Con el pie en el acelerador
Pese a los retos que enfrenta, la industria automotriz lucha por mantener su estabilidad y sus niveles positivos de venta
La industria de autos en Puerto Rico empezó el 2013 con el pie derecho mostrando un crecimiento de doble dígito en sus ventas. Sin embargo, a medida que avanza el año, ese margen se ha ido achicando y el pasado mes de julio se vio un crecimiento de solo un 2.2%.
Entre el alza en los precios de la gasolina, las nuevas cargas contributivas y un posible incremento en los intereses de los préstamos de auto, algunos líderes de la industria se muestran cautelosos al hablar sobre sus proyecciones de ventas para este año. Aún así, muchos se niegan a ceder el territorio conquistado y mantienen una visión optimista hacia la segunda mitad del año.
Entre los optimistas se encuentra Carlos López-Lay, presidente de Bella Group, importadores y dueños de concesionarios en la Isla, quien aseguró sentirse positivo con el desempeño que tendrá su empresa este año.
“Yo tengo que visualizarme creciendo como lo he hecho hasta ahora. Tengo unas 650 familias que dependen de mí, tengo unos bancos que confían en mí, tengo unas marcas que represento, así que tengo que buscar la forma de seguir vendiendo mi producto, de dar un excelente servicio para que la gente me siga apoyando y sigamos creciendo como hasta ahora”, afirmó.
Otro que ve el vaso medio lleno es el presidente de Hyundai, Víctor Quintero.
“A pesar de la contracción en ventas que experimentó la industria durante el segundo trimestre, nosotros nos mantenemos positivos y lo seguiremos estando. Seguimos apuntando a llegar cerca de las 11,000 unidades vendidas durante el año, ocupando la posición número tres del mercado”, aseguró.
El empresario de origen venezolano reconoció que cualquier reforma que implique mayores gastos para el consumidor, siempre termina afectando a la industria automotriz, pero advirtió que aún es muy temprano para anticipar la magnitud del impacto que tendrán los cambios tributarios hechos por el Gobierno en las ventas de autos.
Lo que dicen los números
El más reciente informe de ventas de autos presentado por el Grupo Unido de Importadores de Automóviles (GUIA), reveló un crecimiento en lo que va de año de 1.9% con un total de 56,699 unidades vendidas. Solo durante el mes de julio se vendieron 8,036 autos, unos 173 más que el año pasado para el mismo periodo. Este leve incremento en ventas según José Ordeix, presidente de (GUIA), responde a la venta de flotas que usualmente se despachan durante el verano.
El alza contrasta con la baja consecutiva en ventas que padeció la industria durante los meses de mayo y junio. En general, Ordeix sostuvo que el mercado se ha mantenido estable porque las ventas se han mantenido, a pesar de la merma de los meses anteriores.
“La venta retail sigue dando indicios de estar afectada. Pero hay que decir que el 2013 ha sido un año errático porque hemos tenido meses como enero en los que la venta ha aumentado doble dígito, meses que han estado igual y meses que han estado por debajo”, dijo el portavoz de la industria.
Ahora bien, aclaró que, lo que pasará para la segunda mitad del año, en lo que a ventas se refiere, aún está por verse debido a las medidas impositivas que se están vislumbrando que entren en vigor próximamente.
Ajuste de proyecciones
Las proyecciones de la industria a principios de años era terminar entre las 101,000 y 103,000 unidades vendidas, cifra que ahora se pone en duda por los cambios contributivos que se avecinan. Ordeix se refiere a la implementación de la Ley 40, que originalmente se presentó como el Pro
yecto 1073.
“Entendemos es una ley muy lesiva para la industria de autos y los comerciantes en general. Entre los muchos temas que contiene, el de mayor riesgo para la industria es el tema de la patente nacional”, expresó Ordeix.
Según explicó, la industria se vería grandemente afectada por este impuesto, por la propia naturaleza del negocio de autos donde los precios de venta son muy altos. Sin embargo, comparativamente, los márgenes de ganancias, no lo son, afirma los entrevistados.
“Como la patente lo que grava es la venta bruta, este impuesto lo que va a ocasionar es que en algunos casos duplicará y hasta triplicará la tasa efectiva de impuesto de las empresas”, señaló Ordeix.
“Mientras más bajo sea el margen de beneficio de las empresas más lesivo se convierte el impuesto”, añadió.
Ante este panorama los más afectados serían los concesionarios, que de aplicarse como está la ley, tendrían que destinar casi el 50% de sus ganancias al cobro de la patente nacional.
Reina la preocupación
Ordeix destacó que la mayoría de los concesionarios en Puerto Rico tienen un nivel de ventas de entre $3 millones y $300 millones.
Por ende, les aplica el pago de 0.5% del total de ingresos según establece la patente nacional, independientemente de si generan ganancias o no.
“Estamos muy preocupados con esta situación por el efecto que esto pueda causar a largo plazo a nuestros dealers”, destacó el también el vicepresidente de Motor Ambar, distribuidora de las marcas Nissan, Kia e Infiniti en la Isla. Y añadió, “esto es fatal para nosotros. Además de que ya somos una de las industrias más gravadas con alrededor de un 20% que se paga en impuestos por vehículo. Esto sin sumarle el 7% de IVU que pagan las piezas por separado, además de lo que paga el negocio”.
El ejecutivo auguró que el temor de la industria es que la medida impositiva tenga el efecto contrario al que persigue, provocando que los negocios desaparezcan, que la demanda disminuya y que el gobierno en vez de recaudar más, termine captando menos.
Asimismo opinó Mario Dávila, presidente de Toyota Puerto Rico, quien advirtió que de implementarse las medidas tal y como estable la Ley 40, lo que posiblemente podría estar pasando es que lo que van a tener que pagar por concepto de la patente nacional se va a reducir del ingreso que recibe el fondo general por el pago de arbitrios.
“Ya el ingreso de la gente va a estar más bajo, porque al igual que a nosotros nos subirán los costos de operación le subirán a todo el mundo, lo que podría provocar una contracción en la economía y por consiguiente que se vendan menos autos”, expresó Dávila.
El plan de acción, según el ejecutivo de Toyota, es mirar el impacto de la medida para determinar cuál será el efecto que tendrá en las ganancias, tanto a nivel de concesionarios como de las marcas. Una vez lo sepan, determinarán cuánto de eso podrán absorber las empresas y si tendrán que pasarle algo de eso a los consumidores.
“Nuestra meta, antes de la ley, era alcanzar las 30,000 unidades vendidas (en el 2013). Ahora después de la ley no sabremos si vamos a cumplirlo”, sostuvo Dávila.
Toyota es la marca de mayor venta en la Isla. El año pasado vendieron 28,825 unidades.
Clima de inversión
“También (tememos) que inversionistas que antes estaban mirando a Puerto Rico como un destino de inversión
terminen descartándolo como opción”, expresó por su parte Ordeix.
A través de GUIA, los líderes de la industria han hecho varios acercamientos al Departamento de Hacienda en busca de ponerlos al tanto de esta situación, confirmó el presidente de GUIA.
“Nos hemos acercado como industria y creo que no será para ellos difícil entendernos porque sabemos que no somos los únicos afectados”, añadió. Ordeix no descartó que, de ponerse en vigor la medida como está escrita, estas imposiciones tributarias culminen con un alza en el precio de los vehículos.
“Entendemos que inicialmente no se contemplaba la patente nacional, fue algo que surgió después y que pasó sin un proceso amplio de discusión. Si el B2B era malo, la patente nacional es peor”, dijo.
Alternativas
El presidente de GUIA opinó que una forma efectiva de implementar la nueva Ley hubiera sido segmentándola por industria. Ordeix reveló que el sector de alimentos está en una situación similar, especialmente los supermercados.
“Mientras, seguiremos educando a nuestros socios de negocios y a la red de concesionarios. Nos hemos encontrado en el proceso de que muchos de ellos no conocían los detalles, pero sabemos que las marcas de autos en general están haciendo los esfuerzos para que estén preparados”, expresó.
“El efecto de esto no se va a ver ahora sino en los próximos meses. Por eso será difícil prever qué va a pasar”, concluyó.
Por su parte López-Lay, confirmó que solamente en la aplicación de la patente nacional su empresa tendrá que pagar aproximadamente $1.8 millones adicionales a lo que ya aporta Bella.
López-Lay dijo que se trata de un golpe muy fuerte para él como empresario local pero, al mismo tiempo, reconoció que se trata de una medida que intenta sacar a Puerto Rico de la crisis fiscal que enfrenta.
“En el caso mío, me afecta más porque soy una empresa netamente local (en referencia al negocio de la distribución de autos). El negocio mío es puro puertorriqueño y el riesgo está todo aquí”, dijo el presidente de Bella Group.
“Entendemos que el reto que tiene el gobierno es bien grande. Sabemos que la falta de ingresos era una situación que ya estaba ahí y la cual tenían que manejar para que Puerto Rico no perdiera su crédito. Es un problema bien complejo”, comentó.
“Estos son los retos que hemos seguido manejando por los últimos ocho años en Puerto Rico y que siguen apareciendo y con los que seguiremos trabajando”, añadió.
A la fecha la marcas que representa Bella Group - Honda, Mazda, Acura y Volkswagen- cada una por su cuenta ha mostrado un crecimiento de doble dígito, por encima del de la industria, siendo Acura la marca de lujo que obtuvo el mayor crecimiento en ventas durante el mes de julio, con 96 unidades.
Gasolina e intereses
Pero la situación del pago adicional de impuestos, no es el único factor que podría afectar las proyecciones de venta de la industria para este año, ya que según Ricardo García, gerente general de Chrysler International, el aumento en los precios de la gasolina y un posible incremento en los intereses de los préstamos de autos, como reflejo de la mejoría de la economía en Estados Unidos, podrían complicar el escenario actual.
“No podemos predecir qué va a pasar porque todo es algo muy reciente y ver el efecto que va a tener todo esto en el negocio puede ser muy oneroso y podría causar tanto el cierre de concesionarios, como el encarecimiento de los productos”, explicó García, quien contrastó la situación con lo que está pasando en Estados Unidos.
“La industria allá (en Estados Unidos) está en crecimiento y se está fortaleciendo, al igual que la economía americana. Esto ha dado paso para que los bancos ya hayan comenzado a subir los intereses en los préstamos de auto, una situación que a la larga se podría ver en la Isla”, comentó.
Cambio en tendencia
Con este panorama, el gerente de Chrysler pronosticó que es muy pro-