El RETO que encara el empresarismo
lll Puerto Rico tiene de los resultados más bajos en la encuesta del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) lllLos puertorriqueños confían en su capacidad y no temen fracasar, pero no creen que hay oportunidades para abrir negocios
Q Cuando se habla de bienestar y calidad de vida, los puertorriqueños encabezan la lista de satisfacción, sienten que su vida es casi perfecta y no la cambiarían por nada. Pero la historia es muy diferente cuando de convertirse en empresarios y establecer un negocio se trata. Ahí, nuestro país ocupa los últimos puestos a nivel mundial y hay poca o ninguna señal de que esa actitud vaya a cambiar en un futuro cercano.
Así lo reflejan los resultados más recientes del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2013, un estudio abarcador que mide, entre otras cosas, las actitudes de la población hacia la creación de empresas y hacia la figura de los empresarios. El GEM inició en 1997 como un proyecto conjunto entre académicos del London Business School y Babson College para estudiar el empresarismo a nivel mundial.
El primer estudio se hizo en 1999 con la participación de 10 países. Desde entonces, el GEM ha crecido significativamente, y en la edición de 2013 se encuestaron a 197,000 ciudadanos y a 3,800 expertos en empresarismo en 70 países de todas las regiones geográficas del planeta. Las muestras de dicho estudio representan el 75% de la población mundial y el 90% del Producto Interno Bruto.
Puerto Rico entró al GEM en el año 2005, siendo el primer país caribeño en hacerlo, pero solo participó en la encuesta de expertos. En el 2007, participó en las dos partes del estudio y ahora, en el 2013, volvió a formar parte en ambas.
El recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) es el representante de la Isla en GEM y, en esta ocasión, el equipo estuvo formado por las profesoras Marinés Aponte, Marta Álvarez y Aida Lozada. La participación en esta edición fue gracias al auspicio del Banco Popular.
Lozada indicó que, con la información del GEM, los gobiernos, la academia y grupos privados pueden hacer comparaciones entre países y regiones, con el objetivo, entre otros, de proponer política pública que estimule el empresarismo. POCA ACCIÓN EMPRESARIAL. “El empresarismo nos toca a todos, es la llave para salir de la crisis que vivimos”, sostuvo Lozada, quien es la gerente del proyecto en la Isla.
Sin embargo, a juzgar por la percepción que tienen los puertorriqueños sobre la posibilidad de establecer sus propias empresas, tal parece que opinan distinto a la profesora Lozada. Esto porque solo un 8.3% de los 2,000 encuestados -entre las edades de 18 a 64 años- indicó que está dando los pasos para crear una empresa o la estableció hace poco.
Ese porcentaje -conocido como el TEA, por sus siglas en inglés- es uno de los más bajos del estudio. Es el segundo más bajo entre los países de
América Latina y el Caribe, superado solo por Surinam; y el más bajo de América del Norte.
Cabe mencionar que, para fines del GEM, Puerto Rico fue incluido en la región de América del Norte -junto con Estados Unidos y Canadá- y no en la región del Caribe y América Latina, sin que se le consultara previamente al equipo de la UPR. No obstante, las profesoras objetaron esa decisión -aunque sin éxito- y una vez obtuvieron los resultados, optaron por preparar ellas las comparaciones de Puerto Rico con las regiones de América Latina y el Caribe, y con América del Norte.
Con relación al TEA, otras regiones obtuvieron un porcentaje más alto que Puerto Rico. En América Latina y el Caribe fue 18.5%, en América del Norte 12.5%, y en África casi uno de tres habitantes está en vías de montar su empresa o recién la estableció. Solo los países de Europa obtuvieron, en su mayoría, un TEA menor que el de Puerto Rico.
El TEA tiene dos componentes: las empresas incipientes, que son las que están en vías de establecerse, y las nuevas, que son las que existen hace menos de tres años y medio. En el caso de Puerto Rico, la mayoría está dentro de las incipientes, con un 6.6%; mientras 1.8% dijo que está en la categoría de nuevas.
Esto podría verse como positivo, pues a pesar de la recesión, hay gente gestando sus propias empresas; pero hay que tomar en cuenta que no todas ellas lograrán establecerse, y menos aun perdurar a más largo plazo.
Lo que sí es positivo es que ahora el TEA es más alto que hace seis años, pese a que todavía está rezagado. Puerto Rico obtuvo un TEA de 3.1% en el año 2007, lo que implica que más que duplicó ese porcentaje, pese a estar en una economía en recesión. El empuje vino de las empresas incipientes que subieron de 1.6% a 6.6% en estos últimos seis años.
HAY CAPACIDAD. Sobre las actitudes que tienen los boricuas respecto a iniciar su propia empresa, la mayoría percibe que tiene las capacidades empresariales para hacerlo (53%), y po-
cos temen fracasar (25%), pero opinan que en la Isla no existen oportunidades para abrir negocios (28%). Esto contrasta negativamente con el 35% que percibía oportunidades de negocio en el 2007.
Según la profesora Lozada, la falta de datos y estadísticas empresariales, así como de mecanismos de apoyo y educación empresarial, crea una opinión generalizada de que las oportunidades se reducen cada día.
“Esta percepción tiene su raíz en una realidad muy dura que se da en nuestro país. Primero, al momento de iniciar un negocio, el proceso burocrático gubernamental y la lentitud de obtener los permisos son disuasivos que perjudican la actividad empresarial. Y segundo, la falta de apoyo de la banca, suplidores y el gobierno a los dueños de negocios pequeños para mantener su operación se percibe como una reducción de oportunidades”, dijo la gerente de GEM en la Isla.
En contraste, más del 50% de los latinoamericanos y caribeños, así como de los residentes en América del Norte, perciben que existen buenas oportunidades de negocio en sus regiones. Sin embargo, eso no los exime de sentir miedo. De hecho, el GEM reflejó que estos tienen más temor a fracasar que los puertoriqueños. En el caso de América del Norte, más del 30% respondió que siente miedo de no tener éxito en su empresa. EMPRESARISMO COMO CARRERA. Uno de los datos más sorprendentes del estudio es la percepción que tienen los boricuas sobre el empresarismo como una opción de carrera. Apenas un 18% la considera deseable, en comparación con un 70% que opinaba así en el 2007.
“Puede obedecer a la recesión. Sabemos que en una recesión no es el momento de empezar un negocio porque las probabilidades de éxito son más bajas”, dijo Aponte, al tratar de explicar la poca aceptación que aparentemente tiene la carrera empresarial en Puerto Rico. Agregó que la percepción que tienen los habitantes de un país sobre el empresario y los negocios incide en la decisión de estos de comenzar su propia empresa.
El empresario Carlos Jiménez, dueño de la cadena de lavado de autos y cambio de aceite FastLane y creador del programa Young Entrepreneurship Education System (YEES!), reconoció que no esperaba esa actitud ha- cia el empresarismo.
“Lo de la carrera empresarial me sorprendió. Puede ser que quienes impulsan a los jóvenes a seguir una carrera son los orientadores y trabajadores sociales; y ellos no saben de empresarismo”, opinó al tratar de esbozar una teoría que justifique el aparente rechazo a esa carrera.
En contraposición, en América Latina y el Caribe la carrera empresarial es altamente deseable, según opinó más de un 70% de los encuestados de esa región. Igual sucede en América del Norte, donde el 60% de los ciudadanos dijo que incluyen al empresarismo dentro de sus opciones para ganarse la vida.
PROPORCIÓN PELIGROSA. En cuanto a las empresas ya establecidas, solo el 2% de los entrevistados en Puerto Rico, dijo tener un negocio desde hace más de tres años y medio. Con excepción de Surinam, ningún país tuvo un porcentaje tan bajo como Puerto Rico. Si lo miramos por regiones, en África fue 15.4%, Asia 11.6%, y América Latina y Caribe 7.7%. Asimismo, América del Norte tuvo 8%, mientras Europa y Oriente Medio más de 6%.
A este cuadro nada halagador, hay que sumarle el hecho de que casi 2% de los boricuas dijo que tuvo negocio, pero lo cerró. “Eso es alarmante, terrible porque uno cancela al otro”, expresó Aponte, refiriéndose a que por cada negocio que abre cierra otro.
Una proporción más o menos parecida de negocios establecidos versus los que cierran se ve en la región de África (15.4% vs 16.6%) o en Oriente Medio (6.4% vs 5.5%) .
Mientras, en América Latina y el Caribe, así como en América del Norte, la proporción de encuestados que dijo que ha cerrado sus negocios es menor que la que tiene negocios establecidos por más de tres años y medio.
PERFIL DE PUERTO RICO. Más hombres que mujeres -en proporción casi de dos a uno- están envueltos en una actividad empresarial en la Isla, ya sea dando los pasos para montar el negocio o recién estableciéndolo. En casi todo el mundo, la proporción de varones en TEA es mayor que la de las féminas, con excepción de África donde la proporción es bastante similar
(27% varones vs 26% mujeres).
Como dato positivo, en los últimos seis años, en Puerto Rico se triplicó la proporción de varones inmersos en una gestión empresarial, de 3.2% en el 2007 a 10.7% en el 2013. Mientras, la proporción femenina también subió -aunque en menor proporción- de 3.0% a 6.1% en esos mismos años.
Con respecto al nivel socieconómico, la gente que está en la percentila de ingresos más altos son los que más están envueltos en convertirse en empresarios en suelo boricua.
Sobre las edades, la mayoría de los puertorriqueños empieza a gestar su negocio entre los 35 y 44 años, una edad más tardía que los estadounidenses y latinoamericanos, quienes comienzan una década antes. Aunque esto pueda sonar negativo, para la profesora Aponte es un rasgo positivo.
“Nuestros empresarios son mayo- res. En la literatura sobre empresarismo se habla de la experiencia de trabajo y el conocimiento que se debe tener al montar un negocio. Si a eso le añades que la mayoría de los encuestados que está en una actividad empresarial, dijo tener al menos un grado de bachillerato y otros han tomado cursos universitarios, pues es más positivo todavía”, aseveró la catedrática, quien posee un doctorado en Empresarismo.
Pese a que solo un 8% de los encuestados con más de 45 años está pensando montar un negocio o estableció uno recientemente, Aponte opinó que en los próximos años ese porcentaje será mucho más alto, pues el monto de las pensiones no le será suficiente a muchas personas para vivir. “Yo apuesto a que en un futuro los de 45 años o más van a estar más envueltos que antes en una actividad empresarial temprana”, añadió.
INNOVACIÓN LOCAL. A juicio del 65% de los entrevistados que recién tiene una empresa o que está en planes de montarla, su producto o concepto de negocio no es nuevo para la clientela. Solo un 20% dijo que sí lo es para todos los clientes y otro 15% indicó que es nuevo para algunos.
Este 35% contrasta con el 40% y 46% de los encuestados en América Latina y América del Norte, respectivamente, que consideran que sus productos son innovadores.
¿Y qué tipo de negocio están creando los boricuas? La mayoría establece negocios relacionados con comida (42.2%), que van desde colmados y panaderías hasta restaurantes y pastelería fina. Le siguen los servicios no profesionales -entre ellos limpieza de autos, electricidad, construcción, mecánica y ebanistería- con un 22.7%; y las ventas al detal con 15.6%.
Para el fundador de YEES!, estos resultados de GEM 2013 han sido “como un despertar, un golpe en la cara. Confirma lo que uno sabía, que en Puerto Rico no le hemos prestado atención a lo que es medular: desarrollar empresarios con una base educativa, tal y como han hecho otros países”, sostuvo.
Lamentó Jiménez que, por largos años, la política de desarrollo económico de Puerto Rico haya sido atraer a los negocios de afuera y señaló que no deberíamos perder más tiempo para crear una política pública a favor del empresarismo nativo.
“Deberíamos tomar el toro por los cuernos ya, y crear un currículo empresarial de kinder a universidad, integrar el empresarismo en cualquier carrera universitaria y dejarle saber a los desempleados que una opción viable para ellos es que se conviertan en auto empleados”, manifestó Jiménez.