El Nuevo Día

EL VIÑEDO EN LA COPA

Vinos y proezas con Donald Patz

- POR MARCOS MERCADO

Mediante una lectura espiritual y ajena al oficio de la sumillería, me obligué a atender la distancia entre el concepto de lo que se pretende obtener y los componente­s de acción , compromiso y disciplina hacia tales logros.

En el mundo chiquito de los vinos, éste corolario es requisito indispensa­ble para explicar el porqué unos viñedos vecinos rinden tan diferentes unos de otros. En cierto modo, todo lo que ocurre en el viñedo se revelará en la copa.

Queda el argumento de que ciertas cosas se corrigen durante la vinificaci­ón con buenos resultados. ¿Qué ocurre cuando se apuesta a no corregir nada, sino a traducir el viñedo hacia la copa? Veamos.

El protagonis­ta del escrito lo es Donald Patz, quien junto a James Hall, Heather Patz y An- ne Moses funda la firma Patz &Hall en el 1988.

El concepto es conseguir contratos a largo plazo a manos de cosecheros de compromiso y rendimient­o para crear vinos de la más alta gama posible.

Desde el ángulo del negocio del vino, es una propuesta económica sana. Tal vez los cosecheros tienen contratos con más de un bodeguero, por ejemplo.

Crear una marca con viñedos propios y bodega integrada es una inversión fuerte. La calidad mutua asegura el éxito. Dichas relaciones son muy comunes en Francia, tanto en Champán como en la Borgoña, y en España ya hemos visto licitadore­s con vinos de concepto, como Jorge Ordóñez, que producen y ofrecen vinos tales.

La mano de James Hall como enólogo-en-jefe es muy experta, exigente y respetuosa de la vid.

Charlamos y catamos junto a Donald Patz el pasado 21 de enero de 2014, en un steakhouse muy bueno de Hato Rey, a horas de almuerzo.

LA FRUTA EN LA MESA

En un momento de la charla, Donald menciona uno de sus proveedore­s de uva, el afamado Dutton Ranch de Sonoma.

“Corrigéme Donald, ¿Dutton Ranch colinda con la finca de Marimar Torres?” y me contesta un “Sí, estás bien situado” sin soltar prenda, así que tengo que armar otra estrategia para saciar mi curiosidad.

“Recuerdo haber visto ésos viñedos, Edwin (Alfonzo Cruz, director de vinos de V. Suárez) nos llevó a verlos en el 1995. Hay gran diferencia en como cultiva cada finca”, le dije.

Donald esgrime el verbo certero de una persona con gran sensibilid­ad y aguda finura política.

“Dutton nos rinde una fruta muy especial, y es cierto, luce

algo silvestre comparado al régimen de follaje, espesor y distancia entre viñas de Torres. Sin ánimo de comparar, la fruta que nos llega de Dutton a la mesa de escoger, pues mucha fruta se descarta y se queda en el piso. Son detalles que otros no se tomarían el esfuerzo (…) uno que otro racimo irregular, piezas con más tronco que fruta, cosas así (…) pero eso no es defecto, pues la fruta ocurre y es perfecta”.

Mi silencio por fin funcionó y nos siguió contando.

“En cambio, otros viñadores nos entregan un nivel uniforme de madurez y nitidez en fruta. Te voy a mencionar uno, el Chenoweth Ranch, que uno empieza a escoger la fruta en la mesa y toda está bien, el piso queda limpio, no hay gran cosa para descartar. Es otra fruta perfecta, distinta (…) el viñador trabaja de ésa manera (…)”.

Perseguí el asunto de los nuevos cosecheros. Donald respon- dió elocuente y manso, pero sus palabras en medio de la zona bancaria de Hato Rey las escuché hasta la frontera incómoda de lo incordio.

“Los cosecheros nuevos nos halagaban con su comprensió­n y acuerdo respecto a lo que queríamos de fruta. Luego les visitábamo­s y se ausentaban (…) los viñedos sin atender (…). Es la experienci­a nuestra, no dudo que las circunstan­cias cambian y se desarrolla­n nuevas fuerzas, es muy propio laborar con cosecheros viejos, que entienden y cumplen”.

En la vida y el vino, a veces la distancia entre el concepto y la acción es tan grande que se requieren proezas.

Donald Patz y su firma las lograron en menos de tres décadas, en competenci­a con marcas y una oenotria californie­nsis diversa, competitiv­a y de calibre mundial. En medio de los temas sonsos del final del almuerzo, guardé silencio.

 ??  ?? El autor es sumiller y educador en vinos con 28 años de experienci­a. Ha trabajadoc­on importante­s restaurant­es de Puerto Rico y del exterior. Actualment­e labora en Augusto's y ofrece sus recomendac­iones en las páginas de Por Dentro
El autor es sumiller y educador en vinos con 28 años de experienci­a. Ha trabajadoc­on importante­s restaurant­es de Puerto Rico y del exterior. Actualment­e labora en Augusto's y ofrece sus recomendac­iones en las páginas de Por Dentro

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