A capella en la iglesia
El altar de Parroquia San Juan de la Cruz en Cupey acogerá las voces del Orfeón San Juan Bautista y su invitado estrella, el tenor Joel Prieto
Hasta la conversación suena distinta. El tenor Joel Prieto y los directores musicales y artísticos del Orfeón San Juan Bautista, Daniel Alejandro Tapia y Guarionex Morales, conversan ante el piano ubicado en el altar de la Parroquia San Juan de la Cruz en Los Paseos, Cupey. Palabras, algunas risas, y una que otra vocalización se escapan. Aún emitidas con una mínima intensidad, resuenan con firmeza.
Sin duda, la arquitectura de la joven estructura contempló la importancia del sonido, el impacto de la palabra hablada y cantada en el espíritu.
Puede comprobarlo este jueves 20
cuando a las 7:30 p.m. allí tenga lugar el concierto Voces para el espíritu que reunirá a las 48 voces de este coro con el tenor boricua radicado en Alemania, el piano interpretado por Diana Figueroa y varios músicos de cámara. El junte provocará el estreno de la
Misa a San Francisco de Asís, obra sacra de la autoría de Morales, entre un repertorio integrado por piezas que van del Renacimiento hasta el presente.
“Este espacio nos da la oportunidad de presentar un programa bajo lo que considero son las condiciones ideales”, cuenta de entrada Morales.
“Su acústica ideal le ofrece a los ejecutantes la ocasión de tener contacto más íntimo y directo con la audiencia porque visualmente todos vamos a tener comunicación y auditivamente es una experiencia bastante íntima. En el caso de la Misa (a San Francisco de Asís) y en la mayor parte de las obras que Joel va a ejecutar, que es repertorio camerístico, es el espacio idóneo para eso”, agrega.
Dos veces el Orfeón se ha presentado allí al igual que el coro de la Escuela Coral del Orfeón San Juan Bautista, un programa gratuito con sede en el Barrio Venezuela de Río Piedras que mantiene el grupo y para el cual se destinarán los recaudos del concierto. Morales es uno de los seis maestros que trabajan con los 40 niños que integran el proyecto educativo.
“Los padres dan una cuota voluntaria de $25 mensuales para materiales: comprar libros, libretas de pentagrama, los lápices y para darle mantenimiento al equipo porque usan un coro de campanas tubulares. El enfoque es que esos 40 niños reciban atención individualizada en grupos pequeños. Somos seis maestros y ese dinero nos ayudar a recaudar fondos para los salarios de los maestros”, explica.
Agrega Morales que dicha partida “tradicionalmente” era subvencionada por el Gobierno pero ante la crisis económica “hay que reinventar la manera de recaudar”.
“Nunca había cantado acá”, afirma Prieto mirando alrededor, tanteando posibilidades, “se oye todo, me imagino las dinámicas que se pueden hacer desde lo más pequeñito; se puede jugar mucho con el color, pienso yo. Otra cosa que me gusta mucho es que se ve bien de todos lados”.
“Es un espacio grande que acomoda mucha gente pero no se ve hacinado”, resalta Morales.
MOMENTO IRREPETIBLE
Mucho del repertorio que se interpretará fue creado específicamente para recintos como la parroquia con el deseo de exaltar la espiritualidad. Ello potencia tanto la sensibilidad de los cantantes como de los músicos y la audiencia.
“Estoy seguro que la misma emoción de la ocasión tan especial de esta combinación de talentos y personas tan dedicadas aportando a esto, hará que sea una presentación absolutamente mágica”, opina Tapia.
Por su parte Prieto menciona que “todo ese misticismo vivo -desde esta arquitectura, la fe y venir aquí- es un poco como completar un ciclo”.
“Uno trabaja arduamente en el ensayo y procura que lo que es técnico esté acomodado y también se trabajan cosas de expresividad. Pero al momento de la función en vivo todas esas cosas se crecen a un 300% para brindar lo que es irrepetible que es ese momento de emoción que esperamos compartir con el público y que se da cuando toda esa conjunción de seres se crece.
“Estoy seguro que es lo que va a suceder”, anticipa Tapia confiado en la capacidad tanto de las voces que dirige como de los invitados.
El alcance de esas voces será puesto a prueba con un repertorio que según los directores abarca desde el Renacimiento hasta nuestros días.
Adelantan que se interpretará una pieza para coro y piano de Gabriel Fauré, la obra Pauper et Humilise, del profesor del Conservatorio de Música Alberto Guidobaldi, descrita por Morales como “muy cálida y evocativa de la naturaleza”, y la obra sacra Misa a San Francisco de Asís de Morales.
Cabe señalar que el boleto de admisión al concierto incluye una serigrafía de San Francisco de Asís ejecutada por el artista Abdiel Segarra Ríos quien ha documentado el Orfeón consecutivamente.
Luego Prieto tendrá su espacio como solista para cantar desde romanzas, arias y canción de arte latinoamericano hasta un bolero.
“No es lo mismo cantar en el Centro de Bellas Artes que aquí porque aquí la gente ya está en meditación, ya está en una unión espiritual. No importa la religión es otra cosa y para nosotros también”, afirma el tenor para luego mencionar que este repertorio lo acerca más a sus raíces en comparación con las obras operáticas que acaparan su voz en Berlín. Para boletos, llame al (787) 792-5000.