Una elección que haría historia
Puertorriqueña asumiría hoy el segundo puesto electivo en Nueva York
NUEVA YORK – Después de una campaña en la que le han imputado hasta echarle un maleficio a una oponente, la puertorriqueña Melissa Mark Viverito marcará un hito en la historia de la diáspora boricua si, como se espera, es elegida hoy presidenta del Concejo Municipal de Nueva York.
Mark Viverito, quien inicia su tercer término de cuatro años en el Concejo Municipal en representación del antiguo barrio boricua de Manhattan, sería la primera persona representante de una minoría racial o étnica en asumir el segundo puesto electivo en importancia de la principal ciudad de Estados Unidos, en la que viven 800,000 personas de origen puertorriqueño.
“(Su ascenso) crea la posibilidad de establecer un nuevo liderato latino en la ciudad con una agenda más progresista y un estilo orientado hacia las comunidades”, indicó ayer Angelo Falcón, analista y presidente del Instituto de Política Pública Latina.
Falcón destacó que el potencial de Mark Viverito para fomentar un nuevo liderato boricua en la ciudad se incrementa ante el hecho de que su elección pasaría por encima de la oposición de varios políticos puertorriqueños de El Bronx, con notables excepciones como las del congresista José Serrano y el representante José Rivera.
“Siempre la he respaldado”, dijo Rivera, al destacar el compromiso de Mark Viverito con las comunidades de base, desde que era funcionaria del programa ASPIRA, organizadora sindical y portavoz del movimiento “Todo Nueva York con Vieques”.
Cuando el nuevo Concejo se reúna esta tarde para iniciar sus funciones, llevará a votación quién será la próxima o el próximo speaker. Mark Viverito, quien ha tenido como principal oponente al concejal Dan Garodnick, necesitará por lo menos 26 votos.
A mediados de diciembre, Mark Viverito anunció el apoyo de por lo menos 30 de los 51 miembros electos del Concejo Municipal. El nuevo concejal de origen boricua de El Bronx, Ritchie Torres, es uno de los que la ha respaldado.
Desde que se consolidó como favorita para el puesto, Mark Viverito se ha enfrentado a críticas que han incluido el que no pronunciara hasta muy recientemente el juramento a la bandera estadounidense; haber obtenido -de forma legal- un préstamo gubernamental sin intereses para ayudar a financiar la compra de su vivienda; y no reportar a la ciudad ingresos generados por el alquiler de una propiedad.
La denuncia más reciente –que generó risas pero a la vez reflejó los prejuicios que ha sacado a la luz pública su candidatura– estuvo centrada en una demanda de una exoponente primarista, Gwen Goodwin, en que alega que un mural de un gallo dibujado en su edificio era un maleficio que le echó Mark Viverito. El trabajo artístico fue parte del programa ‘Los Muros Hablan’, el cual Mark Viverito conoció en San Juan y trajo al barrio boricua.
Cuando la ahora exspeaker Christine Quinn, quien es lesbiana, aspiró al puesto, también se enfrentó a una campaña de descrédito, dijo el analista Falcón. Pero, en el caso de la concejal boricua se añadió la dimensión étnica.
De las alegaciones en contra de Mark Viverito, Falcón considera que solo tienen legitimidad los informes de que debe contribuciones a la ciudad por ingresos generados por el alquiler de una propiedad, pero advirtió que es una falta común entre políticos neoyorquinos. “Va a tener que pagar multas”, dijo.
En términos políticos, a Mark Viverito también se le ha cuestionado si su cercanía al alcalde Bill de Blasio, quien fue clave en ayudarle a reunir los endosos que deben garantizar su elección, afectará su independencia de criterio como líder de la rama legislativa. Mark Viverito fue la primera persona hispana en un cargo electivo en apoyar la candidatura de De Blasio y está comprometida con su agenda progresista.
Para Falcón, no debe asumirse que la estrecha relación de trabajo entre De Blasio y Mark Viverito ponga en entredicho la independencia de criterio de la concejal boricua.
Pero, piensa que ese es un asunto que seguirá sobre el tapete y se pondrá en perspectiva con el correr del tiempo.