Ayuda para los más necesitados
A 4 años del sismo, Haití necesita el apoyo boricua
UN NIÑO DE dos años que perdió sus brazos, uno de los cuales se lo amputó su propio padre para poder sacarlo de los escombros en los que quedó pillado tras el terremoto; pequeños que nacieron con deformidades que en otros países sería simple tratar, pero que sin los servicios médicos adecuados los han aquejado toda la vida; tumores benignos que han crecido sin control y han puesto en riesgo la vida de más de uno...
Estos son solo algunos de los miles de casos que los médicos voluntarios de la Fundación Haití se pone de pie han visto durante los últimos cuatro años.
“Muchas amputaciones se hicieron porque no estaban en el escenario apropiado. La cantidad de pacientes era increíble y había muy pocos cirujanos. Hubo muchas situaciones que, con el cuidado apropiado, se pudieron haber salvado muchas vidas. Pero Haití es un país que vive en un nivel de desesperación y miseria que es difícil de entender”, señaló el presidente de la Fundación, el ortopeda pediátrico Humberto Guzmán.
Hoy se cumplen cuatro años del terremoto que destrozó Haití, el cual causó la muerte de más de 200,000 personas. Cientos de haitianos continúan viviendo en las calles y los servicios médicos son escasos, razón por la cual los galenos puertorriqueños que se unieron por primera vez ese enero de 2010 para ayudar a las víctimas del sismo continúan con el mismo empeño viajando varias veces al año para proveer servicios médicos ortopédicos y prótesis a quienes los necesitan.
Los médicos y voluntarios de esta entidad han realizado unos 17 viajes a Haití, 154 cirugías y han colocado 147 prótesis en pacientes amputados, indicó el ortopeda.
Los médicos atienden a sus pacientes en un hospital de la Iglesia Adventista en la localidad de Carrefour, pero hacen las prótesis en Puerto Rico. Quieren hacer más, pero la logística para llevar los equipos a Haití es complicada, ya que solo pueden transportar lo que puedan cargar en sus manos, destacó Guzmán.
“Esto es un compromiso a largo plazo, tenemos que seguir yendo a Haití. Sobre todo por los niños, las prótesis se rompen, ellos crecen y hay que cambiarlas. Si no lo hacemos, ellos no recibirían esos servicios allá”, sostuvo el ortopeda pediátrico.
La Fundación Haití se pone de pie acepta donaciones de dinero y de prótesis usadas para continuar con su labor. Para más información, visite el portal www.haitiseponedepie.net o llame al (787) 907-4345