Trágico final a una noche de fiesta
El prófugo participó en el asesinato de dos jóvenes en un restaurante en Isla Verde en marzo pasado
“YO SIEMPRE le he hablado claro a mis hijos de que la calle está mala, pero los jóvenes no hacen caso”.
Estas palabras salen del corazón de Eileen López al recordar la muerte de su hijo Manuel Otero López, de apenas 20 años, el pasado 2 de marzo en el restaurante Denny’s de Isla Verde, Carolina.
Fue una tragedia que llamó la atención en el país pues el crimen ocurrió a plena luz día frente a más de 30 personas, entre éstas familias que disfrutaban de un suculento desayuno en el negocio.
Otero López, quien moraba del residencial Las Margaritas, murió junto a su amigo, José Ramos Carrasquillo, de 22 años, a manos de tres sicarios que también comían en el mismo restaurante. Dos de los victimarios de este doble crimen, Pedro Casillas Díaz y Nelson Lora Zorrilla, de 31 y 32 años, respectivamente, fueron acusados y atrapados, pero queda un tercer individuo por ser arrestado.
Su nombre es Juan Carlos Pedroza Díaz, de 41 años, y figura en la lista de Los Más Buscados al ser acusado en junio de dos cargos de asesinato y violación a la Ley de Armas por este vil crimen. El hombre enfrenta además una fianza de $1.9 millones que le impuso la juez Ana Suárez Alejandro del Tribunal de Carolina.
DISCUSIÓN TERMINA EN MUERTE
La tragedia tuvo lugar a las 7:08 a.m. en el mencionado restaurante. Las víctimas, Otero López y Ramos Carrasquillo, acudieron al lugar con otros seis jóvenes para desayunar luego de pasar varias horas disfrutando en una discoteca en el área de Santurce, según dijo el agente Ricardo Pérez, de la división de Homicidios de la región de Carolina.
Precisamente, los tres victimarios también habían estado esa noche disfrutando en la misma discoteca, y también optaron por acudir a comer al mismo restaurante.
Eileen, la madre de Manuel, desconocía que esa noche su hijo había salido a bailar con sus amigos.
“Esa noche él estaba aquí (en el residencial) lavando carros lo más contento porque a él le gustaba eso de lavar carros, ‘mecanear’, arreglar motoras; ese era su pasatiempo y en eso era bueno. Yo me fui esa noche a cuidar a mi mamá, que está postrada en una cama porque le dio un derrame cerebral masivo”, contó esta madre de seis hijos.
“Antes de salir le dije a mi hijo, ‘no vayas para ningún lado’, y él me dijo, ‘mami, estoy bien’. Yo lo dejé tranquilo porque era un hombre hecho y derecho. ¿Qué pasó? No lo sé”, agregó la mujer.
La investigación policiaca reveló que mientras las víctimas y los victimarios estaban en el restaurante se suscitó una discusión entre ellos.
Minutos antes de la trifulca, uno de los acusados, Lora Zorilla, aparentemente fue directamente al baño mientras que los otros dos se acomodaron en otra mesa aledaña a las del primer grupo.
“Cuando Nelson regresa del baño pasa entre medio de la mesa donde está el grupo de jóvenes (de las víctimas) y le dicen algo, como que ‘¿qué pasa con la miraera?’ Ahí empiezan a discutir”, contó el agente Pérez.
La discusión verbal se tornó acalorada y física. Hubo empujones y forcejeos entre ambos grupos, todo esto ante la mirada atónita de los demás comensales y empleados que se encontraban en el lugar.
En medio del altercado, una de las víctimas, Ramos Carrasquillo, salió ca-
minando del restaurante y uno de los acusados, Casillas Díaz, salió detrás de él con un arma que le entregó su hermano y fugitivo, Pedroza Díaz. Afuera, le disparó en la cabeza.
Pero no se quedó ahí. Casillas Díaz entró de nuevo al restaurante y disparó en varias ocasiones contra Otero López, alcanzándolo en el rostro y un costado. El joven murió en el acto.
Luego, el atacante caminó hasta la parte posterior del restaurante, donde también le disparó a un tercero que sobrevivió.
“Entendemos que (las víctimas y victimarios) no se conocían entre ellos. Tampoco sabemos si existió algún problema anterior en la discoteca, aunque entendemos que no. Lo que sí es que se encontraron en el Denny’s”, dijo el agente.
VINCULADO AL BAJO MUNDO
Al mes de estos hechos, Casillas Díaz fue apresado por las autoridades federales por el delito de narcotráfico, pero también se le sometieron cargos por este doble asesinato.
Igual se sometieron cargos contra Lora Zorilla, y ambos enfrentarán juicio a partir del 6 de noviembre en el Tribunal de Carolina.
Los tres victimarios, incluyendo el hoy fugitivo, han tenido problemas con la justicia por drogas y robo, por lo que la Policía considera a Pedroza Díaz, de tez clara y seis pies de alto, muy peligroso.
“Se considera peligrosísimo porque es un tipo frío, ligado al mundo del narcotráfico. Tiene muy buenas conexiones en el bajo mundo”, dijo Pérez.
La Policía aún no tiene información sobre el paradero de este hombre pues, según Pérez, la persona que podría saber es su hermano y éste no quiere soltar prenda.
De hecho, en el fichaje provisto por la Policía aparece que Pedroza Díaz tiene domicilio en la calle Vargas en Canóvanas, pero lo cierto es que, según Pérez, este hombre y su hermano solían trasladarse mucho por la Isla, por lo que no hay o al menos la Policía no tiene una dirección residencial específica donde vivía el fugitivo.
“No se sabe si Juan Carlos siempre ha vivido en Canóvanas porque se mueve demasiado. Corrían todo Santurce, Villa Palmeras, hasta Guayama. Ellos se dedicaban al transporte de droga hacia Nueva York desde Puerto Rico”, indicó el oficial. El agente señaló que se sospecha que luego de haber participado en este vil crimen, Pedroza Díaz se fugó a los Estados Unidos.
CREE EN LA JUSTICIA DIVINA
Mientras los meses pasan, la madre de Otero López vive con la esperanza de ver que se haga justicia por la muerte de su hijo, un muchacho a quien ella describe como que era muy alegre, querido por muchos, y que no andaba en malos pasos.
“Él era un charlatán y así lo quiero recordar. Yo me deprimo y me siento muy triste porque no es fácil perder a un hijo, pero la vida continúa y yo creo en la justicia divina. Pero mi otro hijo de 19 años, hermano de Manuel, se afectó mucho y no ha superado su muerte. Yo lo digo siempre, la calle está mala”, apuntó esta maestra.
Si usted posee información que ayude a dar con el paradero de Pedroza Díaz, puede llamar de manera confidencial al (787) 793-0457 o al (787) 343-2020 o accesar la página www.3432020.com.