“Todos somos músicos y poetas”
El historiador Néstor Murray Irizarry presenta hoy su libro Elogio a la guitarra en el Museo de la Historia de Ponce
ES UNO DE ESOS obreros de la memoria colectiva, un trabajador inagotable en pro de la investigación y la exaltación de la historia de nuestro quehacer cultural. Como fundador y gestor de la Casa Paoli en Ponce, Néstor Murray Irizarry se ha convertido en una referencia obligada a la hora de tratar multiplicidad de temas.
Y es precisamente esa pluralidad la que contiene la nueva publicación de Murray, Elogio a la guitarra (Ediciones Gaviota), que se presenta hoy a las 7:00 p.m. en el Museo de la Historia de Ponce. La doctora María de los Milagros Pérez tendrá a su cargo la presentación y luego habrá un recital de guitarra a cargo del intérprete Hermelindo Ruíz.
El libro es descrito por Murray como una “especie de mosaico de artículos y ensayos que he escrito durante años y que recogen básicamente la obra que he hecho en la Casa Paoli. Tiene que ver mucho con la música”.
De hecho, el título del libro parte de un artículo que se titula de la misma manera y en el que el autor narra las historias de distintos luthiers de diversos recovecos de la Isla. “Más o menos para la década del cincuenta había grandes maestros artesanos puertorriqueños, que se dedicaban a fabricar guitarras. El artículo se basa en muchas entrevistas que hice a los que fui encontrando. La mayoría de esas cosas ni se investigan ni se estudian, cuando en Puerto Rico hay un semillero de talento que no se conoce. También hay mucha gente que es sencilla, humilde y hacen sus cosas en silencio. Uno va tras esos personajes”, describe el autor quien se comenzó a interesar por la historia de la guitarra cuando crecía en su Ponce natal.
“Mi papá tenía una vitrola con discos en la casa en el barrio Bélgica donde nací. Era un barrio de bomba y plena pero había de todo, gente que escuchaba música clásica o tocaban guitarra en el balcón”, rememora el autor a quien nunca le interesó necesariamente ejecutar el instrumento sino más bien enfocarse en su historia, su origen.
“El gusto por la música que vamos forjando tiene una razón de ser, hay un elemento poblacional que va cuajando, esa mezcla que tenemos de toda la gente que llega a nuestras cosas genera un gusto extraordinario. La guitarra llegó a Puerto Rico en el siglo XVI en unas Navidades, junto con las comidas y los dulces típicos de España, es una marca, además es instrumento que nos hermana con los demás países”, abunda el historiador quien además explora en el libro personajes como Amalia Paoli, Rafael Ríos Rey, Angélica Morales, Arístides Chavier y Francisco Paco Cortés entre otros hacedores culturales con los que se relaciona porque después de todo afirma que “aquí todos somos músicos y poetas”.