Conmovido Pakistán por la masacre de fieles
Más de 80 muertos por el ataque talibán a la salida de misa
ISLAMABAD, PAKISTÁN - Pakistán se encuentra conmocionado por la peor matanza cometida por los talibanes contra la comunidad cristiana, que costó la vida a más de ochenta personas y pone en jaque la estrategia de diálogo del Gobierno con los radicales.
El último recuento ha elevado a 82 el número de fallecidos, que aún puede subir dado el estado crítico de varios de los más de 140 heridos ingresados en hospitales de la localidad noroccidental de Pesháwar, en una de cuyas iglesias se produjo la masacre.
“No teníamos palabras ante el horror que teníamos delante”, explicó ayer a Efe el director de la Liga Interconfesional de Pakistán (APIL), el cristiano Sayid Ishaq, quien visitó ayer junto a diversas autoridades regionales a las víctimas hospitalizadas.
“No es solo un atentado contra nuestra minoría, sino también contra la humanidad de este país”, dijo Ishaq, quien calificó la situación tras el ataque “como la peor sufrida hasta ahora por los cristianos paquistaníes”.
Miles de miembros de la minoría cristiana -que agrupa a unos 4 millones de fieles- se manifestaron ayer en las principales ciudades del país asiático en protesta por la masacre y en demanda de mayor protección del Estado ante la violencia de los radicales.
El atentado suicida del domingo, en el que dos insurgentes talibanes hicieron explotar sendas cargas a la salida de la misa dominical en la iglesia de Todos los Santos, ha provocado enérgicas con- denas tanto dentro como fuera del país.
El papa Francisco y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, mostraron su repulsa por el ataque, mientras que dentro del país la condena ha sido unánime y ha revelado contradicciones en la clase política por su intención de negociar con los radicales.
“A causa de esto (el ataque), al Gobierno le es imposible avanzar en lo que había planeado y deseado”, afirmó el primer ministro, Nawaz Sharif.