DINERO E INVERSIONES
Doral inyecta capital y busca lograr rentabilidad
QPese a la venta de préstamos y de contratos de administración de hipotecas y al cierre de ocho sucursales el año pasado, Doral Financial Corp. (NYSE:DRL) se vio precisado a inyectar unos $131 millones a su filial Doral Bank para que la institución financiera mantuviera el capital que exigen los reguladores bancarios.
La inyección de capital por parte de la matriz bancaria, que incluye unos $81.4 millones durante el cuarto trimestre del 2013, salió a relucir ayer durante una conferencia con inversionistas. En esta, el principal oficial ejecutivo de Doral, Glen R. Wakeman, confirmó que contrató varios banqueros de inversión para identificar “estrategias” que permitan que el banco regrese a la rentabilidad. PREOCUPA LA ECONOMÍA. En la conferencia, Wakeman adjudicó la pobre gestión de la institución financiera durante el 2013 a la economía de la Isla y a los requisitos de la orden de consentimiento bajo la que opera Doral desde el 2012.
“Continuamos muy preocupados con los prospectos (económicos) de la Isla y los riesgos que representan a nuestras operaciones en la Isla”, dijo el banquero.
En el 2013, la institución perdió $88.3 millones versus $3.3 millones de pérdidas en el 2012. Esto, pese a ser el segundo banco en hipotecas de la Isla, a beneficios de $55 millones -fruto de las operaciones en Estados Unidos- y a una mejora de cinco puntos básicos en el margen neto de interés, ahora en 3%.
Además, la gestión adversa se produjo con todo y la reciente reorganización de algunas filiales en compañías de responsabilidad limitada -lo que representa menos responsabilidad contributiva- y a que se creó una entidad separada -Doral Recoverypara aislar los activos fallidos.
Empero, Wakeman destacó que pese al entorno difícil, la institución avanza al reducir sus activos en mora; al asegurar mayores reservas para hacer frente al deterioro crediticio, así como en retener depósitos en Puerto Rico. Esto último, a pesar del cierre de ocho sucursales.
Además, Wakeman exaltó que el negocio continental ya representa una tercera parte de la operación y subrayó que la institución cumple con los requisitos de capital establecidos por los reguladores.
Según la institución financiera, la gestión anual se tradujo en una pérdida de $14.86 por acción común. El año pasado, el quinto año consecutivo de pérdida para los accionistas, la institución aplicó una partición revertida de acciones de 1 por 20.
“Aunque el 2013 fue un año difícil, progresamos en transformar nuestra compañía”
GLEN R. WAKEMAN
CEO, Doral Financial Corp.
De acuerdo con el informe ante la Comisión de Bolsas y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), en 2013, Doral tenía deficiencias en la forma en que calculaba sus reservas ante potenciales pérdidas en préstamos. El “error” de cálculo habría significado menos reservas de las necesarias, lo que a su vez, implicaría menos presión a la base de capital de la institución.
Ayer, Wakeman y el principal oficial financiero de Doral, David Hooston, no hablaron de las deficiencias contables, pero aceptaron que exploran todo tipo de estrategias para que el banco regrese a números negros. BANQUEROS DE INVERSIÓN. Según el informe ante la SEC, Doral ha contratado “varios" bancos de inversiones para que le asistan en “estructurar” sus negocios para hacer frente a la crisis económica en Puerto Rico y capitalizar sobre "el éxito al construir nuestro negocio basado en los Estados Unidos”.
“Creemos que a menos de que prontamente y proactivamente responda- mos a las tendencias regulatorias y económicas que emanan del mercado de Puerto Rico, nuestros reguladores podrían tomar acciones regulatorias adicionales que nos involucren a no sotros u otros bancos operando en Puerto Rico y que podrían afectar adversa y materialmente nuestra con- dición financiera, los resultados de operaciones y nuestras perspectivas de negocio, incluyendo la resolución de Doral Bank”, reza el informe.
Ayer, inversionistas como Steve Davidowitz, de Sammo ns Securities, cuestionaron a Wakeman si venderá el banco, sucursales o activos improductivos a lo que Wakeman contestó que no se ha tomado una decisión definitiva.