SEPARADOS POR LA TECNOLOGÍA
Las largas horas que dedican muchas personas a estar conectados provoca desde celos hasta rupturas
Es una escena común en estos días. Una pareja va a cenar a un romántico restaurante y, una vez llega, cada uno saca su teléfono móvil, I-Pad o tableta (computadora portátil) y se entretiene mandando mensajes, conectándose a la web y publicando dónde están o qué están comiendo. Mientras que la comunicación entre ambos es casi nula.
Y es que desde que aplicaciones como Whatsapp, las redes sociales y los teléfonos inteligentes se instalaron en nuestras vidas, son muchas las situaciones parecidas que se dan y que para muchos, se han convertido en casi una adicción. O, como opinan otros, raya en el fetichismo.
A ese panorama se añaden otros elementos que pueden ser aún más peligrosos. Entre ellos, los celos, la infidelidad y la desconfianza. Y eso, como todos saben, son los pilares de la crisis en la pareja.
"Una relación de pareja puede terminar por diferentes factores. Pero en los últimos años, se ha visto que la principal queja de los que llegan en búsqueda de terapia o apoyo psicológico es el exceso de tiempo que uno de los integrantes de la pareja le dedica a las redes sociales. Sobre todo, en Facebook", dice la psicóloga social Ruth Nina Estrella, catedrática del Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y autora del libro Los idiomas de la pareja.
Quizás ésa sea una de las razones por la que muchas personas tratan de controlar o supervisar lo que su pareja hace en las redes sociales. Al punto de pedir las contraseñas para entrar a su conexión, chequear a qué le dio "like" o vetar a un
exnovio o exnovia, entre muchos otros intentos de controlar lo que hace la pareja mientras está conectada.
De hecho, la realidad es que todavía se ven conductas de control y posesión sobre la pareja y, algunas de ellas parecen potenciarse entre los más jóvenes debido al control que las nuevas tecnologías proveen. Desde cotejar si ella o él está en el sitio que dice a través del GPS de un teléfono inteligente, tener acceso a su cuenta o exigir que la cierre para evitar la comunicación con sus amistades. Lo que, sin duda, son señales claras de celos e inseguridad.
"Los estudios indican que el uso de Facebook aumenta los celos, especialmente en las mujeres. Al usar las redes las personas reciben información ambigua sobre sus parejas, lo que hace que pasen más tiempo en el programa tratando de averiguar más, en un círculo vicioso que se alimenta a sí mismo", opina el coach de vida certificado José L. Díaz
de Villegas Freyre, quien cree que mostrar celos habitualmente es una señal de que tememos perder algo que necesitamos. Aunque destaca que es más saludable para una relación mostrar lo que puedes dar en vez de lo que temes perder. culpables de comportamiento pero la
visibiliza más
NO SON LAS CULPABLES. La realidad, sin embargo, es que no se debe ver a las redes sociales y a la tecnología como las causantes de conductas posesivas o poco saludables. Más bien, según los expertos, son las que le han dado visibilidad a la conducta y las que permiten detectarlas más fácilmente.
Y es que, al parecer, todavía algunas personas creen que sentir celos es una prueba de amor y parten de ese principio en sus re- laciones, advierte Nina. Pero también resalta que es una mirada egoísta y controladora que puede conllevar situaciones de violencia serias, tal y como lo vemos a diario
En ese sentido, Díaz de Villegas opina que las redes sociales en conjunto con los celos y la inseguridad de las personas pueden ser detonantes de problemas serios entre la pareja.
"Se alimentan mutuamente. Los celos pueden venir de una situación particular, en cuyo caso son relacionados a la emoción del momento. Si ves algo en las redes que te hace imaginar la infidelidad de tu pareja, puedes sentir celos. Pero también pueden ser un rasgo de tu personalidad y si es así tienes mayores posibilidades de sentir celos viendo Facebook", agrega el coach.
De la misma forma, dice que se debe tener en cuenta que en la web hay un enorme caudal de información ambigua que, tomada fuera de contexto, nos puede hacer imaginar lo peor. "Si este es el caso, es un buen momento para sentarnos a dialogar con nuestra pareja", recomienda Díaz de Villegas tras destacar que prefiere pensar que el amor se demuestra con acciones positivas que promuevan el crecimiento.
Entre ellas, menciona prestarle atención a tu pareja, mantener tus promesas, compartir lo que sientes y compartir tiempo.
Precisamente, Nina destaca que una de las quejas que más se reciben en los consultorios es que uno de los integrantes de esa relación no le presta suficiente atención a su pareja por estar conectada a las redes, lo que a su vez genera celos y molestias en la otra persona
"De por sí los celos son inseguridades que tiene la persona. Y el hecho de que tu incursión en las redes sea motivo de celos, denota inseguridad por parte de la otra persona", comenta la psicóloga.
Sin embargo, destaca que el hecho de no prestarle atención a la pareja, independientemente de los celos que pueda generar, no es bueno para una relación saludable.
"Tu ves parejas que van a un restaurante y cada uno se dedica a utilizar su teléfono y no hay medio de comunicación entre ellos. Y eso va debilitando la relación", advierte Nina, quien dice que sabe de casos de parejas que se han divorciado por situaciones como esa.
COMPORTAMIENTOS NOCIVOS. Lo que sí se ha visto, añade Nina, es que hay mucha infidelidad a través del uso de las redes.
"Conoce a una persona o se reencuentra con un viejo amor y deciden 'echar una cana al aire'. Pero, generalmente, esto no se queda en lo virtual", sostiene Nina.
Pero ese tipo de comportamiento, además de ser el detonante para el rompimiento de una relación, también crea una gran desconfianza en las relaciones. Algo que, a juicio de la psicóloga, es "terrible para la pareja".
"Ciertamente, el que haya desconfianza o que uno no crea en su pareja, trae problemas. Una relación de pareja debe estar basada en la confianza y en el respeto. Si no existe, eso crea mucha fisuras que si no se corrigen, en un momento dado van a explotar", advierte Nina, quien cree que es lo primero que va a aflorar al menor problema o discusión que surja entre la pareja.
"Tú ves parejas que van a un restaurante y cada uno se dedica a utilizar su teléfono y no hay medio de comunicación entre ellos. Y eso va debilitando la relación".
Ruth Nina psicóloga social y catedrática del Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico (UPR)
También se debe tener en cuenta, recuerda la psicóloga, que en las redes sociales se vive en un mundo de fantasía donde muchos cuentan su vida privada y dan detalles de todo lo que hacen durante el día y la noche; a veces hasta intimidades. Algunos hasta tienen peleas a través de mensajes de texto en el teléfono o comentarios de Facebook, algo que en ese caso, es como tener una pelea en la calle a la vista de todos.
"Yo lo veo como un un espectáculo (lo que se escribe y se dice en las redes sociales); ya se ha perdido el sentido de la privacidad", resalta la psicóloga.
Precisamente, es lo mismo que pasa cuando tu pareja te exige la contraseña personal para entrar a tus cuentas y cotejar lo que haces. Algo con lo que, según Nina, se debe tener cuidado.
"Creo que las personas deben tener un nivel de independencia en su relación de pareja. Y, aun en este momento histórico que nos ha tocado vivir -con redes sociales, teléfonos inteligentes y comunicación al momento-, la gente debe sentirse libre, que tiene su espacio", recomienda.
No obstante, dice que si la persona quiere compartir con su pareja lo que hace en Facebook, lo puede hacer. Pero insiste en que compartir la contraseña no demuestra confianza ni seguridad. "Es todo lo contrario. Si doy la contraseña le estoy diciendo al otro que controle lo que hago", agrega.
De hecho, Nina dice que la última modalidad que algunas parejas han optado es crear un perfil en conjunto con su pareja para evitar los celos. No obstante, opina que eso es "control sobre control".
Mientras que para Díaz de Villegas se trata de una situación que cada pareja lo debe trabajar individualmente. "La confianza, sin embargo, es uno de los fundamentos de una relación madura. Y eso incluye tener la confianza de poder conversar sobre estos temas", afirma el coach.
Cerrar la cuenta en las redes para evitar discusiones con la pareja o darle más tranquilidad, tampoco parece ser una buena solución a juicio de Nina.
"Es como someterte. A menos que haya alguna situación de de infidelidad (y en ese caso sí se recomienda cerrarla), no se debe hacer. Si lo haces estás pasando a ser partícipe de una relación de sumisión", resalta la psicóloga, mientras advierte que si lo haces, abres la puerta para que tu pareja siga pidiendo o exigiendo que hagas otras cosas para complacerlo. "Lo que refleja esto es quién puede controlar a quién y quién se somete a quién. Eso es un tipo de agresión", agrega.