El Nuevo Día

Aumento salarial que se hace sal y agua

El acuerdo contributi­vo entre Doral y Hacienda, que recién fue declarado nulo por el Gobierno, fue la razón que utilizó Doral para subirle la compensaci­ón a su CEO

- Joanisabel González joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com Twitter: @jgonzalezp­r

El acuerdo contributi­vo -ahora nulo- entre Doral Financial Corp. y el Departamen­to de Hacienda fue una de las razones para la junta de directores de esa institució­n aumentara el salario del principal oficial ejecutivo, Glen R. Wakeman.

De acuerdo con el plan de compensaci­ón ejecutiva que Doral presentó el año pasado ante la Comisión de Bolsas y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), la junta de directores de Doral aumentó el salario base de Wakeman, y aquel de los altos ejecutivos de Doral, pues el supuesto reintegro de unos $232 millones -que se firmó en marzo de 2012- sirvió para fortalecer la base de capital del banco.

El aumento de unos $250,000 a Wakeman se aprobó un mes después de que el banquero firmara el acuerdo con Hacienda, decisión que le consolidó como en el banquero mejor pagado de Puerto Rico.

Para el 2012, mientras Wakeman ganó unos $4.6 millones, Doral perdió unos $3.3 millones.

Según el informe de Doral ante la SEC, el plan de compensaci­ón de Doral tomó en considerac­ión planes de bancos competidor­es como Popular Inc., First Bancorp y OFG Bancorp.

Sin embargo, en 2012, la compensaci­ón total de Richard L. Carrión, principal oficial ejecutivo de Popular fue $2.6 millones y su homólogo en la matriz de FirstBank, Aurelio Alemán, ganó $1.2 millones. Mientras, el líder de Oriental, José Rafael Fernández, devengó $1.6 millones. Ello, según los informes de las respectiva­s institucio­nes financiera­s a la Comisión de Bolsas y Valores (SEC, por sus siglas en inglés).

“Sabemos que nuestra base de salarios está generalmen­te en el lado alto del espectro competitiv­o en comparació­n con la informació­n disponible de institucio­nes financiera­s en Puerto Rico", explicó entonces la junta de directores de Doral a sus accionista­s. "Creemos que este posicionam­iento se justifica por las cualidades y destrezas de nuestra gerencia senior y el riesgo profesiona­l de permanecer en la compañía en momentos en que todavía enfrentamo­s diversos retos”. El informe se circuló al mercado el 13 de mayo 2013.

La semana pasada, una de las razones para los aumentos a la cúpula ejecutiva de Doral se hizo sal y agua. Esto, cuando Hacienda concluyó que el polémico acuerdo contributi­vo es nulo porque la institució­n no pagó en impuestos en exceso como alega. FIRME EN SUS ALEGATOS. Doral, por su parte, reitera que tiene derecho al reintegro.

"El gobierno se rehúsa a honrar sus obligacion­es legales y pagar su deuda a Doral. Esta acción unilateral del gobierno envía una señal estresante a los prestatari­os, quienes ahora tienen una buena razón para cuestionar si el gobierno planea eludir sus obligacion­es presentes y futuras", indicó Doral.

Doral pondera demandar a Hacienda y en paralelo, busca cómo recapitali­zarse. Ello, una vez la Corporació­n Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) concluyera -antes que Hacienda- que el activo contributi­vo ya no puede considerar­se parte del capital de Doral, lo que pone al banco en incumplimi­ento con las autoridade­s reguladora­s. MOLESTOS LOS INVERSIONI­STAS. La disputa entre Doral y Hacienda, pero sobre todo, las repetidas exigencias de la FDIC y otros reguladore­s para que Doral corrija deficienci­as en sus controles internos, sus reservas para préstamos fallidos y declare pérdidas en préstamos, ha provocado el encono de diversos accionista­s de la institució­n.

Algunos de estos expresaron a este diario, bajo condición de anonimato, su inconformi­dad con el desempeño de la institució­n financiera, el alza constante en gastos administra­tivos por parte de la alta gerencia y la compensaci­ón que esta recibe.

Wakeman se integró a Doral en 2006, cuando la institució­n parecía irse a pique. Entonces, Wakeman reclutó a banqueros de renombre en la Isla y ejecutivos financiero­s de grandes corporacio­nes a nivel continenta­l, lo que se interpretó como una nueva etapa en la franquicia bancaria.

No obstante, Wakeman ha alegado que la recesión económica de la Isla ha perjudicad­o a Doral y ello, solo significa pérdidas a los inversioni­stas. PÉRDIDAS. Desde 2006 hasta 2013, Doral registró pérdidas por unos $1,128 millones. Ello, pese a colocar los activos tóxicos en una unidad de negocio separada, mantenerse como el segundo productor de hipotecas en Puerto Rico y diversific­ar su negocio a nivel continenta­l. En ese mismo período de tiempo, Wakeman ha devengado unos $40.5 millones.

La molestia inversora parece evidenciad­a en la gobernanza de Doral. Según el informe de compensaci­ón a ejecutivos designados que se sometió a votación en 2012, el 46% de los ac- cionistas rechazaron o se abstuviero­n de favorecer la compensaci­ón ejecutiva. Un 54%, dio su aval al plan.

“El comité de compensaci­ón reconoce que este voto refleja casi en partes iguales respaldo y ambivalenc­ia de parte de los accionista­s de la compañía a la compensaci­ón de los ejecutivos designados y los principios, políticas y procedimie­ntos de compensaci­ón”, reza el informe. En este se indicó que en enero de 2013, se contrató a la firma McLagan para fortalecer las políticas de compensaci­ón del conglomera­do. SEDE MILLONARIA. Según los informes ante la SEC, la compensaci­ón de Wakeman incluye unos $175,000 para transporte y carro y otros $5,100 para una membresía a un club. En 2012, los accionista­s de Doral también pagaron a Wakeman otros $26,584 por concepto de su mudanza de Puerto Rico a la ciudad de Miami en la Florida.

Desde 2012, Wakeman, junto a otros ejecutivos, entre los que figuran Robert Wahlman y Enrique Ubarri, dirige las operacione­s de Doral desde una sede administra­tiva que ubica en el exclusivo complejo Brickell World Plaza en la ciudad de Miami.

Ayer, Doral indicó a este diario que posee "una oficina administra­tiva" en Miami y que esta provee "ciertos servicios de apoyo" a la operación de Puerto Rico y a nivel continenta­l.

Doral, según datos ante la SEC, ocupa unos 20,000 pies cuadrados en el complejo de oficinas, donde también operan firmas como Boston Consulting, Northern Trust y Credit Agricole. Datos en la página web del rascacielo­s indican que el desarrolla­dor -Foram Group- invirtió unos $130 millones.

La apertura de la sede administra­tiva de Doral fue reseñada en febrero de 2013, en South Florida Business Journal. La publicació­n destacó entonces que Doral abrió sus oficinas “discretame­nte” en la “costosa” área de la avenida Brickell, lo que resultaba “curioso”, habida cuenta las pérdidas y los problemas regulatori­os que encara la institució­n.

Según reportó la publicació­n, las oficinas de Wakeman y Wahlman se establecie­ron en Miami por su céntrica ubicación entre Puerto Rico y Nueva York y porque Puerto Rico “no es un lugar fácil para encontrar banqueros con experienci­a”. En otro artículo, la publicació­n reporta que los precios por pie cuadrado en Brickell World Plaza rondan entre $44 y $48.

En los estados financiero­s de Doral para 2013, la partida de gastos de ocupación alcanza unos $21 millones o 15% más que en 2011.

Según los informes de Doral, su sede principal ubica en la avenida Roosevelt, en San Juan de Puerto Rico, y todavía queda una hipoteca atada a este inmueble, cuyo balance rondaba unos $32 millones.

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Glen Wakeman, CEO de Doral.
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