¿Eres enfermizo?
LAS INFECCIONES RECURRENTES, SEVERAS, NO COMUNES (RARAS) O MUY DIFÍCILES DE CURAR, SON SIGNOS DE ALERTA.
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En algún momento, todos hemos dicho o escuchado a alguien decir: “es que él es enfermizo”. ¿Qué significa ser enfermizo? ¿Es ser enfermizo un diagnóstico médico?
Desde el momento de la concepción, el niño por nacer está expuesto a miles de bacterias y virus. El cuerpo humano está diseñado para combatirlos. El sistema inmunológico es el responsable de vigilar y protegernos de estos microorganismos que atentan contra nuestra salud. El sistema inmunológico está compuesto de células y órganos que trabajan día a día para evitar que los virus y las bacterias nos hagan daño. No obstante, de vez en cuando, el sistema inmune no puede combatir la infección y nos enfermamos.
Todos, en algún momento, sufrimos de catarros e infecciones. Cuando los niños entran a la escuela o asisten a centros de cuidado tienen mayor exposición a bacterias y virus, y pueden enfermarse más. A medida que el sistema inmunológico madura, estas enfermedades deben reducirse. Hay otros factores que pueden contribuir a infecciones recurrentes, como la pobre nutrición, las condiciones crónicas como la diabetes, las enfermedades del corazón o pulmón, el cáncer, los factores ambientales y las condiciones alérgicas, entre otros.
¿Cuándo debemos preocuparnos? Hay niños y adultos que sin tener otras condiciones médicas o factores de riesgo, padecen de infecciones que se salen de lo normal. Las infecciones recurrentes, severas, no comunes (raras) o muy difíciles de curar son signos de alerta. Lo preocupante para los inmunólogos es la posibilidad de que estos pacientes padezcan de inmunodeficiencia primaria. Las inmunodeficiencias primarias son un grupo de enfermedades en las cuales un defecto genético en el sistema inmunológico no permite que este funcione correctamente.
Las enfermedades de inmunodeficiencia primaria son aquellas en las que el sistema inmunológico pierde la capacidad de combatir infecciones y el paciente está vulnerable a bacterias y virus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce más de 200 enfermedades de inmunodeficiencia primaria. Estudios indican que 1 de cada 1,200 personas en Estados Unidos padece de alguna de estas y pueden presentarse en la niñez o en la adultez. Los pacientes pueden vivir gran parte de su vida batallando infecciones que pueden presentar como infecciones de oídos, sinusitis, pulmonías, absceso en piel, hasta aftas bucales e infecciones por hongos. Sin el tratamiento adecuado, estas personas pueden sufrir problemas constantes de salud que pueden convertirse en enfermedades graves y atentar contra su vida. Estudios han demostrado que estos pacientes pueden sufrir por trece años de enfermedades frecuentes, antes de obtener un diagnóstico. Para proteger a las personas de infecciones frecuentes y potencialmente mortales, existe una alternativa terapéutica de reemplazo de inmunoglobulina. La inmunoglobulina, conocida como “anticuerpos”, es una proteína producida por células del sistema inmunológico que ayudan a combatir las infecciones. Otras alternativas de tratamiento son el interferón gamma, la terapia con antibióticos y el trasplante de médula ósea o la sangre del cordón umbilical.
Con un diagnóstico a tiempo y el tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes con inmunodeficiencia primaria pueden vivir vidas normales, saludables y productivas. Tu médico primario o un alergista inmunólogo pueden evaluar tu sistema inmunológico.