Vital el desarrollo del litoral costero
Sistema promete deslindes uniformes en la ZMT
“Una de las principales reglas del desarrollo sustentable es alinearse con la naturaleza, no combatirla”
-Desconocido
POR MÁS de cuatro décadas, el manejo de las 799 millas lineales de costa en Puerto Rico ha estado enmarcado por usos conflictivos.
Aunque se consideran áreas de alto valor natural y ecológico, las costas albergan buena parte de nuestra “infraestructura crítica”, a saber, aeropuertos, hospitales, termoeléctricas y plantas de acueducto y alcantarillado, entre otras.
Albergan, además, decenas de hoteles que le dan techo a quienes nos visitan y que, según estimados, aportan a la economía local unos $2,000 millones anuales en actividades costeras y playeras.
La escena la completan unidades o proyectos de vivienda, algunos erigidos con todos los permisos y otros que son considerados “construcción informal”. ¿Cómo se llegó a este punto? La pregunta es válida y las respuestas varían. Pero en consenso, el hecho de que el 24% de nuestras 799 millas lineales de costa ya está urbanizado tiene una causa principal: la falta de criterios uniformes para delimitar o deslindar los bienes de la llamada zona marítimo terrestre (ZMT).
Esa falta de controles quizás responde a lo ambiguo de la definición de la ZMT, lo que hace que cada cual la interprete a su manera. Este concepto evoluciona a partir de la Ley de Aguas de España de 1866, recogida luego por la aún vigente Ley de Puertos de 1880, extensiva a Puerto Rico en 1886.
Así, la Ley 151-1968, mejor conocida como Ley de Muelles y Puertos, establece que la ZMT es “el espacio de las costas de Puerto Rico que baña el mar en su flujo y reflujo, en donde son sensibles a las mareas, y las mayores olas en los temporales en donde las mareas no son sensibles, e incluye los terrenos ganados al mar y las márgenes de los ríos hasta el sitio en que sean navegables o se hagan sensibles las mareas”.
Como era de esperarse, la aplicación de esta definición llegó hasta el Tribunal Supremo.
En noviembre de 2009, el alto foro judicial resolvió que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), agencia que tiene el deber de “deslinde y saneamiento” de la ZMT, debe utilizar el criterio de “el mar en su flujo y reflujo” si el terreno a deslindar es sensible a las mareas; mientras que el criterio de “las mayores olas en los temporales” debe emplearse en terrenos donde las mareas no son sensibles. NUEVO SISTEMA
A dos meses de su llegada a La Fortaleza -y en un intento por aclarar la extensión de la ZMT y dejar en el pa- sado la definición actual-, el gobernador Alejandro García Padilla le ordenó a la secretaria del DRNA, Carmen Guerrero, completar en un año el deslinde de la polémica área.
El miércoles pasado, Guerrero y su equipo de trabajo presentaron el Sistema de Referencia Oficial de la ZMT, herramienta con la que no solo aspiran a “asegurar” el desarrollo sustentable del litoral costero, sino también a proteger vida y propiedad.
Según explicó Ernesto Díaz, director del Programa de Manejo de la Zona Costanera del DRNA, el nuevo sistema considera la mejor información disponible sobre los criterios necesarios para realizar deslindes en la ZMT, como datos de mareas, controles geodésicos, líneas de vegetación, indicadores físico-bióticos y fotos áreas, entre otros.
“Fuimos segmento a segmento por toda la costa e hicimos la línea de referencia de la ZMT. Este sistema da confiabilidad para cualquier proceso de agrimensura en la costa”, dijo.
Guerrero, por su parte, indicó que con el nuevo sistema “ya no se evaluará la Isla de forma fragmentada o caso a caso, sino de forma estandarizada”.
“Lo que queremos con este sistema es dar certeza en los procesos administrativos, para que los proponentes de proyectos estén claros de por dónde ir; esta línea de referencia los va a ayudar en la búsqueda de los permisos de construcción”, afirmó la secretaria.
Ambos funcionarios coincidieron en que el Sistema de Referencia Oficial de la ZMT servirá para guiar el futuro desarrollo del 76% de las 799 millas lineales de costa sin urbanizar.
Destacaron, su vez, que el sistema cobra relevancia y considera el contexto actual de cambio climático, al que se le atribuyen consecuencias como el aumento continuo en el nivel del mar, erosión costera y eventos atmosféricos cada vez más extremos. “UN BUEN INICIO”
Para Ruperto Chaparro, director del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico (UPR); y el oceanógrafo
físico, Aurelio Mercado, la creación del nuevo sistema constituye “un buen inicio” en el intento de homogenizar el manejo de la ZMT.
“Ahora mismo no hay deslindes hechos en muchas áreas de la ZMT y con este sistema ya los habría. En ese sentido, es una ventaja”, dijo Chaparro.
“Es un buen inicio porque de antemano las personas que quieren desarrollar un proyecto saben dónde están paradas. Si su proyecto cayó tierra adentro, no tienen problemas. Pero si cayó dentro de la ZMT, sí tienen problemas y tienen que bregar con las posibles consecuencias”, agregó Mercado, a quien le “preocupan” los casos de proyectos urbanos que “se puedan colar” en el litoral costero.
Ante esa posibilidad, Guerrero explicó que una vez el nuevo sistema esté “establecido y aprobado”, el Reglamento 4860 del DRNA -que requiere ser enmendado- dispondrá para que los proyectistas “argumenten” si su deslinde no coincide con el de la agencia.
“Cada proponente tiene que hacer el deslinde de su proyecto, pero con el nuevo sistema ya tienen un referencia oficial. Si existiera alguna diferencia, podrán presentar información para que argumenten que la línea establecida con sus agrimensores es distinta a la nuestra. El Reglamento 4860 permitirá eso”, sostuvo Guerrero.
Chaparro y Mercado también señalaron que el Sistema de Referencia Oficial de la ZMT “no puede eliminar” las visitas de campo de los expertos del DRNA para validar los deslindes. Esto, según dijeron, porque el ambiente costero es bien variable y requiere deslindes físicos.
“Unas veces la arena se retira y entra más el agua; eso depende de la temporada del año. Siempre se necesita validar los deslindes con un agrimensor de campo”, afirmó Chaparro.
Mercado, entretanto, dijo que su “única crítica” al nuevo sistema es que supuestamente “no considera” el aspecto del oleaje, pese a estar incluido en la definición de la ZMT.
“Con la erosión rampante que hay en la Isla, muchísimos terrenos que ahora caen fuera de la ZMT caerán dentro de 10 o 15 años. El aumento en el nivel del mar es un hecho”, declaró Mercado, al poner en duda que el nuevo sistema considere aspectos del cambio climático, como asegura el DRNA.
“La única manera de considerar cambio climático, particularmente erosión costera, es pronosticando dónde va a estar la orilla de aquí a 50 o 75 años e imponiendo restricciones de construcción en esas zonas. Ese mecanismo ya lo usan en todas partes del mundo, excepto en Puerto Rico”, lamentó.
LLAMADO AL DRNA
Más que contar con el nuevo sistema, la coyuntura actual debe servirle al DRNA para “internalizar” que su deber ministerial es proteger la ZMT, ya que se trata de un bien de dominio público, es decir, para el disfrute de todos, opinió Érika Fontánez, catedrática de la Escuela de Derecho de la UPR y experta en derecho de propiedad.
“En la práctica, el DRNA respondía a las peticiones de desarrollo en vez de tomar la iniciativa para proteger la zona. Los deslindes se hacían caso a caso, lo que impidió que el área se desarrollara de manera holística. Como el mercado dictaba la forma en que se desarrollaba la ZMT, lo que había era desparrame e inconsistencia en la aplicación de la política pública”, dijo.
Fontánez, por lo tanto, urgió al DRNA a no seguir reaccionando en función de quienes quieren “explotar” los bienes de dominio públicot y en cambio “mantenerse firme” en la defensa de una de las zonas más impactadas.
La expectativa del DRNA es que el Sistema de Referencia Oficial de la ZMT esté funcionado cabalmente en agosto o septiembre próximos. Durante este mes y el próximo, la agencia celebrará varias reuniones públicas buscando “fortalecer” la herramienta.