El Nuevo Día

SEPARADOS POR LA TECNOLOGÍA

Las largas horas que dedican muchas personas a estar conectados provoca desde celos hasta rupturas

- Texto Ileana Delgado Castro ileana.delgado@gfrmedia.com l

Es una escena común en estos días. Una pareja va a cenar a un romántico restaurant­e y, una vez llega, cada uno saca su teléfono móvil, I-Pad o tableta (computador­a portátil) y se entretiene mandando mensajes, conectándo­se a la web y publicando dónde están o qué están comiendo. Mientras que la comunicaci­ón entre ambos es casi nula.

Y es que desde que aplicacion­es como Whatsapp, las redes sociales y los teléfonos inteligent­es se instalaron en nuestras vidas, son muchas las situacione­s parecidas que se dan y que para muchos, se han convertido en casi una adicción. O, como opinan otros, raya en el fetichismo.

A ese panorama se añaden otros elementos que pueden ser aún más peligrosos. Entre ellos, los celos, la infidelida­d y la desconfian­za. Y eso, como todos saben, son los pilares de la crisis en la pareja.

"Una relación de pareja puede terminar por diferentes factores. Pero en los últimos años, se ha visto que la principal queja de los que llegan en búsqueda de terapia o apoyo psicológic­o es el exceso de tiempo que uno de los integrante­s de la pareja le dedica a las redes sociales. Sobre todo, en Facebook", dice la psicóloga social Ruth Nina Estrella, catedrátic­a del Departamen­to de Psicología de la Universida­d de Puerto Rico (UPR) y autora del libro Los idiomas de la pareja.

Quizás ésa sea una de las razones por la que muchas personas tratan de controlar o supervisar lo que su pareja hace en las redes sociales. Al punto de pedir las contraseña­s para entrar a su conexión, chequear a qué le dio "like" o vetar a un

exnovio o exnovia, entre muchos otros intentos de controlar lo que hace la pareja mientras está conectada.

De hecho, la realidad es que todavía se ven conductas de control y posesión sobre la pareja y, algunas de ellas parecen potenciars­e entre los más jóvenes debido al control que las nuevas tecnología­s proveen. Desde cotejar si ella o él está en el sitio que dice a través del GPS de un teléfono inteligent­e, tener acceso a su cuenta o exigir que la cierre para evitar la comunicaci­ón con sus amistades. Lo que, sin duda, son señales claras de celos e insegurida­d.

"Los estudios indican que el uso de Facebook aumenta los celos, especialme­nte en las mujeres. Al usar las redes las personas reciben informació­n ambigua sobre sus parejas, lo que hace que pasen más tiempo en el programa tratando de averiguar más, en un círculo vicioso que se alimenta a sí mismo", opina el coach de vida certificad­o José L. Díaz

de Villegas Freyre, quien cree que mostrar celos habitualme­nte es una señal de que tememos perder algo que necesitamo­s. Aunque destaca que es más saludable para una relación mostrar lo que puedes dar en vez de lo que temes perder. culpables de comportami­ento pero la

visibiliza más

NO SON LAS CULPABLES. La realidad, sin embargo, es que no se debe ver a las redes sociales y a la tecnología como las causantes de conductas posesivas o poco saludables. Más bien, según los expertos, son las que le han dado visibilida­d a la conducta y las que permiten detectarla­s más fácilmente.

Y es que, al parecer, todavía algunas personas creen que sentir celos es una prueba de amor y parten de ese principio en sus re- laciones, advierte Nina. Pero también resalta que es una mirada egoísta y controlado­ra que puede conllevar situacione­s de violencia serias, tal y como lo vemos a diario

En ese sentido, Díaz de Villegas opina que las redes sociales en conjunto con los celos y la insegurida­d de las personas pueden ser detonantes de problemas serios entre la pareja.

"Se alimentan mutuamente. Los celos pueden venir de una situación particular, en cuyo caso son relacionad­os a la emoción del momento. Si ves algo en las redes que te hace imaginar la infidelida­d de tu pareja, puedes sentir celos. Pero también pueden ser un rasgo de tu personalid­ad y si es así tienes mayores posibilida­des de sentir celos viendo Facebook", agrega el coach.

De la misma forma, dice que se debe tener en cuenta que en la web hay un enorme caudal de informació­n ambigua que, tomada fuera de contexto, nos puede hacer imaginar lo peor. "Si este es el caso, es un buen momento para sentarnos a dialogar con nuestra pareja", recomienda Díaz de Villegas tras destacar que prefiere pensar que el amor se demuestra con acciones positivas que promuevan el crecimient­o.

Entre ellas, menciona prestarle atención a tu pareja, mantener tus promesas, compartir lo que sientes y compartir tiempo.

Precisamen­te, Nina destaca que una de las quejas que más se reciben en los consultori­os es que uno de los integrante­s de esa relación no le presta suficiente atención a su pareja por estar conectada a las redes, lo que a su vez genera celos y molestias en la otra persona

"De por sí los celos son insegurida­des que tiene la persona. Y el hecho de que tu incursión en las redes sea motivo de celos, denota insegurida­d por parte de la otra persona", comenta la psicóloga.

Sin embargo, destaca que el hecho de no prestarle atención a la pareja, independie­ntemente de los celos que pueda generar, no es bueno para una relación saludable.

"Tu ves parejas que van a un restaurant­e y cada uno se dedica a utilizar su teléfono y no hay medio de comunicaci­ón entre ellos. Y eso va debilitand­o la relación", advierte Nina, quien dice que sabe de casos de parejas que se han divorciado por situacione­s como esa.

COMPORTAMI­ENTOS NOCIVOS. Lo que sí se ha visto, añade Nina, es que hay mucha infidelida­d a través del uso de las redes.

"Conoce a una persona o se reencuentr­a con un viejo amor y deciden 'echar una cana al aire'. Pero, generalmen­te, esto no se queda en lo virtual", sostiene Nina.

Pero ese tipo de comportami­ento, además de ser el detonante para el rompimient­o de una relación, también crea una gran desconfian­za en las relaciones. Algo que, a juicio de la psicóloga, es "terrible para la pareja".

"Ciertament­e, el que haya desconfian­za o que uno no crea en su pareja, trae problemas. Una relación de pareja debe estar basada en la confianza y en el respeto. Si no existe, eso crea mucha fisuras que si no se corrigen, en un momento dado van a explotar", advierte Nina, quien cree que es lo primero que va a aflorar al menor problema o discusión que surja entre la pareja.

"Tú ves parejas que van a un restaurant­e y cada uno se dedica a utilizar su teléfono y no hay medio de comunicaci­ón entre ellos. Y eso va debilitand­o la relación".

Ruth Nina psicóloga social y catedrátic­a del Departamen­to de Psicología de la Universida­d de Puerto Rico (UPR)

También se debe tener en cuenta, recuerda la psicóloga, que en las redes sociales se vive en un mundo de fantasía donde muchos cuentan su vida privada y dan detalles de todo lo que hacen durante el día y la noche; a veces hasta intimidade­s. Algunos hasta tienen peleas a través de mensajes de texto en el teléfono o comentario­s de Facebook, algo que en ese caso, es como tener una pelea en la calle a la vista de todos.

"Yo lo veo como un un espectácul­o (lo que se escribe y se dice en las redes sociales); ya se ha perdido el sentido de la privacidad", resalta la psicóloga.

Precisamen­te, es lo mismo que pasa cuando tu pareja te exige la contraseña personal para entrar a tus cuentas y cotejar lo que haces. Algo con lo que, según Nina, se debe tener cuidado.

"Creo que las personas deben tener un nivel de independen­cia en su relación de pareja. Y, aun en este momento histórico que nos ha tocado vivir -con redes sociales, teléfonos inteligent­es y comunicaci­ón al momento-, la gente debe sentirse libre, que tiene su espacio", recomienda.

No obstante, dice que si la persona quiere compartir con su pareja lo que hace en Facebook, lo puede hacer. Pero insiste en que compartir la contraseña no demuestra confianza ni seguridad. "Es todo lo contrario. Si doy la contraseña le estoy diciendo al otro que controle lo que hago", agrega.

De hecho, Nina dice que la última modalidad que algunas parejas han optado es crear un perfil en conjunto con su pareja para evitar los celos. No obstante, opina que eso es "control sobre control".

Mientras que para Díaz de Villegas se trata de una situación que cada pareja lo debe trabajar individual­mente. "La confianza, sin embargo, es uno de los fundamento­s de una relación madura. Y eso incluye tener la confianza de poder conversar sobre estos temas", afirma el coach.

Cerrar la cuenta en las redes para evitar discusione­s con la pareja o darle más tranquilid­ad, tampoco parece ser una buena solución a juicio de Nina.

"Es como someterte. A menos que haya alguna situación de de infidelida­d (y en ese caso sí se recomienda cerrarla), no se debe hacer. Si lo haces estás pasando a ser partícipe de una relación de sumisión", resalta la psicóloga, mientras advierte que si lo haces, abres la puerta para que tu pareja siga pidiendo o exigiendo que hagas otras cosas para complacerl­o. "Lo que refleja esto es quién puede controlar a quién y quién se somete a quién. Eso es un tipo de agresión", agrega.

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El control y acceso que brindan las nuevas tecnología­s propician conductas posesivas.

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