Buscan alivio por desempleo
El Senado echa hacia delante medida que renovaría los beneficios federales
WASHINGTON – La esperanza de reautorizar los beneficios federales por desempleo para los que llevan mucho tiempo sin trabajo, que inyectan $170 millones anuales a la economía de la Isla, descansa ahora en las negociaciones que se puedan dar con la mayoría republicana de la Cámara baja federal.
Ayer, una clara mayoría del Senado –54 demócratas y seis republicanos– despejó el camino para la aprobación de la legislación que permitiría extender esos beneficios hasta el 31 de marzo.
Los 60 votos conseguidos en una votación preliminar aseguran que el proyecto sea ratificado esta semana en el Senado, quizá hoy mismo.
La gran tarea de la Casa Blanca y los demócratas es convencer a la mayoría republicana de la Cámara baja federal de adoptar la legislación o negociar una transacción que modifique la legislación del Senado.
Ante la votación de ayer, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner (Ohio), afirmó que está a favor de extender los beneficios por desempleo si se incluye alguna medida que la financie y otra que impulse la creación de empleos.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid (Nevada), dijo que está dispuesto a examinar propuestas. EL IMPACTO FISCAL
El costo mensual para el erario federal de los beneficios por desempleo para los que llevan más de 26 semanas sin encontrar trabajo ronda los $2,100 millones. En diciembre pasado, cerca de 1.3 millones de personas recibieron asistencia federal por desempleo.
En el caso de Puerto Rico, un pro- medio de 33,000 personas solicitan esos beneficios cada mes, después de certificar que hacen gestiones para retornar al mercado laboral, según el Departamento del Trabajo de la Isla.
El cheque máximo que obtiene un desempleado es de $133 mensuales.
“Los que llevan mucho tiempo desempleados no son vagos. Se enfrentan a las consecuencias de la peor crisis económica en una generación”, indicó el presidente Barack Obama, al exhortar al liderato del Congreso a ponerse de acuerdo y renovar el programa federal para desempleados.
Para la economía de Puerto Rico, la cancelación de esta asistencia federal –que estuvo vigente durante seis años hasta el pasado 28 de diciembre– supone un nuevo golpe.
Ocurre en momentos en que también está pendiente extender el aumento en el reembolso por el arbitrio federal al ron, que le deja unos $33 millones anuales al Departamento de Hacienda y alrededor de $27 millones a las productoras de ron.