En cintura para ir al mercado de bonos
Con sus recaudos y ahorros, el gobierno tendría luz verde en el mercado de bonos
EL POBRE acceso del gobierno puertorriqueño a los mercados de bonos ha obligado la imposición de estrictas medidas de austeridad, ya que las limitaciones para tomar dinero prestado ponen en riesgo la simple continuidad de los trabajos gubernamentales.
El presupuesto actual partía de una simple premisa: se tenía que tomar prestado unos $820 millones para poder cuadrar la caja. Pero, contrario a años pasados, esta práctica parece inaccesible por el deteriorado crédito del gobierno y la falta de liquidez del Banco Gubernamental de Fomento (BGF).
Es una amenaza conocida de cerca por las casas acreditadoras, que han expresado abiertamente sus dudas en cuando a la capacidad del gobierno para cumplir con sus obligaciones fiscales, sin poder tomar dinero prestado.
El BGF ha expresado su intención de emitir nueva deuda pública en algún momento de este mes o en febrero. Reportes del banco indican que aunque sus libros están maltrechos, cuenta con el dinero para prestar los $820 millones que necesita el gobierno. Pero no le quedaría mucho más. Así que el gobierno ha optado por empezar a ajustarse el bolsillo.
“Estamos enfocados en nuestro plan de tomar todas las medidas necesarias para acceder al mercado de bonos. Vamos a seguir con el plan de austeridad vigilado las contrataciones y las deficiencias”, aseguró la secretaria de la gobernación, Ingrid Vila.
Según el director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP), Carlos Rivas, el gobierno intenta evitar a toda costa un sobregiro. Sin embargo, los aprietos surgen debido a los enormes desembolsos que tendrán que hacer por las liquidaciones de los miles de empleados públicos que se retiraron este año por la Ley 70 de jubilación temprana y las reformas a los sistemas de retiro del gobierno. El gobierno había creado dos reservas en el presupuesto para este tipo de gastos que suman $135 millones. Pero tal vez ese dinero no sea suficiente si en alguna agencia se gasta más de lo debido.
“Lo bueno es que hasta ahora el presupuesto se ha administrado según fue diseñado y eso nos está dando ahorros”, dijo Rivas.
El miércoles, Rivas anunció que el go- bierno central logró ahorros de unos $135 millones en los primeros cinco meses del año fiscal 2014. Parte de esa cifra se debe a la baja de $19 millones en gastos de nómina en comparación con lo proyectado en el presupuesto que ya contemplaba recortes por este concep- to. Rivas precisó que desde enero se han ido del gobierno central unos 17,573 empleados públicos. Sólo 7,733 de estos trabajadores han sido reemplazados por nuevos reclutamientos. Es decir, el 56% de las plazas las congelaron.
“Y muchos de los que se reempla- zaron son empleados de confianza con el cambio de gobierno”, precisó Rivas.
Señaló que estos cambios representan $65 millones menos en gastos de nómina si se compara con la empleomanía del año pasado.
La situación, sin embargo, es un tanto
más finita que estos números.
Por ejemplo, los ahorros de OGP en nómina probablemente tendrán que ser usados para sufragar parte de las liquidaciones de los empleados que se acogieron al retiro. Y en 2013, con las reformas a los sistemas de retiro del gobierno, son muchos los que optarían por enganchar las botas para no perder beneficios.
El resto de los desembolsos del gobierno son un tanto difícil de medir mientras el año fiscal progresa. Según Rivas, los sistemas de contabilidad del gobierno no ayudan a la gestión. Cada agencia tiene un sistema distinto y algunas instrumentalidades no están conectadas con el Departamento de Hacienda por razones particulares de la dependencia.
Del mismo modo, los presuntos ahorros son amenazados con las deficiencias que cargan varias agencias y corporaciones públicas que posiblemente terminen el año fiscal con números rojos, por lo que podrían terminar siendo subsidiadas por el gobierno central.
En la actualidad, el Departamento de Educación (DE) carga deficiencias presupuestarias que rondan los $149 millones. La Administración de Seguros de Salud (ASES), por su parte, tiene un déficit de $175 millones. Varias medidas fiscales prometen reducir las deficiencias del DE a $24 millones y de ASES a $60 millones. El Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), y la Administración de Ser- vicios Médicos (ASEM) también tienen déficit millonarios, pero los montos no fueron precisados.
Aún así, estimados muy preliminares ponen al gobierno con un sobrante de unos $7 millones al terminar este año fiscal. Esto es, sin embargo, si se cumplen con las expectativas de ahorro actuales y no surgen gastos extraordinarios en los próximos seis meses.
Hacienda, por su parte, espera sobrepasar sus proyecciones de recaudos aunque algunos conocedores del tema han puesto en duda los números de la agencia.
De acuerdo con lo anunciado el jueves la secretaria de esta agencia, Melba Acosta, los ingresos del gobierno ahora mismo están unos $80 millones por en- cima de lo proyectado para el primer semestre del año fiscal.
Y eso que el primer semestre es el que menos recaudos genera para el gobierno, explicó Acosta. El mes de abril, por ejemplo, con la presentación y el pago de las planillas de contribución sobre los ingresos, es el que más recaudos produce para el gobierno.
“Gran parte de los recaudos del Gobierno se reciben en el segundo semestre del año fiscal”, dijo Acosta.
Pero el exceso en los ingresos del gobierno están por ley regulados. Rivas explicó, por ejemplo, que gran parte de ese sobrante se usa para adelantar pagos de la deuda pública, por lo que no necesariamente pueden usarse para cuadrar la caja del gobierno.