Número uno en el mundo
El día que El Celler de Can Roca ue escogido como el Mejor Restaurante del Mundo, su espacio en la web recibió 12 millones de visitas. Desde abril de 2013, cuando ocupó a primera posición en los “Oscar de a cocina”, o lo que es lo mismo, la ista de los 50 World Best Restaurants, la lista de espera por mesa se ha extendido hasta un año.
Hay una acumulación de 3,000 peticiones. “Tenemos tres empleados cuya única tarea es decir no”, dice Josep Roca, a cargo del frente de a casa y de los vinos. Está flanqueado por sus hermanos, Joan, el chef principal, y Jordi, el repostero.
Un restaurante propiedad de sus padres está justo a la vuelta de la esquina, y los tres nacieron y se criaron en la vecindad, donde viven todavía. No hay señales de que el tíulo -que ocurrió tras ganar la tercera estrella Michelín en 2009- se les haya subido a la cabeza a los hermanos. Tiene espacio para 50 personas cómodamente sentadas, con alrededor de 30 chefs en la cocina.
Hay dos menús, con precios razonables para este nivel de gastronomía: $184 o $223. Los vinos que acompañan las comidas cuestan entre $72 y $112. Joan trabajó en El Bulli en 1989 y la influencia de Feran Adriá puede verse en su comida. Sin embargo, El Celler de Can Rosa no es otro El Bulli. El método de Roca para la gastronomía de vanguardia consiste en unir su imaginación con técnicas modernas para robusdecer la gastronomía catalana. Una comida allí podría empezar con cinco canapés que representan los viaes de Joan. El Mandala es uno de sus platos insignias. Consiste de rodajas finas de cochinillo ibérico con a más crujiente piel están en el cenro de un plato con alcachofas, corazones de alcachofa, naranja, limón y raíz de remolacha. Los postres de ordi son cosa aparte.