El Nuevo Día

Fiesta de antigüedad­es sobre ruedas

Es una costosa, pero buena inversión

- POR CARLOS GIUSTI carlos.giusti@gfrmedia.com

CIENTOS leyeron sobre historia ayer, no en un libro, si no de la pintura y capota de las reliquias automotric­es expuestas en la vigésima primera edición de La Gran Feria de Autos Antiguos de Puerto Rico, celebrada en el estacionam­iento del estadio Hiram Bithorn.

En el oasis automovilí­stico había más de 1,600 antigüedad­es sobre ruedas, bajo carpas dedicadas a la Corveta, el Porche, modelos de la Ford como el Fairlane, Mustang y Modelo A, al igual que los británicos Jaguar, MG y Triumph, y modelos militares, entre otros.

Francisco Santos, de Toa Baja, es dueño de un Ford Modelo A de 1930, al que llama “mi nene”.

“Ese vehículo se usó mucho para la época del transporte de ron clandestin­o”, señaló el retirado de 67 años de edad, quien aseguró que en el evento “se conocen nuevas amistades y se comparte muy bien”. “Esto es un evento completame­nte familiar… papás con sus hijos, abuelos, tíos”, expresó José Scalley, promotor del evento. Catalogó la asistencia de muy buena y espera que hoy sea mejor.

“El hobby puede ser costoso, pero por otro lado es una buena inversión, porque tienes tu dinero asegurado, siempre y cuando mantengas tu carro en buenas condicione­s… Los carros antiguos siempre van a estar subiendo de valor”, añadió Scalley.

Rubén Muñiz, coleccioni­sta de 68 años de edad residente en Bayamón, posee un modelo Mustang de 1966 que tiene asegurado por $35,000.

“Yo combino el trabajo con el placer… Vendo seguros de autos antiguos, así que mucha gente se me acerca y compra la póliza”, comentó.

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FRANCISCO Santos y Ernesto Ayala Cotto, junto a sus modelos A de 1930 y 1929, de la casa automotriz Ford.

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