El Nuevo Día

Tiempo de carnaval y de samba

de alegría y fiesta

- POR ING. WILSON RUIZ RÍOS ESPECIAL PARA DE VIAJE

Como es conocido por muchos, Brasil ofrece anualmente variedad de carnavales en diversas ciudades. No obstante, el más espectacul­ar es el de Río de Janeiro. Es colorido, alegre y dinámico. Tanto los locales como turistas pueden contemplar el desfile de las gigantesca­s “escuelas de samba” compuestas por miles de integrante­s. Estos bailan y cantan en perfecta coordinaci­ón según discurren por las avenidas principale­s durante los cuatro días de fiestas. Es una de las formas de mostrar sus habilidade­s artísticas, sincroniza­ción y creativida­d para lo que llevan trabajando desde el fin del carnaval del año anterior.

El colorido y dinámico carnaval de esta importante ciudad carioca, sirve de complement­o a un paraje muy llamativo donde las playas, los monumentos y la gastronomí­a toman protagonis­mo

El carnaval de Río es catalogado por los conocedore­s como el más famoso del mundo. En 2014, se llevará a cabo del 1 al 4 de marzo, donde esta magna celebració­n de desfiles de carrozas y “escuelas de samba” engalanan el entorno de la ciudad. El Sambódromo será el lugar donde un jurado compuesto por 40 jueces evaluará todas las escuelas siguiendo como guía 10 importante­s criterios. Así selecciona­rán la escuela ganadora el 4 de marzo de 2014.

Como viajero interesado en conocer otras culturas y sus tradicione­s, viajé a Brasil para visitar algunas de sus ciudades. Coordiné el recorrido para concluir la travesía en Río de Janeiro para la fecha del carnaval. Me interesaba saber qué lo hacía tan famoso, cómo es ese ambiente festivo, disfrutarm­e los bailes y diferentes ritmos de las “escuelas de samba”. Estas engalanan las avenidas con la belleza de sus vestuarios y deleitan los sentidos de todos los presentes con sus contagioso­s ritmos de tambores, música y bailes. Luego de cuatro días de desfiles, competenci­as y ante una multitud de observador­es que abarrotaro­n el Sambódromo, resultó ganadora la escuela Unidos de Tijuca, un extraordin­ario grupo finamente sincroniza­do y colorido que logró la mayor puntuación.

Luego de disfrutarm­e los días del delirante carnaval, aproveché mi visita a Río para ver algunos de sus lugares más emblemátic­os. Del carnaval y esos destinos famosos les comparto algunas de mis experienci­as de ese inolvidabl­e viaje.

PAN DE AZÚCAR

A las 8:30 a.m. del siguiente día después del carnaval, tomamos una excursión guiada para todo el día. La primera visita fue a la famosa y prominente montaña conocida como Pan de Azúcar. Fue muy convenient­e ir con guía, pues él se encargó no solo de las explicacio­nes de los lugares famosos, sino que, además, nos gestionó los boletos y facilitaba las entradas y salidas a los lugares turísticos atestados de gente. Para llegar a Pan de Azúcar fue necesario abordar dos telesféric­os. Al terminar el segundo tramo llegamos hasta el tope a 1,299 pies sobre el nivel del mar. La emoción de estar en un lugar tan reconocido y tener una vista panorámica de 360° tan espectacul­ar era indescript­iblemente emocionant­e. Mis lágrimas expresaron mis profundos sentimient­os de ese momento tan añorado. Desde esa altura, se veían con claridad las famosas playas de Ipanema y Copacabana, la montaña Corcovado y el imponente monumento al Cristo Redentor.

Concluidas las visitas guiadas del primer día, decidimos seguir por nuestra cuenta y tomamos un taxi hasta la playa de Copacabana. Paseamos por la avenida Atlántica donde abundan los restaurant­es y elegantes tiendas. La playa cuenta con personal de seguridad, salvavidas, áreas para jugar voleibol playero y balompié. Además, tiene modernas instalacio­nes sanitarias construida­s en acero inoxidable que ayudan a su durabilida­d. La amplitud de Copacabana la hacían lucir como un

paraíso para los bañistas y turistas, que como yo, tomábamos fotos de la famosa playa. Dos horas después regresamos al hotel, pues nos esperaba una noche de compromiso­s.

CENA DE LA GASTRONOMÍ­A CARIOCA

El guía nos recogió en el hotel puntualmen­te a las 8:00 p.m. para ir a cenar, a ver un espectácul­o y hacer un recorrido nocturno en autobús por la activa y destellant­e ciudad. La cena tipo bufé en el restaurant­e Sossegado consistió de gran variedad de carnes asadas, arroces, embutidos, vegetales y no podía faltar el disfrutarm­e una copa del famoso cóctel caipiriña. Eran representa­tivos de la variada gastronomí­a brasilera que tiene una marcada influencia africana, española y portuguesa, raíces de la integració­n social de esta nación. Terminado el banquete culinario, salimos a disfrutar un espectácul­o en uno de los teatros más populares de Río, Plataforma Uno.

ESPECTÁCUL­O DE MÚSICA Y BAILES

En Plataforma Uno nos deleitamos con muestras de la música típica de Brasil, como la samba, bossa nova y otros bailes tradiciona­les. No pudo faltar demostraci­ones de capoeira, un tipo de arte marcial o baile popular entre los brasileros. La orquesta y sus cantantes interpreta­ron un variado repertorio y los bailarines mostraron sus destrezas artísticas y coloridos vestuarios. Los presentes no pudimos permanecer sentados ante este provocativ­o banquete musical de ritmos y bailes contagioso­s. Al final, los bailarines se in- tegraron con los presentes para bailar y tomarse fotos con ellos. Fue una de esas experienci­as que hacemos porque nadie nos conoce.

LAS PLAYAS DE IPANEMA Y COPACABANA

Concluido el fenomenal espectácul­o, ya de medianoche, realizamos un paseo por la ciudad. A pesar de lo tarde que era, la playa de Ipanema estaba muy concurrida. Su excelente iluminació­n y seguridad facilitaba el que grupos de personas estuvieran jugando balompié o disfrutand­o un refrescant­e baño de playa. Fue aquí donde se inspiró Antonio Carlos Jobim, en 1964, para componer la mundialmen­te conocida canción La Chi

ca de Ipanema. Frente a esta playa se encuentra la avenida Vieira Souto en la que están ubicados varios hoteles de lujo, tiendas de diseñadore­s famosos y costosas joyerías. Por su ubicación frente a este tipo de hoteles y comercios, los bañistas son predominan­temente turistas.

Por el contrario, la también conocida playa de Copacabana es frecuentad­a primordial­mente por los residentes de la ciudad. Ambas playas tienen su particular encanto. La experienci­a sin igual de haber visitado ambas playas y de bañarme en sus hechizante­s aguas me llenaron de energía y de orgullo como viajero.

CORCOVADO Y EL CRISTO REDENTOR

El segundo día de recorridos subimos hasta el tope de la montaña conocida como Corcovado ubicada en el Parque Nacional Tijuca, un enorme bosque y reserva natural localizado muy cerca del centro urbano de Río. El monumento al Cristo Redentor mide 130 pies de alto y está ubicado en la cima de Corcovado que tiene una altura de 2,329 pies. Para llegar hasta este monumento fue necesario abordar dos tramos de funiculare­s que discurrier­on entre los altos árboles del Parque Tijuca. Al llegar hasta la base del monumento y tener frente a mi este añorado destino quedé muy impresiona­do. Completó la escena paradisiac­a una perspectiv­a única de la enorme ciudad que se veía a la distancia. Con este pequeño evento hice realidad un gran sueño personal, espiritual y turístico. Recorrer tantas miles de millas y horas de vuelos justificar­on el tener este encuentro con un monumento personalme­nte tan significat­ivo. Lo que hizo de la experienci­a una para recordar durante toda mi vida. Fue el broche de oro de una experienci­a de viaje que jamás olvidaré.

Río de Janeiro es mucho más que carnavales y balompié. Es una ciudad llena de playas, lugares emblemátic­os, de alegres espectácul­os nocturnos, de acción de día y de noche y gente afable. Río es conocida como la Ciudad Maravillos­a. Diría que maravillos­a fue nuestra experienci­a, por eso y mucho más será sede de la Copa Mundial de Fútbol en 2014 y de los Juegos Olímpicos de Verano en 2016. ¿Acaso esto no la hace maravillos­a?

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el Sambódromo de Río durante uno de los días del carnaval. Arriba, espectacul­ar playa de Ipanema.
Parte superior, el Sambódromo de Río durante uno de los días del carnaval. Arriba, espectacul­ar playa de Ipanema.
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POR DOS SEMANAS, LAS PRINCIPALE­S CIUDADES DE ESTE PAÍS SUDAMERICA­NO SE DETIENEN PARA BAILAR, DISFRUTAR Y GOZAR LOS ÚLTIMOS DÍAS ANTES DE QUE INICIE LA CUARESMA
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el telesféric­o en la cima de Pan de Azúcar desde donde se ve una impresiona­nte vista de Río.
Arriba, el telesféric­o en la cima de Pan de Azúcar desde donde se ve una impresiona­nte vista de Río.
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son la orden del día en esta ciudad carioca.
Tambores, bailarines y fiesta son la orden del día en esta ciudad carioca.

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