El DNA de Rita Moreno
DESDE el primer momento que escuchas su voz, aterciopelada y calurosa como una canción de Ella Fitzgerald, te sientes a gusto. Te parece que estás hablando con alguien que conoces desde siempre. Alguien con quien podrías conversar de esto y aquello. Y te encuentras con la grata sorpresa de que esa voz le pertenece a la fabulosa actriz, cantante e intérprete puertorriqueña – Rita Moreno. La conoces como la Anita de West Side Story, la Elizabeth Taylor latina, la única hispana en ganarse el Oscar, el Grammy, el Tony y el Emmy, y recientemente galardonada por el Screen Actors Guild con el “Lifetime Achievement Award”. La que a los 82 años tiene una carrera que va viento en popa y la que acaba de anunciar su participación en un episodio piloto con la comediante Amy Poehler. Pero lo que te encanta descubrir es que arropada en esa voz de Rita Moreno sigue estando la hija de Puerto Rico, Rosita Dolores Alverio. La que nació en Humacao y se crió en una casa color de mantecado rosa en Juncos, las plantas de maguey en el patio adornadas con cascarones de huevos en las puntas. Donde su abuelo Justino le enseñó a bailar. El lugar donde comenzó su amor por las artes interpretativas. Rosita Dolores Alverio dejó su amado Juncos a los cinco años de edad, cuando su madre, Rosa María Marcano, tuvo la valentía en aquel entonces -era el 1936- de divorciarse y buscar mejores horizontes para ella y su hija.
Dice que fue la tenacidad de su madre la que le dio la fuerza para atesorar su sueño de ser actriz y alcanzar las estrellas. “Ella era una mujer excepcional, excepcional. Imagínate ir a una fábrica tipo ‘sweat shop’, no sabiendo una palabra de inglés. Claro, eso les paso a muchas mujeres, pero yo lo viví en carne propia porque era mi mami. Buscando trabajo y haciendo dinero. Haciendo trabajos extras”.
Perseverancia. Ese es el legado de su madre y la palabra que define a Rita Moreno, lo que lleva en su ADN. Y de eso fue de lo que se tuvo que agarrar en sus principios en Hollywood, cuando luchó para romper las barreras del racismo y el sexismo y llegar a la cima de su profesión, la única mujer hispana en ocupar tan importante lugar.
Su Oscar se lo ganó con su poderosa representación de Anita en West Side Story, el primer papel donde actuaba como una hispana verdadera, como una verdadera puertorriqueña.
Le pregunto si la situación para los latinos en Hollywood ha mejorado u empeorado.
“Yo creo que ha mejorado. Pero aún no es suficiente. Todavía no”. Rita Moreno dice que su mayor logro es aun estar aquí. ¿Y qué le diría a una Rita joven? “Educación, educación, educación. Porque no hay ninguna garantía que tú vas a ser una estrella. Punto. Tienes que tener una aptitud para lograr un trabajo que pague bien. Para que pague no solo tu ropa y la renta y comida, sino también para clases en la profesión que tú has escogido en tu vida. Tienes que tener el dinero que pague por tu sueño. Para que tengas la valentía de perseguirlo”.
HERENCIA DE PERSEVERANCIA, TEMPLE Y VALENTÍA