Status y choque generacional
El legado de Santiago “Chaguín” Polanco Abreu debe de reencarnar en lucha y gesta de cara a una Asamblea de Status. El espíritu de nuestro más joven delegado de la Convención Constituyente, tiene que servir de luz a las generaciones más jóvenes. De ellas saldrá el sudor y las manos que ejecutarán dentro de un nuevo marco jurídico-político de las relaciones entre Puerto Rico y los Estados Unidos.
No es menos cierto que muchos problemas que yacen en Puerto Rico están ligados a su status político. Ante esa aseveración la Asamblea de Status se convierte en una alternativa desligada de los asuntos político-partidistas de los que abruman todos los días los medios de comunicación. La misma funcionará con total independencia, pues sus delegados electos se encargarán de deliberar y redactar una propuesta para ser presentada al Congreso y de ser aceptada, a la aprobación o rechazo del electorado de Puerto Rico.
Actualmente en la Asamblea Legislativa están presentados seis proyectos de ley relacionados a este tema, tres en la Cámara de Representantes y otros tres iguales en el Senado. Dentro de lo que se radicó, existe: la propuesta del Colegio de Abogados, la propuesta presentada por el PIP y una tercera pieza legislativa presentada en su origen en el Senado por un grupo de senadores del PPD y, a su vez, radicada en la Cámara por un grupo de representantes populares. La propuesta del PIP fue radicada por petición en la Cámara, pues el PIP no cuenta con representación legislativa en la Cámara baja. Asimismo, es de suma importancia señalar que la Resolución Concurrente (41), que crea una comisión conjunta de Cámara y Senado, tiene como objetivo atender estas medidas.
De la misma manera que Chaguín asumió su responsabilidad generacional, nos toca ahora a nosotros, pues como él mismo dijo: “orgullosos de la obra histórica que nos tocó desempeñar, y conscientes de la aportación que todavía nos resta por hacer”. Claramente resta mucho por hacer.