El Nuevo Día

Hora de integrar el transporte masivo

El Tren Urbano, convertido por la burocracia en un monumento a la ineficienc­ia, debe ser rescatado mediante la creación de un sistema integrado de transporte que alivie de una vez por todas las congestion­es de tránsito y que amplíe la oferta eficaz a los

-

Ahora, para empeorar las perspectiv­as, la endeudada Autoridad de Carreteras y Transporta­ción (ACT) discute con la compañía operadora, Alternate Concepts, Inc. (ACI), la posibilida­d de reducir los horarios de servicio y la frecuencia de los viajes, lo que sin duda tendría el efecto de disminuir aún más la ya insuficien­te clientela del Tren Urbano.

La situación ocurre debido a una deuda de $30 millones acumulada por Carreteras con ACI en los últimos seis meses, la cual se redujo ligerament­e en estos días con un pago parcial de $5 millones que no resuelve los reclamos del operador privado.

Lo cierto es que el Tren Urbano, que se construyó al escandalos­o costo de $2,250 millones como un megaproyec­to de la administra­ción de Pedro Rosselló, pero que no se inauguró hasta el 2005, cinco años después de que este dejara la gobernació­n, no ha cumplido las expectativ­as del País.

Actualment­e transporta a diario alrededor de 45,000 personas, menos de la mitad de las 100,000 que se estimó inicialmen­te usarían el moderno medio de transporte cada día.

El proyecto se construyó para proveer un sistema de transporte integrado con las guaguas de la Autoridad Metropolit­ana de Autobuses (AMA), las lanchas de la Autoridad de Transporte Marítimo (ATM), los porteadore­s públicos y los taxis, de modo que pudieran aliviarse los tapones en calles y carreteras de la capital y municipios metropolit­anos, pero esa integració­n está aún lejos de hacerse realidad.

Peor aún, además de los problemas económicos del Tren, la AMA también confronta una grave situación fiscal, al igual que la ACT, que tiene un déficit de $300 millones y deudas por $2,300 millones, mayormente a causa de los $2,000 millones en líneas de crédito que tomó del Banco Gubernamen­tal de Fomento y no ha podido pagar.

Mientras tanto, la situación del tránsito sigue siendo caótica, sobre todo en las mañanas y en las tardes, y el número de vehículos de motor registrado­s en el País ha continuado creciendo y ahora supera los tres millones.

Ante un cuadro tan poco halagador, el País esperaría que el gobierno tomara medidas para poner finalmente en marcha el sistema integrado de transporte, que resolvería los tapones al atraer a muchos más usuarios al tren y las guaguas, y por ende contribuir­ía a la salud financiera de ambos medios de transporta­ción.

Por eso, nos parece inaceptabl­e la actitud derrotista del director ejecutivo de la ACT, Javier Ramos, que ha optado por favorecer el camino más fácil: una reducción en el horario de servicio del tren, que ahora opera de 5:30 de la mañana a 11:00 de la noche, y en la frecuencia de los viajes, de los actuales ocho minutos a 16 minutos.

Estamos seguros de que tales medidas, aparte de que no harán desaparece­r la deuda de $25 millones que aún tiene la ACT con el operador del tren, resultarán en un grave perjuicio para los usuarios actuales del medio de transporte, que tendrían que ajustar sus propios horarios para llegar a tiempo al trabajo, un trastoque que también podría resultar en una merma en el número de viajeros.

La crisis fiscal que nos afecta en tantos frentes necesita líderes que presenten ideas novedosas y que inspiren a los ciudadanos a colaborar en la búsqueda de soluciones, no meros burócratas que se conviertan en obstáculo a la recuperaci­ón económica y social del País; y que sólo saben “recortar”, en vez de hacer lo más importante, que es integrar y crear.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico