Un exámen ético sobre Gutiérrez
Comité del Congreso, al cual pertenece Pierluisi, evaluará una querella
WASHINGTON,- En un plazo máximo de 45 días, el Comité de Ética de la Cámara de Representantes federal determinará si amerita investigar al congresista boricua Luis Gutiérrez por el contrato que le otorgó durante una década a su exjefe de oficina, quien ha sido cabildero en Chicago.
Al hacer ayer el anuncio, el Comité de Ética –del cual es miembro el comisionado residente Pedro Pierluisi– advirtió que el examen que hará no significa que el congresista Gutiérrez, demócrata por el distrito 4 de Chicago, haya violentado las normas de la Cámara baja.
Bajo examen técnico estará un referido de la Oficina de Asuntos Éticos del Congreso para determinar si Gutiérrez contrató a su exjefe de gabinete, Douglas Scofield, como “contratista” o “consultor” desde 2003 hasta el verano pasado. Las normas de la Cámara baja prohíben tener un “consultor” en nómina.
Scofield, quien ayudó a Gutiérrez a escribir su libro “Sigo soñando”, ha tenido tareas de cabildero en Chicago. Después de dejar su puesto de jefe de gabinete tuvo contratos con la oficina de Gutiérrez, donde entrenó a empleados sobre asuntos de comunicaciones, servicios comunitarios y escribió discursos.
LA QUERELLA. La Oficina de Asuntos Éticos del Congreso (OCE), que es un organismo independiente, examinó una querella en torno a si el contrato de Scofield violentaba las normas. Desde diciembre, OCE había decidido pasar el asunto al Comité de Ética, que ahora tiene hasta el 5 de mayo para determinar si investiga formalmente al legislador, quien es el líder en el Congreso del movimiento pro reforma de las leyes de inmigración.
El referido no se hizo público hasta
PLENA COOPERACIÓN. Douglas Rivlin, director de Comunicaciones de Gutiérrez, sostuvo que como hizo con OCE, el legislador boricua cooperará plenamente.
Insistió en que el Comité de Administración de la Cámara baja examinó por 10 años el contrato de Scofield sin poner objeciones. “Es un contrato que se reportó de forma apropiada”, dijo Rivlin.
Poco después de que el periódico USA Today, en un reportaje el verano pasado, cuestionó el contrato de Scofield, los lazos fueron terminados. “El congresista Gutiérrez está comprometido a no dejar dudas de que cumple con la intención y la letra de las normas de la Cámara baja”, dijo entonces Rivlin.
El otoño pasado, Gutiérrez se reunió con OCE y tuvo que entregar los correos electrónicos de su oficina de los pasados 10 años. Como parte de ese examen, su comité político le ha pagado cerca de $30,000 al abogado Andrew Herman, especializado en investigaciones sobre asuntos éticos. Herman estuvo con el bufete Brand Law Group y ahora trabaja para Miller Chevalier.