El Nuevo Día

“Fue algo impresiona­nte”

El boricua jugaba la primera base cuando Chapman fue impactado

- Antolín Maldonado Ríos arios@elnuevodia.com Twitter: @antolinmr7­1

“Él es una persona bien fuerte. Es de las personas que cuando se propone algo lo hace. No tengo duda que pueda venir bien. Esperamos que se recupere pronto y que venga con los mismos ánimos que tiene siempre”

NEFTALÍ SOTO Jugador de los Rojos de Cincinnati hablando sobre Aroldis Chapman

El miedo y la duda fueron dos emociones que se apoderaron por largos minutos del joven inicialist­a boricua Neftalí Soto, al ver a su compañero Aroldis Chapman ser abatido por un lineazo que le pegó en el rostro en un juego de pretempora­da de los Rojos de Cincinnati anteanoche.

Y aunque se acercó rápido a la escena, justo sobre la lomita en que realiza lanzamient­os que producen terror a los bateadores, a Soto lo arropó la incertidum­bre de qué pasaría con su compañero.

“Sí, fue la primera reacción (ir a la lomita). No pude verlo de cerca porque rápido se viró (boca abajo) y después llegaron los médicos. Pero fue algo bien impresiona­nte y te da miedo de qué le pueda pasar”, confesó Soto.

“Es difícil de explicar, porque esa bola iba demasiado rápido y no le dio tiempo de hacer nada. Todo el mundo estaba en ‘shock’. Sentí miedo, por no saber si estaba bien o qué le pudo pasar. Pero gracias a Dios todo salió bien”.

“Supuestáme­nte la bola salió a más de 100 millas del bate (de Salvador Pérez). Y él que tira duro de por sí...”, añadió sobre Chapman, cuyo envío hacia el plato se estimó en 99 mph.

Soto, quien ha tenido una produc- tiva pretempora­da con los Rojos, dijo que por instantes se puso en los zapatos de su compañero, pero también del receptor Salvador Pérez, porque pudo ver su preocupaci­ón luego de que un batazo suyo pusiera en riesgo la salud y la vida de Chapman.

“Después de salir del parque fui al hospital a verlo. Eso le puede pasar a cualquiera. Me pongo también del lado del catcher Salvador Pérez, porque a cualquier bateador le puede pasar. Él como que estaba en shock y no podía hablar. Pero después me lo encontré en el hospital, porque fue a verlo (a Chapman)”.

Soto cree que la persistenc­ia que ha demostrado Chapman hasta ahora, es la que le puede permitir regresar con éxito a juego y seguir siendo tan efectivo.

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