Un déficit de cumplimiento
Recientemente este rotativo presentó los resultados de una investigación acerca de la labor de nuestros legisladores, que arrojó como resultado la existencia de un “rampante ausentismo”. En el reportaje se ofrece evidencia de cómo tanto en el Senado como en la Cámara se ha observado un creciente patrón de ausentismo que puede estar vinculado a la Ley de Reforma Legislativa del 29 de mayo de 2013, que suprimió dietas por asistencia y otros estipendios adicionales.
Es indudable que la información ofrecida es sumamente preocupante, ya que refleja una grave falta de compromiso no sólo referido a las sesiones sino también a las vistas de la comisiones. El colmo es que se han detectado algunas comisiones prácticamente inoperantes y otras que nunca han hecho vistas públicas.
Entendemos que el trabajo de los legisladores no solamente consiste en estar en sus oficinas o asistir a las sesiones de las comisiones, sino también acudir regularmente a atender situaciones relacionadas con los municipios que representan. Esto les permite mantenerse en contacto con las comunidades. Por medio del conocimiento logrado podrían preparar nueva legislación para ayudar a resolver los problemas sociales que inciden negativamente en la calidad de vida.
Si estuviesen haciendo esto a cabalidad, podríamos explicarnos la falta de asistencia de algunos. Lo que tendríamos que determinar es si los que no están cumpliendo con una asistencia adecuada a la Legislatura en realidad están atendiendo a sus constituyentes. En el caso de los que incumplen las dos cosas, le están fallando al pueblo por partida doble que los seleccionó.
Considero que esta situación debe estudiarse desde todos los ángulos posibles y determinar qué hacer. Se trata de algo insostenible y los propios cuerpos legislativos deben analizar el asunto y buscarle remedio urgente.
Sigo pensando que retomar la unicameralidad puede ser uno de esos remedios.