Un crimen por dinero
Neftalí Vázquez Cordero fue asesinado en medio de un robo tras identificar a los criminales
“¿POR QUÉ me hacen esto si yo los vi crecer? ¡No me maten!”.
Estas fueron las últimas palabras de súplica que Neftalí Vázquez Cordero, de 52 años, le hizo a sus agresores antes de ser asesinado en medio de un robo la noche del jueves 29 de agosto de 2013.
Al menos eso asegura haber escuchado su hijastro, Orlando Muñiz, de boca de terceros que conocieron de la vil muerte de su padrastro, con quien compartió por los últimos 14 años.
Fue una tragedia que ha llevado a esta familia, principalmente a la viuda Elba, a vivir con el dolor de perder a su amado y a suplicar por la captura de su alegado asesino, identificado como Jorge Román Rodríguez, de tan solo 18 años.
Este joven, apodado “Gogui” y residente del residencial Doctor Agustín Stahl en Aguadilla, es buscado desde el año pasado por la Policía, principalmente por la División de Arrestos Especiales y Extradiciones, pues está acusado en ausencia por la muerte de Vázquez Cordero, conocido también como “Egui”.
El hoy fugitivo enfrenta cargos en ausencia por asesinato en primer grado, robo y violación a la Ley de Armas, entre otros cargos, y se le impuso una fianza de $1,350,000.
“Mi mamá ha estado muy afectada. Yo la tuve que traer conmigo a vivir a la Florida. Queremos que toda persona que estuvo envuelta pague por el daño. La muerte de Egui fue una injusticia muy grande porque él era una persona humilde, muy querida por nosotros, por sus vecinos, por sus compañeros de trabajo. Él no tenía enemigos. Era bien respetuoso y para mi mamá fue un esposo excelente”, expresó Muñiz.
Si bien su muerte ha sido dolorosa para esta familia, también lo es el hecho de que se presume que la víctima, quien residía en la urbanización Villa Betania, detrás del residencial Doctor Agustín Stahl, conocía a sus atacantes. LO TUMBAN Y LE DISPARAN
La tragedia se reportó a las 7:50 p.m. La víctima se encontraba en la calle Anexo frente a la residencia #38, cerca de donde residía.
Según el agente de la División de Homicidios de Aguadilla, Edgar Pérez, aunque Vázquez Cordero laboraba en el aeropuerto de Aguadilla, también era prestamista y bolitero.
Todos los jueves, Vázquez Cordero hacía una ruta de venta de la bolita por el área para buscarse el peso. En sus rondas, siempre cargaba con el efectivo en sus bolsillos.
Su última ronda por la urbanización la hizo montado en una bicicleta roja y negra, pues era su medio usual de transporte. Allí se topó con un caballero al que saludó como de costumbre.
De repente, por el lugar pasó un vehículo de color oscuro, el cuál aún está bajo la investigación de la Policía. El auto se detuvo a pocos pies y de in-
mediato regresó en reversa e impactó a Vázquez Cordero.
“El auto impacta al hombre para tumbarlo y lo tumba al piso. También impacta una verja de una de las residencias y le da con el parachoques en la pierna izquierda al vecino no vidente que Vázquez Cordero había saludado”, contó el agente Pérez.
Cuando Vázquez Cordero cayó al suelo, acto seguido tres individuos se bajaron del auto y se le acercaron para presuntamente robarle.
“Durante el robo, el caballero que está en el piso parece que identifica a las personas, como que reconoció a uno de ellos y se lo manifestó como tal. Parece que como vieron que él los iba a delatar decidieron matarlo”, destacó el agente.
Esa noche, Vázquez Cordero recibió dos impactos de bala en el rostro: uno entró por el área de la ceja del lado izquierdo y el otro por el pómulo del lado izquierdo. Murió en el acto.
Román Rodríguez fue identificado por testigos como quien haló el gatillo arrebatándole la vida a “Egui”.
“MI MAMÁ QUEDÓ MAL”
Muñiz, el hijastro de la víctima, contó que esa noche su mamá escuchó algo, como un estruendo a lo lejos de su residencia, pero nunca imaginó que en ese instante le quitaban la vida a su esposo.
“Ella me contó que esa noche un carro llegó rápido a la casa del frente para avisarle al sobrino de mi padrastro que algo había pasado. Mami llamó a Egui (la víctima) a su teléfono para saber si había pasado algo, pero cuando marcó el teléfono el sobrino de mi padrastro contestó y le dijo a mami que Egui estaba tirado en el piso con dos tiros en la cabeza. Mi mamá quedó mal porque esa noche ella le había cocinado y estaba esperando a que él llegara, pero nunca llegó”, expresó Muñiz.
Luego de disparar contra Vázquez Cordero, los individuos huyeron rápidamente del lugar. Se desconoce la cantidad exacta de dinero que le robaron a la víctima, cuya identificación apareció en un zafacón cercano al área.
El agente Pérez sostuvo uno de los agresores, Keven Soto Rodríguez, de 19 años, fue arrestado por la Policía frente al residencial Doctor Agustín Stahl el mismo día que le radicaron los cargos, mientras que Román Rodríguez sigue sin aparecer.
“Es una persona peligrosa que hay que capturar”, expresó el agente Pérez.
QUERIDO POR TODOS
El hijastro de la víctima dio fe del gran cariño que mucha gente le tenía a la víctima, tanto así que más de 500 personas asistieron a la funeraria para su velatorio.
“Era una persona bien estimada. De él no se conocía que hubiese hecho mal a nadie”, dijo.
Una de las cosas que Muñiz, quien reside en la Florida, extraña de su padrastro era lo bien que la pasaban en familia durante sus vacaciones en Puerto Rico. Uno de los sitios favoritos de esta familia era La Parguera en Lajas.
“Yo venía todo los años a Puerto Rico y Egui siempre sacaba tiempo para compartir con mami y conmigo, paseamos mucho. Tengo recuerdos gratos de La Parguera. Allí nos montábamos en los barcos, comíamos frituras, siempre disfrutábamos”, agregó el hombre, quien recordó que la última vez que habló con la víctima fue en junio pasado.
En esa última conversación, este joven le notificó a su padrastro que lo vería en las Navidades del 2013.
“Eso no ocurrió, pero como quiera vine a Puerto Rico antes, cuando recibí la noticia de que lo habían matado. No lo creía y todavía no lo puedo creer”, destacó Muñiz, quien ha sido el apoyo de su madre para que ella siga hacia adelante ante la pérdida.
Si usted conoce el paradero de Román Rodríguez o posee alguna información que ayude en su captura puede comunicarse con la Policía de Puerto Rico a través del (787) 343-2020.