Palestinos celebran su muerte
RAMALA , Cisjordania - La muerte ayer de Ariel Sharon provocó un amplio rango de reacciones entre los palestinos, pero la tristeza no fue una de ellas: algunos festejaron y distribuyeron bocadillos dulces mientras otros oraron para que el exlíder israelí reciba un castigo divino o bien recordaron su papel central en uno de los episodios más sangrientos del conflicto entre israelíes y palestinos.
Los palestinos detestan profundamente a Sharon porque lo consideran el cerebro de ofensivas militares aplastantes en su contra en Líbano, Cisjordania y la Franja de Gaza, así como el arquitecto de la campaña de asentamientos más grande de Israel en tierras que ellos quieren para conformar su estado. La intensidad de esos sentimientos parece haberse dispersado un poco porque Sharon dejó el escenario público luego de estar ocho años en coma por una apoplejía.
La noticia corrió rápido en los campamentos de refugiados de Sabra y Chantilla, en Beirut, capital de Líbano, donde fuerzas aliadas con Israel sistemáticamente asesinaron a cientos de palestinos en septiembre de 1982, tres meses después de que Sharon ideó la invasión del vecino del norte.
“¡Sharon está muerto!”, gritó una palestina de 63 años en Sabra. “Que Dios lo torture”, dijo la mujer que sólo se identificó como Samia. “Debemos celebrar. Debemos disparar al aire”.
El presidente palestino Mahmud Abás se abstuvo de hacer declaraciones sobre la muerte de Sharon.