Grandes, inteligentes y sensibles
Los elefantes son capaces de reconocerse así mismos frente a un espejo, de resolver problemas y sentir solidaridad
LOS ELEFANTES
son animales notables. Viven en grupos muy unidos y son capaces de ayudar a animales heridos y traerles comida y agua.
Muestran pena cuando un miembro de la familia muere e incluso a veces entierran a sus muertos o los cubren con hojas.
Como publica BBC Mundo, cuentan además con una memoria excepcional y mapas mentales complejos, resuelven problemas como apilar bloques para alcanzar comida y usan ramas y rocas como herramientas.
Increíblemente, entienden el significado de apuntar. Algo que para nosotros parece básico y que otras especies como los perros también comprenden, pero que la mayoría de los animales -incluidos los chimpancés-, no.
Quizás aún más extraordinario, los elefantes pueden imitar sonidos de sus pares e incluso algunas palabras humanas.
Pueden también reconocerse en un espejo, lo que sugiere un nivel de autoconsciencia que en los animales sólo puede encontrarse en grandes simios, cuervos y en algunos delfines.
En el caso de los elefantes asiáticos, un estudio que publicó ayer la revista PeerJ , citado por la Agencia EFE, concluye que éstos se consuelan y calman unos a otros con contacto físico y vocalizaciones cuando están angustiados.
“Durante siglos, la gente ha observado que los elefantes parecen ser animales muy inteligentes y empáticos”, señaló el autor del estudio, Joshua Plotnik, quien estudiaba en la Universidad Emory, en Atlanta (Georgia), cuando inició la investigación. “Pero, como científicos, teníamos que probarlo”.
El consuelo es raro entre los animales, aunque existe una abundante evidencia empírica de comportamientos de confort, compañía y condolencia entre los simios mayores, los caninos y ciertos córvidos.
El coautor del estudio, el profesor de psicología Frans de Waal, quien dirige el Centro Nacional Yerkes de Investigación de Primates en Emory, anotó que “con sus fuertes vínculos sociales no es sorprendente que los elefantes muestren preocupación mutua”.
“Este estudio demuestra que los elefantes se estresan cuando ven a otros que sufren estrés, y se acercan para calmarlos en un gesto que no es muy diferente del de los chimpancés o los humanos que abrazan a alguien cuando está angustiado”, añadió.
Plotnik, quien ahora trabaja en la Universidad Mahidol, de Tailandia, escribió que “los humanos son únicos de muchas formas, pero no tantas co- mo creíamos”.
Para este estudio, los científicos observaron durante casi un año a veintiséis elefantes asiáticos cautivos en un campo para elefantes de 13 hectáreas en el norte de Tailandia y registraron las instancias en las cuales un elefante mostró una reacción de estrés y las reacciones de los elefantes cercanos.
Las instancias de estrés respondieron a causas que los científicos no pudieron determinar o a causas observables como el paso de un perro, una serpiente o cualquier algún otro animal, o la presencia de un elefante hostil.
“Cuando un elefante se inquieta sus orejas se extienden a los lados, la cola se yergue o se curva hacia arriba, y el animal emite un ruido de baja frecuencia, o como una trompeta”, explicó Plotnik.
El estudio encontró que los elefantes cercanos se aproximaban al individuo estresado para un contacto físico directo más frecuente que el registrado durante los períodos de calma.
En un ejemplo típico, un elefante se acerca al costado del animal estresado y usa su trompa para tocarle la cara o coloca su trompa en la boca del otro elefante.
“Es una posición muy vulnerable porque puede ser mordido”, señaló Plotnik. “Y el mensaje puede ser: Estoy aquí para ayudarte, no para lastimarte”.
Asimismo, los elefantes que respondieron al estrés mostraron una tendencia a las vocalizaciones con diferentes ruidos.