Religiosos alzarán su voz
Se oponen a que parejas del mismo sexo tengan derecho a la adopción
Sectores religiosos conservadores expresaron ayer que no es necesario enmendar el Código Civil para permitir que parejas del mismo sexo puedan adoptar en Puerto Rico.
César Vázquez, de la Pastoral Unida por la Familia, y Alberto Rodríguez, presidente de la Fraternidad Pentecostal de Puerto Rico (FRAPE), alegaron que existen otros mecanismos disponibles para padres y madres gays o lesbianas.
“Si un niño tiene un padre que tiene toda la patria potestad, ese padre puede hacer una declaración jurada o testamento, por si él se incapacita o muere, la custodia la tenga el adulto que el escoja. Eso se llama tutela testamentaria”, resolvió Vázquez.
Aunque no ha leído el informe que preparó la Comisión de lo Jurídico del Senado recomendando al pleno de ese cuerpo que apruebe el proyecto 437 que daría paso a que una persona gay o lesbiana pueda adoptar al hijo o hija de su pareja, Vázquez dijo tener la impresión de que la pieza legislativa favorece al adoptante.
En ese sentido, Vázquez insistió en que la adopción no es un derecho fundamental para el adulto, sino para el niño. “Lo que busca es poner al niño en un contexto donde se pueda proteger tratando de simular lo que es una familia, es decir, mamá, papá”, agregó Vázquez.
Rodríguez, por su parte, se opuso a que se modifique el Código Civil para, según él, atender un caso particular. Se refirió al caso de la psicóloga Ángeles Acosta, cuya lucha por adoptar a la hija biológica de su pareja Carmen Milagros Vélez Vega llegó hasta el Tribunal Supremo.
“Nosotros creemos que la relación vital es papá y mamá”, manifestó Rodríguez, al indicar que ya están cabildeando con los legisladores en un intento por detener la medida porque “ya esto es ir demasiado lejos”.
Comentó, además, que movilizarán a sus seguidores para que hagan cabildeo en contra “porque la Iglesia está en contra de ese proyecto”.
La posición de Vázquez y Rodríguez contrasta con la de una veintena de expertos, incluidos funcionarios del gobierno, profesionales de la salud y organizaciones de base comunitaria, que comparecieron al Senado para respaldar la aprobación de la medida por entender que no solo busca el mejor interés de los menores, sino que es un paso de avance.
“MEDIDA NECESARIA”. Por el contrario, el teólogo Luis Rivera Pagán -quien es profesor emérito del Seminario Teológico de la Universidad de Princeton- afirmó ayer que es importante la aprobación del Proyecto del Senado 437. Recordó también que esto no es una discusión nueva en Puerto Rico.
Sostuvo que los sectores conservadores que argumentan que la medida redefiniría el concepto de familia pueden pensarlo dentro de su comunidad religiosa, pero otra cosa es imponer esa creencia a través de la leyes. “En estos momentos, hay distintas modalidades de familia. El Estado tiene que reconocer el pluralismo que impera en la sociedad”, dijo el teólogo.
“Ya quisieran muchos niños y niñas en Puerto Rico que su familia tradicional fuera tan protectora y amante con ellos como son esas dos mujeres con su hija”, manifestó Rivera Pagán en referencia directa a la pareja compuesta por Acosta y Vélez Vega.
Por otra parte, el secretario del Concilio de Iglesias de Puerto Rico, Ángel Luis Rivera Agosto, admitió que todavía no han discutido cuál será su posición sobre este tema.
“El Concilio de Iglesias no ha definido una posición específica sobre el proyecto en cuestión, pero se manifestará preocupado por el bienestar de los más vulnerables de nuestra sociedad, en este caso los niños”, adelantó Rivera Agosto.