¡Puerto Rico, sí!

Ya cansan las denuncias tontas de que nos vamos a hundir. No es que no estemos conscientes de los problemas económicos, del desempleo, de las malas ideas de los gobiernos, ni del saqueo que bajo los gobiernos de Rosselló y Fortuño experimentamos, que es lo que nos tiene quebrados. Nuestro país ha estado aquí por más de 500 años y no se va a hundir en el océano.

La cantaleta con la emigración es otra que hastía. En el siglo XIX y principios del XX la emigración de países europeos a Estados Unidos fue masiva. Ningún país de los que contribuyeron a la hoy llamada cultura estadounidense ha desaparecido.

Me dirán que los que se iban eran los trabajadores que eran ignorantes, mientras que de Puerto Rico se está marchando el “talento”. ¿Y quién se fue de Europa en los albores de la Segunda Guerra Mundial? ¿El enterrador? Ése se tuvo que quedar atrás para enterrar los muertos de Hitler y Stalin. Se fue de Europa la flor y nata de la física, la química, la ingeniería, la arquitectura y las artes. Muchos se fueron de España, de Italia y de Alemania huyéndole a Hitler y sus amigos. De la Unión Soviética no se podían ir, porque no los dejaban. Lo más sorprendente es que de Alemania sí que se fue un talento impresionante. Además fue destruida por las bombas. Y ahí está, tan fuerte como lo fue. La historia es cíclica y se pasan tragos amargos y buenos.

¿Cuál es el talento que se va de aquí que equivale a lo que perdió Alemania durante la guerra por muertes o emigración? No es que esté minimizando nuestro talento; es que no andamos, como quiere hacer ver un grupo de pesimistas, en las de quedarnos brutos a causa de la emigración. Que se van los profesionales. Formamos más. Y les daremos el respaldo que requieren para que ayuden al país. Hay que buscar las mejores ideas para crear empleos y asegurarles trabajos a los mejores. De todos los estados de esa nación a los que tantos quieren pertenecer se va gente joven en busca de trabajo a otros lugares. La emigración a otro lugar o a otros países en busca de trabajo no es un problema único de Puerto Rico

¿Que están emigrando los jóvenes? ¿Que las tasas de natalidad están bajando? ¿Que estamos envejeciendo? Vayan a ver las tasas de natalidad en España, en Francia y en Alemania. Ésas han estado cayendo por años. Además, si nos ponemos muy viejos hay que buscar la forma de sacarle provecho, en vez de rendirnos como si fuéramos unos tontos. Aquí hay muchos viejos talentosos que pueden contribuir. Lo que hay que hacer, en vez de lamentarse de ello, es usar el casco y ver cómo pueden contribuir a la sociedad. De hecho se me ocurren muchas cosas que “los viejos” podrían hacerlo mejor que los jóvenes que lo hacen ahora. En Puerto Rico. Donde hay tanto viejo.

Eso sí, necesitamos que se queden los que desean ayudar al país. No los que maldicen al país y lo menosprecian, y usan como eslogan la realidad de la emigración, el envejecimiento, la debacle económica para tomar posiciones políticas e ideológicas. Si alguien tiene que irse, le debemos desear suerte y mejor vida en los enclaves que tratan de formar en tierra extranjera una especie de Puerto Rico de cartón. De esos lugares de los que hay que regresar en las Navidades y las vacaciones para tener lo que es real: esta tierra bella en que nacieron. Los que ya no vuelven, santo y bueno, se integraron al “American dream”. Such is life!

Me hastía de igual forma el cliché de la calidad de vida en Estados Unidos. ¿La calidad de vida de quién y dónde? En una reciente encuesta de Travel+Leisure Magazine, San Juan fue declarada como la tercera ciudad de gente más atractiva y de mejores playas, de la mejor comida “étnica”, y el mejor lugar para esperar el Año Nuevo, y 14 grandes ciudades del norte son más sucias.

He vivido en seis de ellas y visitado las otras. Ninguna ofrece para mí la calidad que requiero para mi vida. Eso lo hace uno, no el sitio donde se vive.