en un edificio viejo, aunque sea con una loseta de vinilo, antes de tocarla o moverla hay que notificar a la Oficina de Salud y Seguridad del recinto o notificarlo al decanato administrativo para verificar si contiene asbesto”, dijo González.
“Hay que ser franco, aquí hubo falta de comunicación. En esa cadena de eventos nadie se percató. Hay que determinar si se cometió negligencia”, agregó el rector interino.
Destacó que la persona que llamó a la JCA no se comunicó en ningún momento con rectoría ni con el decanato del recinto.
González, quien al momento de ser entrevistado por este diario desconocía el resultado de las pruebas, adelantó que tenía listo un plan de contingencia para reubicar las clases en caso de que la JCA ordenara el cierre del edificio como hizo en el recinto riopedrense.
De hecho, la agencia reguladora solicitó al recinto de Bayamón un informe detallado de este suceso y revisar el plan del recinto para el manejo y mantenimiento de materiales con asbesto.
Precisamente, González destacó que solicitó un inventario de los trabajos de remodelación que se realizan en el recinto para evitar este tipo de inconvenientes.
INICIAN PRUEBAS EN RÍO PIEDRAS
Por otro lado, el recinto de Río Piedras inició ayer el muestreo en el edificio Domingo Marrero Navarro para corroborar si el material que se detectó el 24 de mayo durante la remodelación de una oficina ubicada en el segundo piso, emigró a otras áreas del viejo edificio.
Dependiendo de los resultados que revelen las pruebas, la JCA decidirá si libera algunas áreas del edificio.
“El proceso va bien. Personal de la Junta de Calidad Ambiental ha estado supervisando las labores. Se tomaron muestras de algunas oficinas de profesores. Mañana (hoy) van a estar otra vez allí para la fase dos”, dijo Vélez.
EXIGEN PRUEBAS EN TODA LA UPR
Debido a las alertas desatadas en estos dos recintos universitarios, el senador José “Joito” Pérez solicitó a la JCA realizar muestreos coordinados en todos los edificios de los 11 recintos que com-
Vamos a delinear un plan de muestreo para todos los edificios del sistema educativo de la Universidad de Puerto Rico. Nuestros estudiantes, así como demás personal de trabajo tienen que estar seguros del área que frecuentan” JOSÉ “JOITO” PÉREZ senador novoprogresista
prenden el sistema educativo de la UPR para corroborar si hay exposición de asbesto en los mismos. “Muchos edificios de la UPR fueron acondicionados para el nuevo año académico, así que existe la probabilidad de que haya re- siduos (de asbesto) en ellos. Es importante realizar los muestreos”, dijo. Ante esta solicitud, la titular de la JCA aseguró que se reunirá con el senador para informar los casos y establecer estrategias para manejar este asunto.